REAL SOCIEDAD - ALAVÉS

Ander Guevara: "La despedida con Imanol fue especial, nos dijimos muchas cosas"

El exfutbolista de la Real y ahora del Alavés ha encontrado su sitio en el equipo albiazul donde se ha convertido en un futbolista indiscutible para Luis García Plaza.

Ander Guevara abandona el césped de Mendizorroza feliz tras una victoria. /Deportivo Alavés
Ander Guevara abandona el césped de Mendizorroza feliz tras una victoria. Deportivo Alavés
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Ander Guevara (Gasteiz, 1997) es feliz en el Alavés. El pasado verano tomó la decisión de dejar su querida Real por la falta de oportunidades. Decidió que su momento de salir había llegado pese a contar con la confianza de Imanol Alguacil, aunque esta no se viera reflejada en lo que a minutos se refiere. La presencia de Martín Zubimend, Mikel Merino y Brais Méndez, el triángulo mágico del centro del campo blanquiazul, jugaba en contra de los intereses del centrocampista que, siempre que salía, eso sí, cumplía.

Son muchos los que siguen sin entender el paso dado por Ander Guevara, al que el tiempo le ha dado la razón. Se ha convertido en santo y seña de un Alavés que lucha por subsistir en Primera División. Este martes vivirá una jornada muy especial en su regreso al Reale Arena. Allí se reencontrará no solo con excompañeros, sino también con amigos como Aihen Muñoz. "Para mí es un orgullo estar escribiéndote esta carta. Me tiembla la mano y se me caen las lágrimas recordando todo el camino que hemos recorrido juntos", así comenzó su mensaje de despedida el de Etxauri. Eso sí, sobre el verde no habrá espacio para la amistad.

¿Cómo estás a pocas horas de regresar a la que fue tu casa?

Feliz. Todo está saliendo bien, disfrutando mucho desde que llegué aquí en pretemporada. Están siendo meses muy intensos y muy bonitos para mí. En todos los ámbitos de mi vida, estoy en un gran momento.

Has conseguido en el Alavés lo que querías cuando decidiste salir de la Real: tener protagonismo. Eres un fijo para Luis García…

Sí. En el momento de decidir que llegaba el fin de mi etapa en la Real uno de los objetivos era, allí donde fuera, intentar tener más continuidad, la posibilidad de jugar más minutos y eso, al final, en ningún sitio te lo pueden prometer. Es una cuestión del día a día, del rendimiento de cada uno y por suerte, hasta ahora, aquí estoy pudiendo contar con ello. Estoy disfrutando mucho y me estoy encontrando muy bien.

Personalmente, muy bien, pero, colectivamente al Alavés no le están yendo tan bien las cosas. ¿Ya se ha pasado el enfado por la derrota frente al Madrid?

El desenlace del último partido en casa fue duro para todos. Veníamos de una racha no tan positiva a nivel de resultados, de un partido frente al Girona que nos había hecho daño... y queríamos reponernos. En ese sentido, el equipo hizo un gran partido ante uno de los tops de LaLiga y perderlo de esa manera fue un palo muy duro para todos. Las imágenes que se vieron del míster son el reflejo de la frustración que teníamos todos. No sé si ha sido lo mejor o no, pero nos ha venido el parón y hemos tenido días para disfrutar de los nuestros y desconectar. Llevamos unos cuantos días trabajando. Yo creo que todos coincidimos un poco en ese pensamiento de que, por lo que ha hecho el equipo, merecemos más puntos. Pero la realidad es que tenemos lo que tenemos a estas alturas y eso significa que hay cosas que no están saliendo tan bien o no las estamos haciendo tan bien. La mentalidad de todos es la de dar un pasito adelante, corregir errores y empezar a sacar puntos.

Y llega para ti uno de los partidos más emotivos del campeonato como es el derbi ante la Real Sociedad…

Sí. Es un partido especial que desde que firmas por el Alavés y arrancas la pretemporada, en el momento en el que sale el calendario, estás un poco pendiente de cuándo vas a jugar allí. Tiene un componente que no tienen otros partidos para mí. Pese a ello es importante, por lo menos durante el partido y antes, quitarle ese peso y eso ya es trabajo de cada uno, en este caso mío. Lo importante es que tenemos que ir allí a competir, a hacer un gran partido y a sacar, ojalá que fueran los tres puntos, y si no, uno. Mientras tanto, a convivir un poco con las emociones. Ya te digo, a intentar que no me sobrepase la situación y después, cuando acabe, ya habrá tiempo para disfrutar y para reencontrarme con la gente.

¿Estás nervioso?

No, la verdad es que, de momento y hasta el día de hoy, lo estoy llevando muy bien. Sí soy consciente de que a medida que se vaya acercando el partido y, sobre todo, cuando estemos por allí, empezaré a sentir ese cosquilleo en el estómago, pero en los últimos tiempos soy capaz de que el nerviosismo en los partidos no me atrape y espero, en este, gestionarlo de la mejor manera posible.

