Winston Bogarde, la apuesta de Van Gaal que le enfrentó con un directivo del Barça: "Seis millones de catalanes son conscientes de sus limitaciones"

Mucho se habló del fichaje de Winston Bogarde (Róterdam, 1970) por el FC Barcelona las Navidades del 97. Antes, en verano, el club ya intentó su llegada, pero finalmente se apostó por Michael Reiziger, que estaba en el Milan, al igual que Bogarde, que fue una apuesta deportiva de Louis van Gaal. "Juega bien en el uno contra uno, es buen marcador y tiene un concepto muy notable de la presión al rival", explicaba el neerlandés para definir y defender su fichaje. Los azulgranas pagaron 300 millones de pesetas a los 'rossoneri'. Debutó ante el Espanyol con victoria, y ese mismo curso, a pesar de aterrizar en diciembre, jugó 24 partidos y anotó dos tantos. Ganó dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa con el Barça.

Pero su rendimiento siempre estuvo en boca de todos. "¿Por qué voy a perder la confianza en él?", reconoció el entrenador ante las críticas recibidas por el futbolista de un directivo de la época en una tertulia radiofónica. Jaume Sobrequés aseguró que a Van Gaal se le cegaba la mente por apostar por su compatriota cuando seis millones de catalanes eran conscientes de sus limitaciones tras encajar tres tantos en diez minutos en Los Pajaritos ante el Numancia.

No encadenó precisamente muchos elogios en su paso por Barcelona, aunque su rendimiento deportivo no fue del todo malo. Estuvo dos temporadas y media. Disputó 61 partidos y marcó cuatro goles. "Van Gaal lo quería porque buscaba un central zurdo", explica el periodista de El Periódico, Joan Domènech. El teutón le conocía de su época en el Ajax. "Era polivalente porque podía jugar también por la izquierda en defensa de tres y eso le gustaba mucho al entrenador", recuerda.

"Era lento, pero inteligente. En ese aspecto era parecido a Ronald Koeman, que intuía y veía el juego muy bien", destaca un excompañero suyo en el Barça. "Era fiable en el pase. Era grande y fuerte", añade. Bogarde tenía un posado serio. "Era una época en la que Van Gaal solo quería holandeses y eso no le ayudó. Realmente Bogarde no era mal jugador, pero no solucionaba gran cosa, es decir, no se lograba dar un salto de calidad su llegada", rememora Joan Domènech.

Fue una época en la que el Barça apostó por una buena colonia de futbolistas holandeses, como los hermanos De Boer, Hesp, Reiziger, Cocu, Zenden, Litmanen, Kluivert o el propio Bogarde. A pesar de no causar una gran impresión entre la parroquia culer, el tulipán tuvo continuidad en el Barça, a excepción de la temporada 1998-1999 en la que se fracturó el peroné derecho antes de la semifinal del Mundial de Francia. El final de la carrera de Bogarde en el FC Barcelona coincidió con un ambiente enrarecido en el club en el final de Núñez, que supuso el adiós de Van Gaal, y con ello la marcha del central. Fue un momento en el que los canteranos por los que apostó Johan Cruyff -Roger y Óscar García, Celades o Iván de la Peña-, perdieron protagonismo. "Se respiraba un ambiente anti Van Gaal y anti Núñez", explica Domènech.

"La pinta de rupestre no le ayudó. Era eficiente, pero no te aportaba un plus. No se podía esperar mucho más. Tácticamente, tampoco era un superdotado. Era introvertido y distante. Recuerdo que no daba entrevistas y tenía muy buena relación con Reiziger y Kluivert. Eran como hermanos", subraya el periodista de El Periódico. "Era una persona poco abierta y no tuvimos mucho trato", reconoce un futbolista que coincidió con Bogarde el año de su estreno en Can Barça.

Se marchó al Chelsea la temporada 2000-2001 tras disputar 35 partidos y marcar dos goles. De hecho, se fue siendo un jugador importante. Bogarde se quiso quedar, pero el adiós de su principal valedor, Van Gaal, pesó demasiado. El club le pagó el año de contrato que le quedaba. En Londres jugó tan solo 11 partidos. Le fichó Gianluca Vialli, que acabó siendo destituido semanas después. Llegó Claudio Ranieri y no jugó. "¿Por qué debería tirar 15 millones de euros cuando ya son míos?", comentó. "Puede que sea uno de los peores fichajes de la Premier, pero no me importa. Este mundo se trata de dinero", reconoció tras acabar jugando con el equipo de reservas conformado por juveniles.

Colgó las botas en 2005 y regresó al mundo del fútbol en 2017 como segundo entrenador del equipo de reservas del Ajax. Entre 2020 y 2022 fue el segundo de Ten Hag en el primer equipo. Y en esa época fue acusado de acoso sexual por una empleada del Ajax. Cuando salió a la luz, el Ajax lo despidió de inmediato.