Arda Güler, un cambio de estatus en tiempo récord

Arda Güler (18 años) representa a la perfección la estrategia que sigue el Real Madrid en los últimos años: captar a los mejores jóvenes del planeta… con discreción. Mientras desde las oficinas de Valdebebas se deslizaba que no habría más llegadas, se trabajaba en la sombra para convencer a la joya turca por la que peleaban los grandes de Europa (entre ellos el Barça) y a la que el equipo de Juni Calafat (jefe de captación) llevaba meses siguiendo.

¿De qué juega? ¿Llega para el primer equipo o para el Castilla? ¿Lo cederán un año? Eran algunas de las preguntas que se formulaban en la opinión pública inicialmente, cuando su nombre saltó a las portadas. Cuestiones fruto del desconocimiento de quienes nunca habían visto jugar a Güler, porque los dirigentes blancos tuvieron claro en todo momento que se trataba de un diamante que podía destacar en el primer equipo a pesar de su juventud.

Así ha sido: en pocos entrenamientos se ha ganado el respeto del cuerpo técnico y de sus compañeros. El turco ha sorprendido gratamente a Ancelotti, que sabía de su gran calidad pero no lo esperaba tan maduro en otros aspectos del juego. A todos los futbolistas que aterrizan nuevos, especialmente en las demarcaciones del centro del campo, les cuesta adaptarse a la velocidad a la que mueven la pelota los Kroos, Valverde y compañía. Arda, sin embargo, ha cogido rápidamente la nueva dinámica e incluso ha destacado.

Tan bueno es el nivel de Güler que Ancelotti ha comentado internamente que su rol en la plantilla va a ser mucho más importante de lo que pensaba en un primer momento. Lo que más ha sorprendido a Carletto es su capacidad para el último pase, una cualidad que considera muy útil para los partidos en el Bernabéu, donde los rivales suelen encerrarse. En esos duelos la capacidad para batir líneas con un solo toque es oro.

Además, su encaje en el nuevo 4-4-2 que está probando el técnico italiano ha sido muy bueno, tanto en la mediapunta como escorado a la derecha como interior. Con sólo 18 años, en Valdebebas ya trabajan para mejorar su físico de la misma manera que han hecho otros jóvenes (Rodrygo, Valverde…). Eso le permitirá tener aún más recorrido y ser más polivalente, porque por sus condiciones puede actuar en banda, de mediapunta e incluso de interior.

Su encaje en el vestuario también ha sido óptimo: ha llegado con ganas de aprender de los veteranos y con bastante humildad cuando le han dado indicaciones. Por sus características, la comparación con Ozil es obligada, aunque en Valdebebas aseguran que ha aterrizado con mucho más hambre por triunfar.