El Athletic sella su semana perfecta ante un Sevilla que alarga su maldición

Partido histórico en Nervión. De esos que huelen a fútbol. A trayectoria importante de clubes en España. A Sevilla -sumergido en el momento más complicado de su historia reciente- y Athletic Club -soñando con la Europa League-. Un encuentro disputado, igualado, con polémica... y con un ambiente espectacular, como acostumbran ambas aficiones en sus enfrentamientos.

El partido comenzó con un Athletic plagado de rotaciones, pero con el cuchillo entre los dientes. Aunque poco le duró ese cuchillo, que lo afiló Berenguer con un disparo al larguero... y se fue oxidando con el paso de los minutos. A la vez que el Sevilla, sin hacer demasiado, ganaba protagonismo con balón. Aunque demasiado en la faceta de creación: se la jugó muchísimo, algo que arrancó algún pito en el Sánchez-Pizjuán.

Pero Lukebakio volvió a comandar a los suyos con esas estéticas e incesantes conducciones. Él contra todos. No le bastó esta vez para marcar, le faltó acompañamiento. Y aunque el Sevilla fue de menos a más, estuvo a centímetros de marcharse por debajo al descanso. Mikel Vesga erró desde los once metros ante un Nyland que volvió a parar un penalti siete años después. Explotó de felicidad Nervión y se acabó la primera mitad.

El fútbol volvió en la segunda parte con un Sevilla más asentado y con Saúl sustituido. El ilicitano vio la amarilla a los 23 minutos, y con el derbi a la vuelta de la esquina -y Sow sancionado por ciclo de tarjetas-, todo indicó que eso fue lo que motivó su cambio. José Ángel Carmona se animó con un centro envenenado que sacó Unai Simón con una imponente mano abajo.

El veneno llegó al partido con los cambios. Valverde dio entrada a Nico, Jaureguizar y De Galarreta... y García Pimienta respondió con Vargas y Juanlu. Y el suizo, otra vez, volvió a ser importante desde que pisó el césped. Se generó una ocasión desde la banda que casi acaba en gol: Sow remató mordida.

Nico le metió nervio al Athletic con alguna jugada de peligro... y su hermano Iñaki tuvo la más clara. Pero Nyland volvió a aparecer con una mano salvadora, de esas que ganan puntos. Todo se calmó en Nervión... hasta que llegó el minuto de la tragedia. Agoumé hizo una falta, vio una tarjeta que le hace perderse el derbi... y en el centro de la misma anotó Yeray. Jugada muy mal defendida por el Sevilla.

Para los minutos finales quedó un último apretón de los de García Pimienta. Lo intentaron con las pocas herramientas que le quedaban, pero el marcador no se movió. Lukebakio lo intentó desde la banda, aunque su tanque de gasolina ya estaba bajo mínimos. Tampoco tuvo fortuna un Rubén Vargas al que ganas no le faltaron. Y los tres sonidos del silbato de Pulido Santana sentenciaron la victoria del Athletic, que sella una semana de ensueño, y la derrota de un Sevilla que se queda a las puertas, una vez más, de sumar dos victorias consecutivas. Dato demoledor.