El Atlético de Madrid tiene que activar el ritmo de Giuliano Simeone y olvidar el de Antoine Griezmann

"Necesitamos tener a los mejores dentro del campo, el entrenador cree en él, quedan siete partidos". Así de certero fue Diego Pablo Simeone cuando le preguntaron por Antoine Griezmann en rueda de prensa. Un Griezmann que ante el colista tampoco pudo asistir ni marcar, que apenas entró en juego y cuando lo hizo fue en las zonas del campo donde estaban sus compañeros, un Griezmann que fue sustituido (junto a Koke y Lenglet) antes del minuto 60 y que cada vez que hace un partido así, sufre sobre el campo.

¿Qué le pasa a Griezmann? Nadie lo sabe. No es el mismo del primer tercio de temporada, se le ve apagado sobre el campo, sin confianza y sobrepasado. Un regate completado en 60 minutos es un bagaje muy pobre para un jugador que supo ser el gran referente ofensivo del equipo y que ahora se ha visto sustituido, en ese aspecto, por un Julián Alvarez que cada vez más se echa el equipo a la espalda.

En muchas ocasiones, el francés contagia a los demás compañeros y se juega a su ritmo. Más allá de una crítica, es una realidad de lo que pasa en el campo. Los aficionados rojiblancos cada vez están más cansados de ver al '7' del Atleti en ese modo y ver que no responde, no ya en los partidos importantes, sino en estos que son más asequibles, por lo menos en la previa.

Si además del otro lado te encuentras a un jugador como Giuliano, todo lo malo que hablamos antes se hace más evidente. Es obvio que son dos etapas de la vida distintas, que no se pueden comparar uno con otro, esa es la realidad. Pero también es real que el Atlético de Madrid tiene que activarse para ser un equipo peligroso y eso lo hace a través del ímpetu y las ganas de Giuliano y no a través del juego de Griezmann.

¿Qué le da el argentino al equipo? Él mismo lo dijo en rueda de prensa: "Lo que me pide el técnico es lo que le pide al equipo. Intensidad, trabajo, esfuerzo, compromiso y dar todo hasta el final, dar el máximo para ayudar al equipo". Una frase para resumir todo lo que es él y todo lo que transmite a la grada, que después vuelve multiplicado en dirección al terreno de juego.

Giuliano Simeone demostró durante toda la temporada que es un jugador hecho para el Atlético de Madrid, que los compañeros creen en él y que él le puede dar mucho a ellos. Pero la realidad es que el juego de Giuliano va más allá y hoy, con siete partidos por delante, el equipo está más cerca de vivir cómodo a su ritmo y no al de Griezmann.

Estos siete partidos de liga que faltan y el Mundial de Clubes serán la clave para saber qué pasará con Griezmann. El francés y el club tienen que decidir todavía qué hacer la próxima temporada, pero con partidos como este y con el buen hacer de Sorloth, parece cada día más complicado tenerlo entre los once titulares. Es cierto que la relación entre Simeone y Griezmann va más allá del terreno de juego, son muchos años juntos y el argentino no le va a quitar la confianza que le da, pero ahora es el momento de que el '7' responda dentro del campo.