El Atlético avisa al Real Madrid de que la temporada se le puede hacer larga

El Real Madrid salió del partido contra el Atlético de Madrid abatido. Un nuevo empate ante el vecino, al que sólo han podido ganar una vez de cuatro enfrentamientos esta temporada. Esta vez dolió especialmente porque el equipo había sido mejor durante los 90 minutos y pudo cerrar el partido antes de que Marcos Llorente pusiese el empate a uno en el descuento. Pero ese gol destapa la realidad que le espera al Madrid a partir de ahora hasta el final de la temporada.

A los blancos les quedan por delante 15 jornadas de LaLiga y la Champions y, aunque el ejercicio de supervivencia es encomiable, el Atleti ha demostrado que al Madrid no va a ser ni mucho menos un paseo lo que venga de aquí a mayo. La mala suerte se ha cebado con los blancos que aprenden la lección tras el partido en el Bernabéu: mientras antes se pueda cerrar LaLiga, mejor.

Más allá de lo que depare la Champions, al Madrid le quedan tres salidas complicadas: Valencia, Real Sociedad y Villarreal. En casa recibirá a Athletic o Barcelona. No es el calendario más complicado de los de arriba, pero sí tiene cierta trampa ya que por el camino aparecen duelos contra Osasuna o Mallorca que otras temporadas le han costado el título.

Las bajas y el calendario ponen aún más difíciles los objetivos. Tres roturas de ligamento cruzado -Courtois, Militao y Alaba-, además de las innumerables lesiones musculares o bajas de corta duración. Contra los rojiblancos les tocó a Rüdiger y Vinicius por unas molestias en el muslo y en las cervicales respectivamente.

Ancelotti, oliéndose esta clase de problema, esperaba algún refuerzo más. Primero un delantero en verano y luego un central en invierno. Ni una cosa ni otra. Ahora le toca resistir con una plantilla que considera fuerte, pero en la que echa de menos algún retoque. El italiano sabía que podían suceder cosas como estas. Que le tocase jugar con Carvajal de central o con un equipo con varios suplentes un Derbi clave por LaLiga.

Y viene el Girona. El equipo de Míchel -que no se podrá sentar en el banquillo- viene lanzado, a dos puntos del líder. Igual que el Madrid, sólo han perdido una jornada en esta Liga. Los blancos consideran el del próximo sábado uno de los partidos más importantes de la temporada, clave en la lucha por el título. Una victoria serviría como un subidón de energía y optimismo de cara a un final de curso cargado de partidos.

Aparte de los resultados, gasolina de un Madrid muy meritorio, lo que motiva de cara al futuro son las recuperaciones de Militao y Courtois. Especialmente la del brasileño, que mejora muy rápido de su rodilla. Los médicos le han pedido paciencia, pero lo cierto es que el cuerpo técnico lo espera con los brazos abiertos y él se desespera por volver a entrenar con el grupo.

Con Girona y Leipzig en el horizonte, el Madrid cuenta ahora con una semana balsámica para recuperar tocados y poner a tono a la plantilla. Mucho por mejorar: la defensa, el juego aéreo, la definición… Mostró una buena cara en el Derbi, pero también algunos de sus defectos. Por ello, el cuerpo técnico y los jugadores trabajaran a conciencia con una premisa: mientras antes podamos cerrar LaLiga, mejor.