FC BARCELONA - GIRONA

Por qué el árbitro Pulido Santana no señaló penalti en la acción entre Yáser Asprilla y Fermín López

El centrocampista del FC Barcelona fue derribado por el cafetero dentro del área.

Pulido Santana revisando la acción. /EFE / Alberto Estévez
Pulido Santana revisando la acción. EFE / Alberto Estévez
Marc Mosull

Marc Mosull

Corría el minuto 8 del FC Barcelona - Girona cuando, tras una combinación con Lamine Yamal, Fermín López se internaba en la zona de castigo y cargaba la pierna para tratar de batir a Gazzaniga. Pero justo en el momento exacto en el que entraba en el área, el gerundense Yáser Asprilla le derribó, golpeando en la pierna y empujándole. Así lo entendió el colegiado, que señaló falta. Eso sí, fuera del área.

Tras casi dos minutos de interrupción para que desde la sala VOR valoraran la acción, al colegiado Pulido Santana le recomendaron que fueran al monitor a revisar la jugada. Todo hacía pensar que señalaría penalti, pues el contacto entre el colombiano y Fermín Suárez era claramente sobre la línea. Y la línea forma parte del área. Con lo cual, pena máxima.

Después de inspeccionar a conciencia la acción, el árbitro determinó que no había penalti. Ni tan siquiera falta de Asprilla, que es lo que había señalado inicialmente. Pulido Santana indicó que era falta de Fermín López al cafetero, y no al revés. Entendió que Asprilla llegó antes, que se anticipó al andaluz, ocupando primero el espacio, y que el futbolista del Barça era el que golpeaba con sus dos pies la pierna de apoyo del gironí.

En el caso de que no hubiera habido falta de Fermín a Asprilla, la falta ni tan siquiera se habría revisado; simplemente, el VAR le habría indicado a Pulido Santana que indicara penalti, puesto que el derribo era dentro del área. Es decir, la decisión de si es dentro o fuera en este caso no dependía del colegiado.

Pero como había dudas realmente si la acción era falta o no. Y de sí era de Fermín a Asprilla o al revés, es por ello que el colegiado acudió al monitor. Y terminó decretando que la infracción era del centrocampista azulgrana a Asprilla, que se salvó de cometer un penalti infantil.

La decisión no sentó bien en el Barça, cuyos futbolistas se quejaron visiblemente al árbitro. La reacción más vehemente fue la del propio Fermín López, al que las cámaras que realizan el partido le cazaron gritando "Madre mía". Por su parte, Hansi Flick pidió explicaciones a un Pulido Santana que lo tuvo muy claro.