Igual te equivocas de vestuario…

(Risas) No. Ya tengo en mente que, cuando entremos por el parking, no es el primero a la derecha, sino el siguiente. En eso no habrá problemas.

En el fútbol no todo es ganar o perder y eso quedó demostrado tras tu marcha de la Real, con los mensajes tan bonitos que recibiste por parte de tus excompañeros, en especial el de Aihen Muñoz. ¿Qué significó todo eso para ti?

No solo es bonito. Considero que es lo mejor que te deja el fútbol y, en este caso, te deja compartir tantos años con tanta gente a la que con el paso del tiempo le vas cogiendo especial cariño. A Aihen, por supuesto, pero no solo a él. Sé que van a estar conmigo en mi vida hasta el final, no solo hasta el día en el que lo deje, sino después también. Son personas muy importantes para mí y pese a que ahora no conviva con ellos en el día a día, son gente casi de mi familia y a los que quiero mucho. Probablemente eso sea lo más emotivo, enfrentarme a ellos, volver a verles. Seguramente que después del partido reviviremos viejos momentos.

Además de en los compañeros, creo que dejaste un buen recuerdo entre la afición. ¿Qué recibimiento esperas?

Ojalá sea una ovación bonita. En el momento de mi despedida viví momentos muy emotivos tanto por de dónde venía como por el sitio que dejaba. Allí, todos los años que estuve la gente me trató de una manera increíble y la despedida me lo demostró. El cariño que me demostró ya no solamente la gente con la que convivía en el día a día, sino la afición fue muy especial. Ellos decidirán cómo me reciben, pero lo que sí puedo decir es que en mi corazón tienen un sitio, uno muy importante por todo lo que disfruté y viví allí.

Ander Guevara habla de su adiós a la Real Sociedad. Relevo

Muchos de esos aficionados, pese al cariño mostrado, no entienden tu decisión de dejar la Real esgrimiendo que su ciclo había acabado. ¿Cómo le lo tomas?

En este tema, cuando me han preguntado, siempre he intentado ser muy sincero. Es lo que pienso. Durante muchos años hice muchos esfuerzos para intentar ganarme un sitio allí. Cuando doy el salto al primer equipo, noto la confianza de todo el mundo allí porque por mucho que la Real sea un club en el que la cantera tiene mucho peso y se le da oportunidades a la gente de abajo, sino te lo ganas, al nivel que está el primer equipo, no tienes cabida. Con todo ello, este pasado verano sentía que era el momento. Gente del entorno y compañeros me transmitieron que todavía tenía importancia en ese equipo, pero yo lo tenía muy claro, creía que era el momento de darlo e ir en busca de algo nuevo en mi carrera y, en ese sentido, a día de hoy puedo decir que ha sido un acierto. A mí, como a mucha gente espero, me dio mucha pena dejar aquello, pero era mi casa. Después de unos cuantos meses, puedo decir que estoy orgulloso del paso que he dado, he vuelto a la que es mi casa. No puedo a estar más feliz.

Guevara se eleva por encima de todo para cabecear el balón en in partido frente al Granada.  Efe
Guevara se eleva por encima de todo para cabecear el balón en in partido frente al Granada. Efe

¿Qué te dijo Imanol Alguacil cuando le transmitiste tu deseo de abandonar la Real Sociedad?

Yo conviví muchos años con él, primero en el Sanse y luego ya en el primer equipo. Imanol siempre ha sido con los jugadores muy directo y muy sincero. Es un entrenador que a nivel profesional te exige mucho porque, en ese sentido, él predica con el ejemplo, pero luego también es capaz de ser muy cercano al jugador y conmigo siempre ha tenido esa predisposición a hablar y a contarme sus impresiones cuando estaba allí. Los dos siempre hemos sido muy sinceros. En el momento en el que le transmití al final de la temporada que creía que era el momento de salir y de buscar mi camino fuera de allí, su mensaje fue que lo entendía, que a él le hubiera encantado que hubiera seguido porque siempre me ha transmitido esa confianza y yo he tenido claro que para él era importante, pese a haber tenido momentos en los que no jugara tanto, y a partir de ahí todo fueron buenas palabras. Siempre me ha respetado al máximo y entendía que si esa era la decisión, él no iba a poner trabas. La despedida fue especial, compartimos ratos en el que nos dijimos muchas cosas y para mí siempre va a ser un entrenador que me ha marcado mucho.

Ander Guevara habla de su despedida de Imanol Alguacil. Relevo

¿Intentó que te quedaras en la Real?

A estas alturas eso no es importante. Imanol, si tiene una cosa, es que siempre va de cara. Ante esta situación, yo era partidario de salir de allí y de buscar mi camino fuera... no puso trabas. Mientras he estado allí, siempre ha querido que estuviera y en el momento en el que le transmití mi mensaje, él lo entendió y no hubo problemas.

¿Te fuiste con la sensación de que habías merecido más minutos?

