El Balón de Oro de los delegados se sienta en el banquillo del Athletic: "Siempre acudo a pedirle consejo porque encuentro la respuesta adecuada"
Los valores que representa Sendoa Agirre, que vivirá hoy en San Mamés un partido muy especial con la visita del Alavés, le convierten en una persona que deja huella.

Detallista, trabajador, educado, respetuoso, buena gente, equilibrado… Son algunos de los muchos elogios que caracterizan al protagonista de esta historia que tiene como eje conductor a Sendoa Agirre (Erandio, 1975), actual delegado del Athletic Club y que en su día hizo las mismas labores en el Alavés. Hoy ambos equipos se verán las caras en un San Mamés que volverá a ser una caldera. Será un derbi muy especial para este bilbaíno que antes de ponerse el traje y la corbata, se batió el cobre por muchos de los campos de la geografía nacional, en los que también dejó su impronta a base de goles.
Llegado del Gernika, este erandiotarra de 49 años fue jugador del Bilbao Athletic y llegó a debutar con el primer equipo en el partido amistoso ante la selección de Brasil. Después pasó por Eibar, Barakaldo, Alicante y Hércules, con quien jugó en Primera División. Terminó su carrera profesional en el Alavés, donde tras colgar las botas, ocupó diversos cargos técnicos en el conjunto gasteiztarra, incluido el de delegado en las últimas cuatro temporadas. Forjado en Lezama, a donde llegó con 10 años en edad alevín, Sendoa Agirre ha sido nombrado hasta en tres ocasiones (dos con el Alavés y una con el Athletic Club) mejor delegado de LaLiga, lo que habla de la consideración que tienen hacia él los árbitros del campeonato, que son los que eligen el premio.
"De Sendo todo lo que te pueda decir es poco. La mejor forma de definir cómo es ese tipo de persona a la que quieres tener cerca siempre tanto en lo personal como en lo profesional. Es maravilloso". Son palabras de Rubén Uría, segundo de Marcelino ahora en el Villarreal, y con el que coincidió las dos temporadas que el técnico asturiano estuvo a los mandos de la nave rojiblanca. Los recuerdos son los mejores, como también lo son los de su amigo Javier Farinós, con el que compartió vestuario en el Hércules de Alicante. "Yo solo puedo hablar maravillas de él", reconoce el valenciano. "Es con los pocos que tengo contacto", puntualiza. Y es que, en opinión del exinternacional español, "como persona es mucho mejor que como jugador". Echando la vista atrás a su pasado conjunto en el equipo alicantino, Farinós destaca que "era el mejor compañero y siempre estaba a disposición del entrenador".

Su relación no fue un flechazo a primera vista. "Yo estaba a mi bola", reconoce. "Al principio es cierto que no hubo mucha relación con él, pero fue empezar a hacerlo y descubrir a alguien especial. Yo no tengo mucha memoria de las cosas que me han pasado en el fútbol, no puedo contar muchas anécdotas porque no me gusta mirar para atrás, pero de Sendoa sí que tengo muy buenos recuerdos. Nos sentábamos juntos, dormíamos en la misma habitación", recuerda un Farinós que no duda en deshacerse en elogios hacia su amigo: "Es una persona muy humilde, muy natural. Es de las pocas que hay naturales, que se lleva muy bien con todo el mundo. No creo que Sendo tenga enemigos. Cuida a la gente, es un hombre muy considerado con todo el mundo. Le da lo mismo que sea el utilero que el presidente, que el trato va a ser igual de bueno con los dos. Es todo educación. Sabe estar en todos los lados. Es un señor", confirma.
"Cuida a la gente, es un hombre muy considerado con todo el mundo. Le da lo mismo que sea el utilero que el presidente, que el trato va a ser igual. Es todo educación. Es un señor"
Excompañero en el HérculesLos premios recibidos como mejor delegado no le sorprenden a Farinós, sobre todo, "por la manera de ser" de Sendoa. "Es un trabajo que le pega totalmente, le sienta a la perfección por la personalidad que tiene. Estará encantado. Yo creo que le va como anillo al dedo", declara.
También guarda un excelente recuerdo de Sendoa, Unai Alba, portero de aquel Hércules que consiguió el ascenso a Primera División en la 09/10. En la máxima categoría sus minutos se redujeron de manera considerable, pero eso no le importó. "Se fue adaptando y siempre era un jugador importante. Era alguien muy inteligente, que tenía gol, era muy trabajador, comprometido y todos los entrenadores contaban con él", destaca el oiartzuarra. "Como persona era muy top", destaca el entrenador de porteros del Barça B. "Era súper buen compañero, súper responsable, súper trabajador. Era una maravilla", puntualiza Alba, para quien Sendoa, como delegado, ha encontrado "su puesto ideal" porque se lo va a hacer "muy fácil" a los jugadores. Es más, "le va como anillo al dedo" porque "está muy pendiente de las situaciones personales de todo el mundo". Y se explica: "Igual llevas tiempo sin hablar con él, se acuerda de tu cumpleaños y te felicita. Se acuerda de una pérdida personal que has tenido… Y dices: 'Ha pasado el tiempo y ¿cómo es posible que se acuerde de eso?'. Eso dice mucho de él como persona", elogia.

