REAL MADRID

Ancelotti insiste con el 9 pese a que el Real Madrid le da largas

Lo pidió en agosto, ha vuelto a pronunciarse ahora y espera que se atienda su deseo en junio. El club alega que no hay dinero y ve otras prioridades.

Ancelotti y Florentino Pérez, en la presentación del italiano./
Ancelotti y Florentino Pérez, en la presentación del italiano.
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Carlo Ancelotti conoce como nadie a su plantilla y sabe que para seguir marcando el paso en España y en Europa necesita reforzarse. Con Benzema en el alambre, Asensio sin renovar, Hazard en su eterna pretemporada y Mariano con su futuro a partir de junio más fuera que dentro, el italiano está convencido de que el Real Madrid debe fichar a un delantero cuanto antes. El problema que se está encontrando es que el club le da una y otra vez largas.

La dirección deportiva alega que hay que ajustarse mucho el cinturón. Acometer una operación en esa demarcación nunca es barato. El desembolso con el nuevo estadio ha superado todas las previsiones, ya que habrá un sobrecoste de casi 400 millones para inaugurarlo en 2023. Esta realidad y los recientes fichajes de Camavinga (31 millones), Tchouameni (80) y Endrick (60), con vistas al futuro, no dejan mucho margen de maniobra. Cabe recordar que el brasileño, delantero centro, llegará en el verano 2024. Ya de paso, y para intentar taponar por completo desde las oficinas de Valdebebas esa vía negociadora con el técnico, el club le repite una y otra vez que hay otras prioridades.

La primera de ellas pasa por mejorar los laterales, como ya informó Relevo esta semana. El club se carga de razones debido a que Nacho aún no ha renovado y habrá que ver si lo hace, Odriozola no cuenta para el cuerpo técnico y, además, cada vez hay más consenso para intentar vender a Mendy. Y no es el único pero que el club pone a Ancelotti. Antes incluso que reforzar el ataque, apuntan al centro del campo. Preocupan las salidas a corto plazo de Modric, Kroos y Ceballos. Por eso, el departamento de captación dirigido por Juni Calafat tiene sus ojos puestos en Bellingham.

Desde el verano

Ancelotti ya se pronunció el pasado mes de agosto sobre la necesidad de fichar a un jugador de garantías en ataque. Benzema tiene 34 años y es complicado que mantenga el nivel de los últimos años con esa regularidad en la participación en Liga y Champions. Sus últimas lesiones han acentuado esta opinión. El francés se ha perdido los últimos cuatro partidos de Liga y no participó en dos encuentros de la fase de grupos de la Champions. Ahora ha vuelto a entrenarse con el grupo después de perderse el Mundial por lesión, pero la prudencia es máxima. El cuádriceps izquierdo le viene dando mucha guerra.

Y no hay que olvidar que la inestabilidad se está extendiendo a más sectores de la delantera. La continuidad de Asensio no está garantizada. El Madrid tiene en mente hacerle una oferta de renovación sin mejorar demasiado su actual salario (3,5 millones). El balear, que acaba contrato en junio, tiene varias opciones encima de la mesa para salir y, tras empezar a trabajar con Jorge Mendes, es presumible que de aquí al verano le lleguen más. Sin embargo, el club no piensa volverse loco para retenerle.

Ancelotti lo sabe y eso le hace pedir soluciones con más insistencia. De Hazard y Mariano tira cuando no tiene más remedio y no cuenta con ellos de cara al futuro. Las estadísticas hablan por sí solas. Espera que el belga, al que respeta y le tiene mucho cariño, pueda encontrar un equipo donde remontar el vuelo. Con el hispano-dominicano ya llegó a aprobar una salida al Villarreal en verano que no acabó de concretarse.

Mbappé o nada

El hecho de que Florentino Pérez se volcase la temporada pasada en traer a Mbappé, con Haaland como remota alternativa, hizo que Ancelotti pusiera todos los huevos en la misma cesta que el club. Era todo o nada. Con la negativa final del delantero a recalar en el Bernabéu y su renovación en el PSG hasta 2025, a Carlo se le cayeron todos los planes abajo de un plumazo. El técnico propuso, sin ninguna exigencia, alguna otra alternativa para meter más competencia a Benzema, Vinicius y Rodrygo, pero el Madrid se quedó sin demasiado tiempo de maniobras y, sobre todo, sin fuerza moral para plantearse un plan B con el que mantener la ilusión y contentar a una afición que se quedó con la miel en los labios. En los últimos meses ha recibido muchísimos ofrecimientos, además de abrir un casting para esa posición, pero sin encontrar candidatos fiables a buen precio.

El Madrid prefirió no gastar el dinero por gastarlo a la desesperada, como reacción a un portazo, y eligió esperar a una nueva oportunidad. No quieren repetir experimentos como el de Jovic. O ficha a una estrella de futuro o contrastada o nada. De hecho, el entorno de Florentino Pérez sigue asegurando que el presidente continúa obsesionado con la contratación de Kylian y que volverá a la carga cuando haya una nueva ocasión. Prefiere que esa inversión en un crack quede reservada para Mbappé.