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Archivada la causa contra el aficionado colchonero acusado de insultar y amenazar a una niña de 8 años

No existen indicios que puedan cuestionar la implicación del hincha del Atlético de Madrid que fue acusado por las aficionadas madridistas.

Aficionados del Atlético de Madrid reciben al equipo. /EP
Aficionados del Atlético de Madrid reciben al equipo. EP
Claudia González Pérez

Claudia González Pérez

En septiembre de 2023 se vivió uno de los derbis más intensos en el estadio del Atlético de Madrid. Pero, sin duda, lo peor llegaría los días siguientes cuando la tía de una niña de ocho años acusó a la afición del Atlético de Madrid de haber amenazado e insultado a su sobrina de raza negra porque vestía una camiseta del conjunto madridista.

A pesar de que hace un tiempo salieron informaciones de que la denuncia era inverosímil, el caso siguió hacia delante y no fue hasta ayer que el juzgado decidió archivar la causa sin imputar al hincha al que la mujer había identificado de forma clara en una rueda de reconocimiento.

En el auto, al que ha tenido acceso EFE, el juez ha acordado el cierre de la causa (aunque con posibilidades de abrirlo de nuevo si se encuentran nuevas pistas) al no encontrar los indicios suficientes para atribuirle los hechos al acusado.

En febrero de 2024, después de que la tía de la niña que fue presuntamente acosada denunciara ante la comisaría los hechos e identificara al autor, el acusado fue detenido. Un año después, el juez considera que no hay elementos suficientes para continuar con la causa abierta. Según EFE, el magistrado ha argumentado que ambas versiones son "igualmente coherentes y creíbles de los hechos, pero que resultan opuestas y contradictorias" y que ni los videos ni las fotografías aportadas esclarecen que él sea el autor de los hechos.

En ellos se puede ver una multitud de aficionados del Atlético de Madrid en las inmediaciones de su estadio y, cerca de las denunciantes, separados por unas diez personas, se reconoce al acusado, pero "no se aprecia ningún tipo de agresión, amenaza, insulto o actividad hostil del investigado a las denunciantes". El periodista que hizo la grabación también ha declarado que no presenció ni el golpe ni los insultos, por lo que no existe ningún indicio para cuestionar que el investigado sea culpable.