VILLARREAL - REAL MADRID

El plan de Ancelotti para Wembley pasa por impedir que se repita el "mañana libre" del Villarreal

El Villarreal de Setién se 'burló' del "mañana libre" del italiano tras vencer en el Bernabéu en la 22-23.

Carlo Ancelotti, durante el Madrid-Alavés./EFE/Juanjo Martín
Carlo Ancelotti, durante el Madrid-Alavés. EFE/Juanjo Martín
June Lavín

June Lavín

Los enfrentamientos entre el Villarreal y el Real Madrid de los últimos años no están exentos de polémica: el puñetazo de Valverde a Baena, su posterior cruce de declaraciones, el revuelo en redes sociales... y también lo ocurrido en el vestuario groguet la temporada pasada. "Mañana libre", entonó Quique Setién, técnico del submarino amarillo, después de vencer a los blancos en su feudo por 2-3. El estallido de júbilo de sus jugadores todavía se recuerda... precisamente por lo que hay detrás.

El partido entre el Madrid y el Villarreal se jugó el 8 de abril de 2023, dos días después de que el cuadro merengue endosase un 0-4 al Barça en el Camp Nou para avanzar a la final de la Copa del Rey. Después de golear al equipo culé, Ancelotti pronunció un speech en el vestuario: "Sentarse en el banquillo para ver un partido así es un orgullo para mí, para todos nosotros que trabajamos con vosotros. Primero, felicitaros. Segundo, he dicho una mentira. No era la final, sino la semifinal. La final hay que jugarla. Y, tercero, mañana libre". Esa parte final del discurso se viralizó en redes sociales y generó división de opiniones por la cercanía del choque frente al submarino amarillo.

El "mañana libre" de Ancelotti no envejeció de la mejor manera. El Madrid cayó, dos días después, frente al Villarreal en el Bernabéu, su feudo, y la euforia por se rebajó, llegando a diluirse prácticamente por completo. Después, ya con el partido acabado, los jugadores del Villarreal celebraron el triunfo y Setién, emulando a Ancelotti, protagonizó un breve discurso con indirecta incluida: mientras los futbolistas del submarino amarillo cantaban "mañana libre", el técnico lo confirmó.

La celebración del Villarreal, entendida como una burla por parte de la afición merengue, recibió numerosas críticas en redes sociales. Las respuestas al tuit se inundaron de insultos, con la hinchada blanca incapaz de entender las similitudes entre ganar un partido de LaLiga y hacer lo propio en unas semifinales de la Copa del Rey, en el Camp Nou y ante el eterno rival.

Tres días de descanso... pero los deberes hechos

El Real Madrid afronta el partido contra el Villarreal después de tres días de descanso, ya con el título de Liga bajo el brazo y el reto de conquistar una nueva Champions en el horizonte. Los blancos entrenarán el sábado, un día antes del choque, después de haber 'librado' el miércoles, jueves y viernes. Esta vez, Ancelotti no lo ha anunciado a través de un emotivo speech, pero ese no es el único cambio: ahora, el Madrid tiene los deberes hechos, algo que no ocurrió en 2023, cuando Setién emuló al italiano tras asaltar el Bernabéu.

Con el título de LaLiga ya bajo el brazo, la final de la Champions emerge como el próximo gran reto de los de Ancelotti, que llegarán al duelo frente al Villarreal con las pilas cargadas después de tres días libres. Pese al descanso, el técnico no permite excesos de relajación, consciente de la importancia de mantener la concentración y aprovechar los partidos restantes de la competición doméstica, siempre con la premisa de recuperar sensaciones y afrontar la final de Wembley, fecha marcada en rojo en el calendario del club, en un estado de forma óptimo.

Antes de la final de Londres, eso sí, el Madrid de Ancelotti tiene dos objetivos: alcanzar los 99 puntos (siempre y cuando se ganen los dos partidos que quedan) y la posibilidad de que Bellingham se corone Pichichi de LaLiga, trofeo individual que también acreditaría el buen rendimiento colectivo del equipo. El inglés se encuentra a un gol de Dovbyk, que suma 20 dianas.