El Atlético de Madrid corta la racha del Athletic y duerme líder

En el Metropolitano, a pesar del frío y de la lluvia, había un 'picorcito' especial por lo que había pasado un rato antes en Sevilla, donde el Real Madrid perdió ante el Betis. Pero en Canillejas jugaban el tercero contra el cuarto en el gran partido de la jornada, con todo lo que ello conllevaba, incluida la posibilidad del Athletic de meterse en la lucha por el título, algo que hace décadas que no sucede.

El partido tenía tintes de partidazo y así fue. Los rojiblancos le daban descanso a Llorente y Julián Alvarez. En el Athletic no estaba Sancet por lesión. Pero los dos equipos no querían perdonar nada y se jugaban todos los balones divididos como si se tratase del último minuto de partido.

El Atlético se llevó un partido importantísimo en el Metropolitano y cortó la racha espectacular del Athletic de cuatro meses sin perder. Simeone se volvía loco en la banda, los aficionados se acordaban del Madrid y el Atlético dormía líder a la espera del Barcelona.

A falta de juego de calidad, el Atlético llegaba con más ganas que otra cosa, sobre todo gracias a la energía que imponía Giuliano en la derecha. Con centros laterales llegaba el peligro al área de Unai Simón y Le Normand, sólo, solísimo, no acertaba en un cabezazo en el borde del área pequeña. El derecho a réplica era del Athletic, pero en ese caso era Oblak el que salvaba a su equipo tras un gran remate de Iñaki Williams.

De repente, antes del descanso, el partido se convirtió en un ida y vuelta que tenía contento y enamorado a todos menos a los dos entrenadores. El encuentro estaba muy bonito, con ocasiones de ambos lados y la gente disfrutando, pero la sensación era que el gol del club vasco estaba más cerca que el del equipo de Simeone, que en los primeros 45 minutos no pudo tirar entre los tres palos y no vimos a Unai Simón en ningún momento.

En el partido ya había dos grandes protagonistas y no eran delanteros, eran los centrales. Vivian por el lado bilbaíno y Lenglet por el lado madrileño. Los dos comandaron a sus defensas y pararon a los delanteros rivales, aunque el vasco tuvo mucho trabajo con un Sorloth que lo intentó de todas las maneras posibles.

Simeone, como casi siempre que no mueve el banquillo en el descanso, espera hasta el minuto 60 de partido. Esta vez no iba a ser diferente la historia y a la hora de partido quitó a Sorloth, Giuliano y Lino para meter a Julián, Gallagher y Marcos Llorente por dentro. El Athletic estaba dominando el partido, la gente en las gradas sentían el frío más que nunca y el equipo de Simeone necesitaba un empujón de los tres que entraron desde el banquillo para cambiar el partido.

Y claro, por algo el Cholo es el entrenador. Cambio de piezas y a la primera de cambio, asistencia de Llorente y definición exquisita de un Julián Alvarez que con este ya lleva 21 goles en toda la temporada y 10 en liga. 16 goles y tres asistencias generados por los suplentes del equipo de Simeone en esta liga, de largo el equipo en el que más aportan los jugadores del banquillo rojiblanco, una auténtica barbaridad.

Simeone sabía que a su equipo le faltaban piernas y cada dos minutos le pedía a los suyos, pero a los de la grada, un grito más. Ese grito para contagiar y darle piernas a los jugadores rojiblancos, que la necesitaban porque el Athletic, en menos de 15 minutos, tiró tres veces a los palos, que se aliaban con un Oblak que no podía hacer otra cosa que mirar y darle las gracias a quien se las tenga que dar.

Pero el Atlético resistió como nunca y se llevó los tres puntos. El Metropolitano terminó cantando contra el Real Madrid pensando en el partido del Bernabéu del próximo martes y a pesar del frío madrileño, disfrutó de una noche en la que se va a casa a dormir líder a expensas de lo que haga el Barcelona. La ilusión desborda a la parroquia rojiblanca que sigue rezándole a su santo Julián.