Los asientos VIP del Camp Nou dividen incluso al gremio de auditores: "Puede acabar decidiendo un perito judicial"
Relevo charla con cuatro de ellos que van en la línea de Crowe, por lo que la norma 1:1 estaría en riesgo un verano más.

La contabilidad de los 475 asientos VIP del Camp Nou en este ejercicio económico está llamada a ser uno de los conflictos entre LaLiga, el FC Barcelona y la auditora Crowe cuando expire la temporada. Un vodevil que ya ha contado con dos interpretaciones distintas: la de Abauding SL, la pequeña auditora que firmó su inclusión el pasado mes de enero, y la de Crowe Spain, que ha decidido en su primer boceto de las cuentas del ejercicio dejarlo fuera. Y ahora el FC Barcelona corre a toda mecha para instalar los asientos en el estadio para que Crowe cambie de opinión y se calcule ya este ingreso. De eso depende especialmente que los azulgrana puedan volver a la regla 1:1 este verano y operar con normalidad en el mercado. Relevo se ha puesto en contacto hasta con cuatro expertos en auditorías, y cada uno aporta su visión sobre un caso que tiene "distintas interpretaciones válidas" y que no se descarta que lo acabe decidiendo "un perito judicial" en caso de que LaLiga decida llevar a los tribunales a la primera auditora, como amenazó en su comunicado.
El caso arrancó el mes de diciembre. El Barça decidió "ceder por 30 años la explotación" de 475 asientos VIP del futuro Camp Nou a dos empresas por valor de 100 millones. LaLiga pidió una parte del dinero -se ingresaron 58M- y que un auditor certificara que la operación se podía añadir a las cuentas del ejercicio 2024-25. Después de rescindir el 31 de diciembre con Grant Thorton, la séptima auditora más grande del mundo, el Barça recurrió a Abauding SL, con una estructura más modesta, para hacer este trabajo con la interpretación que defendía el club. LaLiga aprobó que la entidad regresaba a la norma 1:1, por lo que el club pudo cargarse de argumentos para pelear las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor y, al mismo tiempo, renovar a jugadores como Araujo, Pedri, Gavi, Gerard Martín, Cubarsí, Íñigo Martínez o Lewandowski. Pero todo cambió en marzo.
El Barça aprobó en enero que su nueva auditora era Crowe Spain, la undécima en el ránking de 2023. Cuando a finales de marzo se tuvo que presentar a LaLiga los estudios financieros previos al final del ejercicio, estos 100 millones desaparecieron. Crowe interpreta que no deben constar. Obviamente, y por confidencialidad, la propia auditora no ha explicado los motivos. Pueden ser hasta tres. El Barça defiende que una vez instalados los asientos, ya se podrán contabilizar, porque ya existen. Otra de las opciones es que la auditora considere que los 100 millones deben repartirse en 30 años, los que dura la cesión. Y, la última, la más catastrófica para el club azulgrana, es que hasta que el estadio no esté operativo y se tengan los certificados de uso de los asientos no se podrán contabilizar. LaLiga hizo un duro comunicado contra el Barça y aviso con denunciar a Abauding SL por haberlos contabilizado en enero, acusando a la entidad azulgrana lo que en el mundillo se conoce como un "firmón" para obtener un interés.
El primer auditor cree que se deben «imputar pero año a año»
Alejandro Valdovinos es auditor senior en Laraudit Auditores y ha seguido este caso porque es muy interesante para el gremio. Él considera abiertamente "razonable vender un derecho de explotación de esos asientos con un contrato solamente". Es decir, que considera que Abauding SL actuó de forma entendible. Pero con un matiz importante: "Los iría imputando anualmente durante el periodo del contrato, no únicamente en este ejercicio". De esa forma, el Barça no hubiera alcanzado la regla 1:1 ni podrá lograrlo solo con esta operación, porque esos 100 millones divididos en 30 años representan 3,3 cada temporada. Pero Valdovinos añade otro factor importante: "Habría que ver el caso exactamente y el fondo jurídico y económico de la operación, es complicado emitir una opinión bien argumentada. Es complejo el caso y da opción a muchos juicios con argumentos más o menos válidos", concluye.