No, la verdad es que no. Un jugador siempre quiere jugar más, pero la sensación que me dejó mi despedida no fue de rencor, ni mucho menos. Fue sobre todo de orgullo, de haber estado tantos años en un pedazo de club como la Real y de agradecimiento a toda la gente que me ayudó desde el principio cuando llegué con 15 años hasta mi último verano. Más de una vez lo he dicho. A lo largo de mi carrera, de mi trayectoria, desde las categorías inferiores hasta el primer equipo, he visto muchos casos de gente que no jugaba tanto y que seguía entrenando al máximo, que no ponía ninguna mala cara y, cuando me tocó, más estando en el primer equipo, quién iba a ser yo para no seguir trabajando. Entendía que era parte de esta historia de poder jugar a esos niveles. Me fui con la conciencia muy tranquila y sin ganas de hacer reproches a nadie, ni mucho menos.

Conociendo tu manera de ser, se puede decir que Ander Guevara es un 'rara avis' en este loco mundo del fútbol. Echa la vista atrás... ¿te esperabas vivir todo lo que has vivido?

Desde pequeño mi sueño siempre ha sido ser jugador profesional de Primera División. Al principio era jugar en el Deportivo Alavés y luego, desde el momento que surgió la posibilidad de ir a la Real Sociedad, cuando llegué allí el sueño era jugar en el primer equipo. Lo conseguí, lo hice. Pude vivir allí momentos increíbles, inolvidables, muchos más de los que un día pude haber soñado. Y desde que decidí este cambio, volver a Vitoria para jugar en el Deportivo Alavés, a día de hoy, todo lo que me está tocando vivir ha superado con creces cualquier expectativa. Como vitoriano, desde pequeñito siempre he soñado un día poder defender estos colores, y hacerlo de esta manera en Primera División es algo que a priori igual era difícil de imaginar.

Juegas en el Alavés, pero lo haces de blanquiazul y rodeado de jugadores con los que coincidió en la Real como Guridi, Sola o Gorosabel. ¿Eso también te ha ayudado para poder estar ofreciendo tu mejor versión?

Sí. Desde el principio, desde mi llegada aquí en verano vi que mi adaptación iba a ser muy rápida porque captas enseguida cuál es la esencia en el vestuario, tanto a nivel de compañeros como de staff, fisios, médicos… Vi desde un primer momento que no me iba costar encajar porque si algo hemos tenido muy bueno en los últimos años que he podido estar en la Real era el ambiente que había en el vestuario, y aquí me habían hablado muy bien de todo esto. Lo he podido comprobar con mis propios ojos. Lógicamente, poder compartir con compañeros a los que conoces desde hace tiempo y con los que has podido convivir mucho, sin duda que te facilita todo.

¿Cómo está Karrikaburu?

Jon está bien, con la misma mentalidad con la que llegó. Al final, le está tocando participar poco y es algo que no es fácil de llevar, pero no veo ningún cambio en su actitud. Sigue siendo un jugador más de la plantilla. No sé qué es lo que pasará con su futuro, que decida lo mejor para él, pero si se queda, nosotros encantados. Es un chico trabajador, buen compañero y que tiene nivel. Aquí o fuera, creo que su momento llegará.

¿Cómo está viendo a la Real?

Para mí no es ninguna sorpresa lo que están haciendo. Sé de buena tinta cómo se trabaja allí en el día a día y también sé del nivel de la plantilla. A partir de ahí, como un aficionado más de la Real desde la distancia, estoy disfrutando con ellos. Están jugando como en los últimos años, a un nivel altísimo, y la diferencia es que han dado un pasito más y poder competir en Champions, algo que no se había hecho en mucho tiempo. Y mira el nivel que están dando ahí también, de la manera en la que han pasado la fase de grupos. Como aficionado estoy disfrutando de ellos, pero el martes será otra película y por dos horas no seré aficionado, será rival y con ganas de que nosotros seamos capaces, en un campo complicado, de hacer un gran partido y llevarnos algo de provecho.

Hablando de Real y Alavés, ¿son muy diferentes Luis García e Imanol Alguacil?

Son diferentes. En este mundillo no hay entrenadores iguales, tampoco jugadores. Son dos entrenadores con las ideas diferentes, pero no por ello ni uno tiene más nivel que el otro o el otro es peor. Con Imanol aprendí muchísimo y con Luis, el tiempo que llevo, también lo estoy haciendo. Me estoy adaptando a otra idea de juego que para cualquier jugador es muy enriquecedor y también estoy disfrutando de cómo estoy jugando aquí.

Sentimentalmente hablando, ¿qué es lo que más te apetece de cara al derbi del martes en el Reale Arena?

No sé. Tampoco lo he pensado mucho. Estoy intentando poner mucho el foco en lo que va a ser el juego. Quiero estar igual de concentrado de siempre, igual de metido y lo que más me apetece, principalmente, es que ganemos, que el equipo sea capaz de mostrarse como creo que es, con su personalidad, que creo que ya se va implantando y que salvo momentos puntuales contra ciertos equipos que no hemos sido capaces de ponerlo en escena, creo que lo estamos haciendo durante gran parte de la temporada. El deseo es que a nuestros intereses nos vaya lo mejor posible. A partir de ahí, deseo reencontrarme con mucha gente, dar muchos abrazos y recibirlos.