Expediente central: Ancelotti sólo ve una solución para el centro de la defensa, pero el club tiene sus motivos para no ir al mercado

El Real Madrid espera al final de temporada para tomar decisiones. El club, que allana el camino, ha avanzado en varios asuntos, como el fichaje de Trent Alexander-Arnold, que ya dan por hecho de puertas para dentro, pero hay movimientos que no se llevarán a cabo hasta ver si esta 2024-25 acaba con uno, dos o tres títulos. Uno de los puntos más calientes, obviamente después de lo que pase con Ancelotti, entre el madridismo es si se fichará un central o no. En Valdebebas hay voces que lo ven muy necesario, pero entre los que mandan siguen sin tenerlo claro.

Carlo Ancelotti, por ejemplo, considera que es poco más que obligatorio fichar y le gustaría contar con un hombre más en la rotación. O dos. El italiano, que convive con los jugadores y ve su nivel día a día en los entrenamientos, intuye una 2025-26 (si continúa) complicada con lo que hay ahora mismo en plantilla, incluso recuperándose Militao. Ya esta temporada le está costando encontrar regularidad defensiva y no ve que, con los nombres actuales, vaya a mejorar.

A pesar de ello, el italiano, como siempre, no exigirá. Primero, porque ni siquiera sabe si continuará el año que viene. Pero ni siquiera es su modus operandi y así lo ha demostrado a lo largo de estos años. Sí que da su opinión al club o incluso pide, dentro de las posibilidades, hacer un esfuerzo por uno u otro jugador. Pero sabe que esa batalla la tiene perdida. Que mientras que él ve unas prioridades, la directiva está en otras, y es en los despachos donde se decide, no en su vestuario. No pidió a Fran García, Endrick, Arda Güler o Joselu y sí que solicitó un delantero en 2023 o un central invierno pasado -ninguna de las dos posiciones se reforzó-.

En el Real Madrid tienen sus motivos para no acudir a firmar un central el próximo mercado. No es una vía cerrada por completo, pero sí que no acaban de tenerlo claro. Desde un punto de vista deportivo, nadie niega que hay margen de mejora. Que los futbolistas que han llevado al equipo a las últimas Champions no están en su mejor momento. Rüdiger arrastra problemas físicos, Alaba no es el mismo después de la lesión y hay que ver cómo vuelve Militao de su segunda rotura de cruzado. La única certeza es un Asencio que ha convencido a todos: puede formar parte de la primera plantilla y por eso se le renovó antes de empezar la temporada.

Sin embargo, hay otros aspectos que decantan la balanza hacia no gastar dinero en el centro de la zaga. Por ejemplo, que Alaba y Rüdiger, que acaban contrato en 2026 y no tienen visos de salir este verano, cuentan con grandes salarios. Especialmente el austriaco, que percibe una de las fichas más altas de la plantilla. Con ellos dos más Asencio y Militao la rotación de centrales quedaría completa. Respecto al brasileño, la rehabilitación va viento en popa y se le espera, a más tardar, en la pretemporada. Se puede contar con un Tchouameni que ha demostrado rendir ahí.

En caso de emergencia, siempre quedará la cantera. La irrupción de Asencio ha terminado por convencer a los directivos de que hay jugadores aprovechables en La Fábrica. Jacobo Ramón, muy del gusto de Carletto, o Joan Martínez pueden llegar a sumar en situaciones de emergencia, aunque al italiano nunca le haya gustado exponer a lo jóvenes.

2026 será otra historia. El club ve ese año como el ideal para firmar un central, con William Saliba como principal objetivo. El francés acaba contrato en 2027 y se puede poner a tiro. Y hay otros nombres en cartera a lo que poder atacar. Este verano sólo una buena oportunidad de mercado que se ponga a tiro hará que se lo replanteen. De momento, la posición no es una prioridad, aunque sí lo sea para Ancelotti.