Ancelotti queda herido de muerte

Carlo Ancelotti suele engañar en las ruedas de prensa. No muestra sus cartas, y tampoco expresa lo que realmente piensa ante los medios. El italiano es un tipo sabio, y maneja muy bien los tiempos. Pero en el Emirates se le vieron las costuras, tanto en el verde como en su comparecencia posterior. Triste, abatido, también cansado.

"Obviamente es mi responsabilidad", dijo tras la durísima derrota contra el Arsenal, en la que su equipo se vio superado en el juego primero y después en el marcador. Los suyos no transmiten, y él cada vez está más tocado. Prácticamente herido de muerte, con la Liga complicada y la Champions cuesta arriba tras el 3-0 de Londres.

'Carletto' se agarra a los resultados, como siempre ha hecho. Un ganador nato. Y sigue vivo. Como no podía ser de otra manera, la continuidad de cualquier entrenador del Real Madrid depende de los títulos que coseche a final de temporada, y esa es la pelea del italiano, aún con opciones en todas las competiciones.

Pocas esperaban que los blancos llegasen a este tramo de curso con el metal en juego. Y así lo reconocen también desde la directiva merengue, tras un inicio de curso tan escarpado. Es más, en el mes de diciembre Ancelotti ya tuvo que superar un amago de 'match-ball' en Girona, con su puesto en peligro.

Y el de Reggiolo, siempre con una vida extra, continuó sorteando obstáculos, temporada tras temporada. En la anterior ya obró el milagro, ganando la Liga y la Champions cuando nadie confiaba en el equipo. Sin embargo, esta campaña su plan no está funcionando. Y pese a ser valorado como una leyenda en la planta noble del club, su continuidad a estas alturas se antoja prácticamente imposible.

El entrenador madridista no ha dado con la tecla en ningún tramo del curso. No ha encontrado ni el juego ni la actitud ni las sensaciones, y lo que es más grave: su Real Madrid de la 2024-2025 aún no transmite ser un equipo. Un pecado doloroso, al ser el año en el que Mbappé desembarcó en el Santiago Bernabéu. Los blancos apenas han jugado bien este año. Tan sólo con el ajuste de Ceballos en el centro del campo, que estas semanas ha desaparecido por su lesión.

Ante esta coyuntura, desde las oficinas de Valdebebas se meditaba la decisión de acabar con el ciclo del italiano en la 'casa blanca' hace meses, para darle el relevo a Xabi Alonso en el banquillo. Una determinación que, siguiendo la pauta del Real Madrid, podría cambiar si finalmente Ancelotti ganaba los títulos más importantes en el mes de mayo.

En esta última semana, con el varapalo contra el Arsenal y la derrota en casa ante el Valencia, el futuro de Ancelotti queda casi sentenciado. A la espera del penúltimo milagro. Pero ya con Xabi Alonso tocando la puerta.