GIRONA FC
Artem Dovbyk, el "toro" del Girona que se codea con Haaland o Lewandowski
El punta de Míchel genera más de un gol por partido, tiene la cuarta mejor marca entre los delanteros de las cinco grandes ligas europeas.
"No tengo ninguna presión", afirmó Artem Dovbyk en su presentación como jugador del Girona. Cuatro meses después, el punta ucraniano está entre los máximos goleadores de LaLiga. Apenas ha necesitado tiempo de adaptación para cortar de raíz la sombra del Taty Castellanos y estar a la altura de una leyenda como Stuani. La calma que se respira en La Vinya, centro de entrenamiento del Girona, hace del club catalán un lugar perfecto en el que crecer como futbolista. Ahí se cultiva Artem.
Dovbyk, como tantos otros jugadores de la plantilla que viven dentro del complejo, se mueve en un carrito de golf del campo de entrenamiento al comedor. A su lado, el inseparable Tsygankov. Quique Cárcel pescó en Ucrania una dupla que ha elevado el nivel de la plantilla de Míchel. Y Julius, un utilero -también ucraniano- que lleva trabajando muchos años en el club, ha ejercido como traductor para que su adaptación fuera todavía más rápida.
"Es un toro, es mucho más rápido de lo que parece", comenta una persona del club que sigue los entrenamientos del Girona. A pesar de que Míchel considera que todavía hay margen de mejora en cuanto a química entre el bloque y Dovbyk, el ucraniano ha caído de pie. Marcó en su debut, en Anoeta. La asistencia fue, precisamente, de Tsygankov. Y la pizarra del entrenador vallecano, poco a poco, se ha ido decantando hacia él. El Girona no juega para Artem, pero sí que ha matizado su fútbol en la parcela atacante.
Mejores marcas que Haaland, Lewandowski o Lautaro Martínez
El verano pasado, Dovbyk se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Girona. Los catalanes pagaron siete millones de euros por el 50% de sus derechos. Y la inversión, como también la de Savinho, está siendo rentable. El ucraniano es el cuarto delantero de las cinco grandes ligas europeas que más goles genera. Hasta ahora, entre tantos y asistencias, genera 1,11 goles por partido. Sólo le superan Guirassy, Harry Kane y Undav.
Dovbyk ya se codea con la élite europea. Tiene unos números prácticamente calcados a Mbappé (genera 1,13 goles por encuentro) y supera a Lautaro Martínez (1,02), Boniface (0,99) -una de las revelaciones de la temporada-, Haaland (0,87) o Lewandowski (0,86). Aun así, el fútbol de Dovbyk no empieza y acaba únicamente de cara a puerta. En Montilivi ha demostrado tener el punto de pausa para no finalizar todas las jugadas. Sabe encontrar a sus compañeros, entregarles el último pase.
El Girona 'pasa la página' del Taty
Míchel ha tenido que adaptar el tablero a un punta con un perfil muy distinto al del Taty Castellanos, tanto en términos futbolísticos como de personalidad. El Girona centra una vez más por partido esta temporada, es el tercer equipo de LaLiga que más utiliza este recurso. Y lo hace con efectividad. Desde el sector izquierdo del campo nacieron los goles de Dovbyk en Villarreal o en Pamplona, donde se despojó de la marca de David García, uno de los mejores centrales de la competición defendiendo el área.
Curiosamente, a pesar de ser futbolistas diferentes, Dovbyk aparece en las jugadas del Girona la misma cantidad de veces que lo hacía el Taty el curso pasado, con poco más de 20 apariciones por encuentro. La diferencia está en la zona de las intervenciones. Los de Míchel están sabiendo encontrar a Artem donde más le necesitan: en el área. Y es que cerca de la portería rival Dovbyk interviene 12 veces por partido, el segundo mejor registro de LaLiga y el doble de lo que lo hacía Castellanos.
A pesar de su impacto, Míchel quiere seguir mejorando la relación entre el equipo y Dovbyk. Que el ucraniano sea capaz de potenciar el bloque también lejos del área. Artem es otro gran fichaje de Quique Cárcel al que Míchel logra elevar su nivel. Y el Girona lo nota de cara a portería. También los jugadores del Fantasy: el ucraniano fue el sexto futbolista más usado la última jornada de Liga. Los jugadores del Fantasy se pelean por Dovbyk mientras el "toro" se codea sin vértigo con la élite europea.