El segundo auditor cree que conceptualmente lo de Abauding no es así
Enric Gimeno trabajó siete años de auditor senior en Audilegalia, S.L.P. y tiene una opinión similar a la de Valdovinos aunque en su caso considera que en ningún caso se debería contabilizar en este ejercicio. "Para la primera auditora el contrato ha prevalecido, pero Crowe considera que hasta que no esté construido no se puede añadir. ¿Y si las obras se paran y hasta de aquí a cinco años no se puede utilizar esos asientos? Considero que no puedes añadir ahora lo que será un ingreso futurible. A nivel conceptual, es difícil justificar el hecho de que puedas añadir un ingreso de algo que no está ni construido ni funcionando", explica y añade un ejemplo común para entender cómo funciona el mundo de las auditorias y la contabilidad. "Hemos comprado un ordenador, pero hasta que no empecemos a utilizarlo no podremos añadir la amortización", aclara. Una cosa es el ingreso o el gasto y otra cuando empiezas a contabilizarlo en el balance.
El tercer auditor cree que si hay riesgo, se puede contabilizar íntegro
El tercer auditor, que prefiere mantenerse en el anonimato al ser considerado "un personaje público", puede llegar a entender la firma de Abauding SL aunque entiende que la clave está en el contrato y eso es confidencial. Él considera que "si ya transfieres un riesgo, ya lo puedes contar. Me refiero a que si ahora hay problemas y los inversores tienen que asumir su producto, perderlo o este cambio y está escrito en el contrato, o incluso ya pueden comercializarlo, entonces sí lo puedes contar". Y se agarra a un precedente del Real Madrid, que hizo lo propio al vender la licencia de determinados asientos VIP y contabilizó en un mismo ejercicio todo el montante: un argumento para anular la opinión de que se pueden prorratear en función de los años. Una de las claves es que el Barcelona seguirá cobrando cada año el abono de esos asientos, por lo que ese ingreso futuro no se anticipa, sino que los 100 millones representan la adquisición de esa cesión.
El cuarto, un abogado experto en litigios con auditores, tampoco lo ve
El último de los encuestados es Felipe García, de Círculo Legal, acostumbrado a mediar en casos de este tipo en sede judicial. En su caso, se acoge al concepto de devengo contable, que determina "el principio por el cual todo ingreso o gasto nace en la etapa de compromiso, considerándose en este momento ya como incremento o decremento patrimonial a efectos contables y económicos". En este caso, cree que "no se puede contar sin haber podido realizar el uso ni la prestación de la venta, me parece demasiado arriesgado que la auditora lo cuente. Entiendo además que debe ser un ingreso en diferido". "No se puede dotar esa partida, porque ni siquiera el estadio tiene el certificado de final de obra, no ha habido un evento deportivo, no se ha utilizado... Lo probable es que Crowe, que sea más serio, recomiende un ingreso año a año", apunta.
Y no descarta que si LaLiga denuncia a Abauding SL ante el ICAC, como anunció, el caso pueda acabar en manos de un perito judicial. "A nivel societario este tipo de piruetas económicas existen; los informes arriesgados de determinados auditores existen. Los jueces se pronuncian. Un perito nombrado por el juzgado es quien lo estudia. Nos pasa a los abogados. Hay muchas sociedades en causa de disolución que a veces contabilizan un préstamo participativo. El perito judicial declinará la balanza. Pero esto puede tardar meses y hay medidas cautelares", reflexiona.
Aunque la auditora pequeña está bajo la lupa, considera Felipe García que no suelen ser las más sospechosas, sino todo lo contrario: "Hay empresas con pocos trabajadores con más garantías que las Big Four. El tamaño no me hace pensar que fuera a significar una pérdida de calidad, sino todo lo contrario. Si LaLiga va a revocarte, no podrás trabajar de auditor. No entrarían en ese juego, puede ser inhabilitación o multado. Sobre el papel no me lo parece. Los grandes trabajan bien, pero los pequeños son más atentos. Si lo que quieres es comprar la voluntad de un auditor, te vas a una persona física y le pones un cheque de oro. No me parece sucio esto", finaliza.
Cuatro personas del mundo de la auditoría que duda de la valoración de Abauding pero que también defienden que pueda ser lógica si el contrato ya transfiere un riesgo. Cuando deje de rodar el balón, quizás, no se hablará de otra cosa.