Aumentan los dolores en la rodilla de Rüdiger, él no quiere bajarse del barco y ya no se descarta la operación
El alemán arrastra molestias en el menisco que le están limitando y que demandan más descanso. Es el tercer jugador más utilizado.

Son días dolorosos en el Real Madrid. La eliminación de la Champions después de dos malísimos partidos contra el Arsenal descubrieron todas las carencias futbolísticas del equipo y han sumido al vestuario en una espiral de críticas, desgaste e interrogantes que dejan a Ancelotti en el alambre. Más allá del descalabro, también son días dolorosos para Antonio Rüdiger (32 años). El central lleva meses jugando con serios problemas en su rodilla izquierda. Su aparatoso vendaje le quita misterio a un asunto que empieza a preocupar. Hasta el punto de que ya no se descarta que se opere.
El alemán arrastra molestias en el menisco, un serio contratiempo con el que convive y que se ha vuelto más doloroso en los últimos encuentros por la acumulación de esfuerzo. Hasta el momento ha conseguido soportarlo, en una mezcla de compromiso con el equipo en el tramo más importante del año y que su umbral del dolor mira desde lo alto al de la media. Aunque ha tenido apariciones estelares, como su cabezazo en la prórroga ante la Real que le dio el pase al Real Madrid a la final de Copa, o el gol de penalti contra el Atlético, sí ha dejado más dudas en defensa, donde su articulación está más exigida.
En la vuelta contra el Arsenal, por ejemplo, pudo apreciarse ciertos momentos en los que el físico le dio la espalda y acabó viéndose superado y/o cometiendo errores. Tal vez por esa razón, unida al desengaño por comprobar cómo la remontada iba barnizándose del color de lo imposible, Rüdiger abusó de faltas y de algún comportamiento que rozó los límites. Pese al vendaje y el dolor, jugó los 90 minutos. "No ha sido lo suficientemente bueno para todos nosotros. Resultado muy frustrante al final. Necesitamos subir de nivel para los próximos partidos. ¡Gracias a todos los madridistas por el gran apoyo!", escribió el jugador en redes sociales después del naufragio europeo.
Ahora, el foco del central es sobrellevar de la mejor manera posible la dolencia para seguir dando la cara en los frentes que le quedan al Real Madrid, que no son pocos: la final de Copa contra el Barça, seguir luchando por rebajar la diferencia de cuatro puntos con los azulgrana en LaLiga y un Mundial de Clubes que está subrayado en el club por el premio multimillonario para el campeón. No entra en sus planes parar ahora, no quiere dejar tirado al equipo, consciente de la falta de Militao, de que Alaba no es el mismo tras su lesión, de la ausencia de Carvajal, de que Asencio acaba de llegar al primer equipo... El año pasado ya se ofreció a jugar un derbi a pesar de que no podía casi ni apoyar la pierna. Será, por tanto, al final de la campaña cuando se decida qué hacer con la rodilla izquierda de Rüdiger. De momento, trabaja a diario con los fisios y recuperadores para seguir en la batalla.
El ex del Chelsea es uno de los hombres fuertes del técnico italiano. En la hoja de servicios de la plantilla figura como el tercer jugador más utilizado, con 3.900 minutos a sus espaldas, sólo 123 menos que Mbappé, segundo, y 292 menos que el incansable Valverde. 43 titularidades de 47. Una acumulación de fatiga, de la que el propio futbolista lleva tiempo avisando, que demanda más descansos. El entrenador deberá ponderar la situación para evitar que un disgusto le prive de Antonio en alguno de los partidos importantes que quedan en el horizonte blanco. No será el alemán quien dé un paso al lado, obsesionado con servir al equipo en las duras.