Ancelotti medita colocar a Camavinga de pivote ante el Athletic
Al técnico italiano le encantó el partido del centrocampista francés contra el Villarreal.
Carlo Ancelotti toma nota de lo que pasa a su alrededor. Cuando un jugador entrena bien, juega bien y se comporta bien, suele tener oportunidades sobre el césped. La reciente lesión de Tchouaméni abrió un hueco en el once a varios jugadores, pero parece que es Eduardo Camavinga el que se ha aprovechado de ello. Hoy, ante el Athletic, el italiano medita darle la titularidad en la posición de pivote, una de las más importantes en el esquema del conjunto blanco. Pero esta probable titularidad se cocinó en Castellón.
El pasado jueves, el Real Madrid visitaba al Villarreal en uno duro enfrentamiento de Copa del Rey. Al descanso, caían por dos goles a cero, lo que unido a la reciente derrota en la Supercopa de España, abría una crisis en el equipo. En la segunda mitad, gracias a un Ceballos que acaparó todos los titulares, lograron darle la vuelta a la eliminatoria y clasificarse para los cuartos de final. Y Carletto había tomado buena nota.
Al técnico transalpino le encantó el trabajo de Camavinga como pivote, en la posición por delante de la defensa, esa que durante años ocupó con notable éxito Casemiro y que esta temporada parecía adjudicada para Tchouaméni. El francés, lesionado y en París viendo un partido de NBA, tiene ahora competencia en su compatriota, que ante el submarino amarillo exhibió muchas cualidades que parecían ocultas debajo de su exuberante físico.
Camavinga es el clásico box to box que destaca por su potencia. Capaz de realizar conducciones interminables y de llegar de un área a otra en pocos segundos, en Copa del Rey lució en otra faceta bien distinta. El partido requería de un jugador fijo en el centro del campo, que robase el balón rápido y lo distribuyese con fluidez. Ambas tareas las realizó a la perfección y Ancelotti quiere premiarlo.
Ayer, el italiano defendió a capa y espada al jugador. No necesitó grandes palabras para ponerlo en valor. "Eduardo es intocable, como Modrić o Kroos", se limitó a decir en rueda de prensa. Una muestra más de la justicia que le ha acompañado a lo largo de su carrera.