La 'brújula' del Espanyol que no marca goles, pero señala el camino de la salvación: "Según colgué, se lo dije a mi repre..."

Desde agosto hasta enero, Urko González de Zárate (Vitoria-Gasteiz, 2001) apenas jugó cuatro encuentros oficiales con la Real Sociedad y es por ello que, tras hablarlo con el club txuri-urdin y dejarse convencer por teléfono por Fran Garagarza y Manolo González, aceptó fichar a préstamo, por medio curso, por el Espanyol. Dos meses después de su decisión, es evidente que acertó de pleno porque en el club perico goza de la absoluta confianza del entrenador gallego, que le ha entregado las llaves del centro del campo y le ha puesto en todos los partidos que ha estado disponible. Es su nueva 'brújula'.

Fue un win win. Al Espanyol el fichaje de Urko, así como el de Roberto Fernández, le ha cambiado la cara y le ha permitido salir de la zona de descenso. Tiene claro el centrocampista vasco que el conjunto perico se salvará. Y si lo hace, será en gran medida gracias a las paradas de un Joan García, que impresiona a aficionados y a sus propios compañeros. También al trabajo encomiable de un Manolo González al que le ve muchas similitudes con Imanol Alguacil.

Y al ambiente que se crea en día de partido en el RCDE Stadium y que tanto impactó al nuevo fichaje blanquiazul y a sus amigos. Y es que, según explica un vitoriano como él, Cornellà-El Prat nada tiene que envidiar al 'factor Mendi' al que se agarra el Alavés, que goza en el estadio Mendizorroza de una de las mejores y más hostiles atmósferas futbolísticas en España, para mantenerse en Primera. Y todavía no ha vivido un derbi contra el Barça.

En esa lucha feroz por la permanencia, a priori, no puede contar el Espanyol con los goles de su nueva incorporación, que se ríe cuando dice que ni se acuerda del último que metió. Urko, que no es el prototipo de futbolistas joven, con tatuajes y ropas llamativas, rezuma naturalidad. Acaba de cumplir los 24 años e impone por la talla que tiene [mide 189 centímetros], aunque, según cuentan en los pasillos de la Dani Jarque, su gran virtud como pivote no está en su físico, sino en su cerebro, en la ubicación y la anticipación; siempre está en el lugar correcto.

En la primera parte de la charla con Relevo, desde lo alto de la tribuna principal de la ciudad deportiva perica, Urko González se muestra tal como es, sin estridencias ni evasivas; al grano. No rehúye ninguna pregunta y, feliz como está en Barcelona pese al tráfico, tampoco descarta seguir de blanquiazul más allá de verano, aunque, claro, no depende de él. En todo caso, su objetivo es irse de vacaciones con el Espanyol en Primera División. Y en esas anda.

Bien, muy a gusto. Desde el principio me acogieron muy bien, tanto el staff como los jugadores. Hay mucha cercanía y eso ayudó a mi integración al grupo.

Es una buena ciudad. Estoy muy bien. Lo único que es un poco caos conducir por aquí, pero por lo demás muy bien.

Allí en Donosti no tenía minutos, solo jugué un partido en Liga. Muchas veces, incluso, iba desconvocado. Hablando con la Real vimos que lo mejor era buscar una cesión para tener más oportunidades fuera.

Se interesaron por mí, y hablé tanto con Fran Garagarza como con Manolo González; según colgué el teléfono, llamé a mi repre para decirle que quería venir aquí. Querían que yo estuviera aquí, me dieron su confianza, que es algo que igual me faltaba, y fue el empujón definitivo para decidirme por el Espanyol.

Al equipo lo veo bien. Estamos haciendo una segunda vuelta muy buena, estoy seguro de que acabaremos consiguiendo el objetivo de salvarnos.

Había jugado dos partidos de Copa, uno en Europa y uno en Liga. En el Espanyol, al principio me costó por tema de ritmo, pero poco a poco me estoy encontrando mejor físicamente. Hubo algún partido que las piernas no me daban o que los gemelos me tocaban la puerta y acababa muy jodido, pero cada vez estoy mejor.

Los dos como entrenadores son muy parecidos. Los dos son muy apasionados, te dicen que vayas con todo a los duelos, que tengas personalidad. Y básicamente te dicen lo mismo. En el Español toca defender bien y cuando tenemos con el balón, salir bien a las contras.

Sí, sí.

Un jugador que con los pies me defiendo. Defensivamente, también puedo aportar. Y soy un tío que, por encima de todo, se lo deja todo en el campo.

Sí, sí. Pivote, pivote. Juegas de cara, ves el fútbol de cara. Disfruto en esa posición, sí. Me gusta tocar el balón y no me quema.

Bueno, con todos, con el que juegue. Últimamente, estamos jugando nosotros, pero el último día jugó Edu Expósito y también fue muy bien. Con Álvaro Tejero también. O Calero.

Muy bien. Muy bien. Es cercano. Te aprieta y te mete caña.

Sí, sí, le tiene muchísimo cariño. Llevan mucho tiempo juntos. Es que Manolo es muy buen tío y sabe mucho de fútbol. Como entrenador, muy bien. Cercano. Y vive mucho el fútbol y te contagia.

Uf… no sé. Yo intento hacerlo lo mejor que puedo para ganar los partidos. Eso pregúntaselo a Manolo.

No, no. Ya he dejado de ver las imágenes, pero cuando las vi… es que todo el mundo vio el partido y nadie lo entiende. Ya me imagino que darán las explicaciones. La verdad que no lo entiendo. No recuerdo algo así.

Ya he visto jugadas… y, que quieras que te diga, todo el mundo lo vio y que cada uno opine lo que quiera.

Ya le conocía de la sub21 y ya me llevaba muy bien porque es muy buen tío. Luego, en el campo que te voy a decir que nadie sepa. ¡Es un porterazo! Joder, es que es muy muy bueno. Una barbaridad.

Yo es que le veo entrenando y lo hace igual que juega. Entonces… es que es una bestia. Muy bueno, muy muy bueno.

(Ríe) Metí uno en un amistoso el año pasado en Japón, pero ese gol mejor ni mencionarlo porque se la comió un poco el portero y… no. No soy de meter goles, la verdad.

Pf. Nunca, nunca. Qué va.

Es que no me acuerdo. En el filial juraría que no metí tampoco. Qué va. No recuerdo la última vez que metí un gol. A ver si algún día cazo alguna.

Al final, soy mediocentro. Si metes de vez en cuando, pues fantástico, pero tampoco creo que sea lo más importante.

(Ríe) Sí, sí. Me lo hizo él. Se la di en medio campo y tiró, tiró… y al final marcó.

Sí, sí. Hay un gran grupo humano y de futbolistas, eso ayuda. Y la cosa va bien. Estoy seguro de que lo lograremos.

La gente apoya al equipo de su ciudad, sí. El Alavés es el equipo de Vitoria y, claro, hay mucha afición. Además, se vive mucho.

Bueno, pero en el campo el ambiente cuidado, ¿eh? A mí me impactó el ambiente del RCDE Stadium. También a mis amigos; el día que vinieron, me lo recalcaron. Joder, es la hostia.

Sí, sí. Yo que he ido a Mendizorroza… es que al final la gente buf, está volcada y aprieta. Bueno, aquí en el Espanyol pasa lo mismo. La verdad que cuando vas al campo hay un ambientazo y eso para los jugadores nos da un plus.

Claro.

Al final no depende de mí, pero estoy muy a gusto aquí, sí. Yo tengo que darlo todo y acabar bien.

Claro. Eso es lo primero.