La apuesta arriesgada (y quizás brillante) de Fran Garagarza en el Espanyol que recuerda a Perarnau... y contradice a Rufete y Catoira
El conjunto perico está incorporando futbolistas libres que vienen de Segunda y Primera RFEF.

A dos meses del final de LaLiga, hay dos fichajes que ya tiene bajo llave el Espanyol: Marcos Fernández, delantero del Betis B nacido en Cambrils, y Miguel Rubio, defensa del Granada. Ambos acaban contrato y la dirección deportiva que lidera Fran Garagarza, ante la fuga de jugadores este verano entre cedidos y los que expiran sus contratos, debe empezar a cubrir estas posiciones. Y ha empezado por una fórmula 'low cost', la de poner el foco en futbolistas libres y jóvenes, con hambre, de Segunda o Primera RFEF, aplaudida por un Chen Yansheng que mira todos los céntimos, en una línea fina entra la brillantez y el riesgo.
En esa misma estrategia se enmarca también la contratación de Pablo Ramón, un central de futuro que todavía no ha debutado en Primera y cuyos derechos comparte el Espanyol con el Madrid. Y la de Roberto Fernández, que si bien está cedido en Cornellà desde invierno, su contratación se trató de llevar a cabo meses antes, pero la tesorería perica no se la podía permitir.
El Espanyol afronta una temporada clave en su historia. Si el primer equipo logra mantenerse en Primera y el propietario materializa una ampliación de capital, que es lo que ya ha anunciado Mao Ye, el CEO del club, la entidad podrá reconducir su situación tras años de pérdidas. Pero no solo en los despachos el curso es clave, también en la configuración de la plantilla. Jugadores como Cabrera, Sergi Gómez, Puado, Brian, Aguado... finalizan contrato y, aunque se trabaja en la renovación del capitán, es complicado que se llegue a un acuerdo. Y Joan García va camino de darle un ingreso en venta histórico al club.
La política de fichajes del Espanyol actual nada tiene que ver con la de los inicios de la era Chen. El primer secretario técnico con el propietario chino fue Ángel Gómez, arquitecto junto al entrenador Quique Sánchez de una plantilla en la que se invirtió en fichajes, según datos de Transfermarkt, 18 millones de euros. El siguiente curso, en la 2017-18, ya fue Jordi Lardín el que ejecutó todas las operaciones, y el club, que ya empezó a tener problemas en la mala gestión del límite salarial, gastó cinco millones.
En la campaña 2018-19, la de la clasificación europea, Óscar Perarnau, de forma interina gastó 10 millones de euros en Borja Iglesias y posteriormente la dirección de Fútbol la asumió Francisco Rufete. Con él, se gastaron 12 millones más, según Transfermarkt. Pero los problemas llegaron después cuando el rendimiento deportivo cayó en picado pese a las apuestas de la dirección deportiva.
La 'brújula' del Espanyol que no marca goles, pero señala el camino de la salvación: "Según colgué, se lo dije a mi repre..." https://t.co/AIRxUrgvf9
— Relevo (@relevo) March 23, 2025
Con Rufete, en la campaña 2019-20, el Espanyol bajó a Segunda con 60 millones de inversión en futbolistas como RdT, Vargas, Calero, Cabrera o Embarba. Tras el ascenso con Vicente Moreno, únicamente se gastaron seis millones mientras que en la campaña 2022-23, en la que se certificó el segundo descenso, con Domingo Catoira, se volvieron a gastar 20 kilos -César Montes fue el más caro- pese a firmar futbolistas muy rentables que llegaron libres, caso de Joselu Mato y Brian Oliván.
Austeridad absoluta desde la llegada de Garagarza
Escarmentado por esos antecedentes, desde la llegada de Fran Garagarza, el Espanyol ha optado por una austeridad máxima en las contrataciones. El pasado curso, en Segunda, ingresó 33 millones y gastó 3,7, mientras que este verano apenas ha habido transacciones. El Espanyol no ha invertido ni un euro. Y ahora, el club quiere rebajar el límite salarial y no estirar de nuevo más el brazo que la manga con todo lo que ello supone. Esta situación recuerda a la que afrontó Óscar Perarnau en la 2013-14.
Entonces, el club tenía serios problemas económicos, que a la postre terminaron con la venta del club a Chen, y no disponía de liquidez para realizar grandes contrataciones. Y el director deportivo del Maresme tiró de ingenio y puso sus ojos más abajo de Primera División. Firmó como agentes libres de Segunda División a Juan Fuentes, del Córdoba; a Abraham González, del Alcorcón; y Manu Lanzarote, del Sabadell. También a Álex Fernández, del Real Madrid Castilla, que costó medio millón en un mercado que también se abonaron 250.000 euros para traer de vuelta de sus cesiones a David López, que venía de Segunda B y que terminó revalorizándose como pocos lo han hecho de blanquiazul. Es el gran ejemplo de que se puede hacer mucho con poco.
Especialmente Fuentes y Abraham González, con más de 70 partidos cada uno de ellos en Primera, dieron un rendimiento más que aceptable al Espanyol. Mejor que el de Álex Fernández, que después se demostró que tenía fútbol para haber brillado como perico, y Manu Lanzarote, al que le costó mucho más adaptarse a LaLiga. Con todo, la inversión de medio kilo que hizo en ellos Perarnau sirvió para apuntalar la plantilla de un Javier Aguirre que mantuvo la categoría en Primera División. Y esa es la fórmula que ahora replica la entidad blanquiazul para estabilizarse en LaLiga.