Carlo Ancelotti no piensa dimitir pero se va quedando sin fuerzas para salvar a un Real Madrid que pide una reforma integral
El italiano sabe que está en la cuerda floja y que el equipo necesita cambios. Si se marcha, siempre sería en buenos términos.

Carlo Ancelotti ha entrado en un momento crítico. Su futuro en el Real Madrid es ahora más incierto que nunca después de caer eliminado en la Champions y con la Liga cuesta arriba. La Copa del Rey se convierte en la mejor opción para maquillar una pobre temporada en la que, desde los primeros batacazos, ha salido señalado. Pero a diferencia de otros momentos de la campaña, el italiano empieza a quedarse sin fuerzas, mostrándose incapaz de darle la vuelta a la situación y consciente de que puede estar viviendo sus últimos días en el banquillo del Bernabéu.
Todo puede cambiar, esto es fútbol. Queda más de un mes de temporada y dos títulos en juego, más un Mundial de Clubes en el horizonte que compromete la planificación. Pero el diagnóstico de este Real Madrid es preocupante y Ancelotti sabe mejor que nadie lo complicado que es solucionarlo. Por lo que, más allá de que la directiva decida contar con él o prescindir de sus servicios -lo más probable a estas alturas-, Carletto entiende que una mejoría pasa por llevar a cabo cambios profundos y no sólo por poner a un nuevo entrenador a los mandos. Una reforma integral.
En el entorno del italiano hay quien le ha animado a replantearse el futuro, pero de momento no piensa dimitir. Quiere ver lo que depara este final de temporada y sentarse con el club cuando llegue el momento. Cualquier decisión la tomarán de la mano y en buenos términos. El respeto es mutuo y la relación con el presidente, forjada a lo largo de los años, de máximo respeto. En ningún caso se marchará como en 2015, sino que recibirá todos los honores pertinentes. Incluso si quiere seguirá ligado al club de alguna forma.
"¿Que me echen? No puedo hablar de eso ahora. Puede pasar, no lo sé. El club puede querer cambiar. Puede ser este año, puede ser el próximo. No hay problema. El día que termine aquí sólo puedo hacer una cosa: dar las gracias. En un día, en un mes, en un año. Daré las gracias a este club, nada más", afirmó minutos después de caer contra el Arsenal, consciente ya de que caminaba sobre el abismo. El italiano prefiere quedarse con los títulos ganados y las alegrías vividas.
Mientras tanto, Brasil empuja. Un emisario de la CBF viajó a Madrid para reunirse con él y volver a ofrecerle el puesto de seleccionador. La deriva en la que ha entrado la Canarinha ha obligado a su directiva a insistir con el italiano a pesar de las calabazas que se llevó en 2024. Con la derrota en Champions y su futuro en el aire, quieren aprovechar para convencerlo.
La final de Copa será un punto de inflexión, pero lo cierto es que en Valdebebas existe una tendencia cada vez más unánime de que vendría bien un cambio de ciclo. Incluso algunos jugadores ya apuestan por ello. El italiano sabe que no puede luchar contra los elementos y que incluso la llegada de un nuevo técnico puede traer aire fresco. Pero el Madrid necesita algo más y los próximos días medirán si tiene la fuerza para ayudar.