Arda Güler cierra la puerta a una cesión la próxima temporada: quiere jugar y, si no, un traspaso

La titularidad de Arda Güler en Copa frente a la Real Sociedad ha sido un bálsamo para el joven jugador turco, que cada vez estaba más metido en una espiral de frustración deportiva por su falta de protagonismo en el Real Madrid. Hasta la noche de ayer, cero minutos disputados en sus últimos cinco encuentros. Y nervios.

En la cabeza del jugador resuenan, día a día, las enormes expectativas que en su país hay depositadas sobre él. Esa presión, sumada a sus apenas 20 años, hacen que cada vez que encadena un periodo de partidos sin brillar, el ambiente se enrarezca. Es la misma historia que con la mayoría de jugadores jóvenes que intentan triunfar en el Real Madrid, sazonada con algunos detalles de presión familiar, social y mediática que no están ayudando a su adaptación.

Su técnico, Carlo Ancelotti, se ha referido varias veces a él en las últimas ruedas de prensa dejando claro el proceso que pasan todos los jugadores jóvenes antes de afianzarse en la primera plantilla del Real Madrid (los pocos que lo consiguen): "Todos los que tengan dudas pueden venir a mi despacho. Leo que hay un caso Güler, pero ese caso no ha llegado aquí. Es un proceso para él y para todos los jóvenes. Pasó con Rodrygo, Vinicius, Valverde... Necesita tiempo para incorporarse a la mejor plantilla del mundo. Todo el mundo lo entiende y el que no lo entienda... tiene que hacerlo", zanjó tajante el técnico italiano.

El caso es que ni Güler ni su entorno más cercano terminan de entenderlo bien. La calidad del futbolista está ahí, pero las oportunidades le llegan con cuentagotas y sin la más mínima continuidad. De nuevo su edad precipita las cosas cuando consigue minutos y la ansiedad por demostrar su talento termina aturullando los resultados. Es un círculo vicioso que, de nuevo, se retroalimenta con la presión de lo mucho que espera de él la prensa turca, mucho menos paciente con el desarrollo de su joven estrella que Carlo Ancelotti.

Así las cosas, y con el buen sabor de boca que le han dejado los minutos del partido de ayer, Arda Güler tiene todo muy claro: no va a pasar por otra temporada como esta. Su protagonismo hasta ahora ha sido todavía menor que en la pasada campaña, el gran momento de forma de Ceballos le ha restado posibilidades y hasta el runrún de la grada para ver al joven jugador turco ha bajado de volumen.

La desafortunada lesión del utrerano, que le va a tener unos dos meses apartado de los terrenos de juego, puede ser una vía para que el joven internacional turco encuentre más minutos, aunque la figura de Modric sigue estando por delante, a priori, en el orden de preferencias de Carlo Ancelotti. Por lo menos así lo ha demostrado en lo que va de temporada.

Quiere quedarse... y jugar. La posible marcha de Carlo Ancelotti y el desembarco de un nuevo técnico en Madrid quizá pueda ser una luz a la esperanza para él, aunque con la parte definitiva de la temporada todavía por disputarse, no puede servir como un punto de inflexión como para tomar decisiones. Con cuatro títulos todavía en juego... nadie sabe quién va a estar y quién no. El italiano habla y decide, obviamente, como si fuera a seguir indefinidamente en el cargo, que para eso tiene un contrato que le avala.

En cualquier caso, lo que no va a estar sobre la mesa es una cesión a otro club, por muy importante o "favorable" que sea. La fórmula que sí aceptaron otros como Carvajal, en su día, o el mismo Fede Valverde, no va a ser una opción en su caso. Ni aunque fuera un regreso temporal al Fenerbahçe. En caso de salir, sería traspasado y con una nueva oportunidad sobre la mesa de conseguir el protagonismo que en Madrid, hasta ahora, no ha tenido.

Y eso que desde el vestuario lo que se deja entrever es que la relación cada vez es más fluida con todos sus compañeros. Ha mejorado mucho su nivel de inglés y, con él, la comunicación con todos los demás. El cuerpo técnico lo único que le sigue corrigiendo es algunas fases en su actitud defensiva, que es un punto decisivo para Ancelotti.

Una cesión sería admitir que no ha conseguido los objetivos, mientras que un traspaso (que siempre sería a un club importante) es un "capítulo nuevo", sin el matiz anterior. Candidatos de renombre no le van a faltar, eso es evidente. Aunque, sin la menor duda, su principal opción es seguir y triunfar en el Real Madrid.