Para Unai Alba, la humildad que caracteriza a Sendoa está por encima de cualquier otro objetivo. Y para muestra un botón: "Era un jugador habitual, metía goles, pero para nada se lo creía. Hablabas con él y siempre se mostraba humilde. Se quitaba todo el mérito a pesar de los goles que metía y de ser uno de los jugadores más importantes del equipo. Siempre le gustaba tener ese perfil de bajo. No le gustaba destacar".
"Llevas tiempo sin hablar con él, se acuerda de tu cumpleaños y te felicita. Se acuerda de una pérdida personal que has tenido… Y dices: '¿Cómo es posible?'. Eso dice mucho de él como como persona"
Excompañero en el HérculesA la hora de hablar de experiencias compartidas, Unai Alba nunca olvidará cómo le recibió cuando llegó a Alicante. "Llegué de fuera y él me lo hizo muy fácil desde el primer día. Yo estaba solo en Alicante, sin pareja, sin nadie. Me había bajado solo. Y cuando se iban a cenar o a tomar algo, siempre me escribía. 'Vente con nosotros', me decía. Me quiso meter en el grupo muy rápido. Y eso cuando estás lejos de tu casa, yo era la primera vez que salía fuera del País Vasco, se agradece mucho. Eso no se olvida", resalta.
Un hermano mayor para Borja Viguera y Manu García en el Alavés
Finalizado su periplo de nueve años en tierras alicantinas, firmó dos temporadas con el Deportivo Alavés donde consiguió el ascenso a Segunda División. Tras su retirada pasó a la secretaría técnica del equipo babazorro trabajando junto a Javier Zubillaga. Pocos meses después, con la llegada de Alberto López al banquillo, se convirtió en segundo entrenador. Finalmente, en 2015, se incorporó al puesto de delegado del primer equipo donde fue elegido como mejor delegado de LaLiga en 2017 y 2018.

Manu García lo tuvo como compañero, más tarde como segundo entrenador y, por último, como delegado. "Más allá de lo profesional, hemos hecho mucha relación personal", valora. "Es una persona a la que admiramos mucho y que es muy buen amigo", destaca. "Es un ejemplo. Siempre ha sido un apoyo, alguien que estaba dispuesto a ayudar, que da ejemplo. Es una persona muy tranquila, muy sensata. Siempre ha sido un apoyo muy bueno para nosotros", argumenta el gasteiztarra.
En su época de jugador, Manu García recuerda que Sendoa "transmitía tranquilidad, mucho saber estar en momentos complicados". Reconoce que "era al que siempre acudía a pedir consejo y lo sigo haciendo porque me da mucha tranquilidad y porque sabía que siempre iba a encontrar una respuesta adecuada". Eso es algo que no cambió cuando el de Erandio colgó las botas. "Desde otra posición siempre es alguien en el que busco apoyo, consejo y con quien me gusta tener relación y contacto porque es muy especial", asiente.
"Cuando comenzó a ser delegado, se encontró más cómodo. Estaba más cerca del futbolista, del día a día, de poder ayudar, de hacernos la vida más fácil. Le permitía vivir el vestuario, lo que le gustaba"
Excompañero suyo en el AlavésComo todos los que participan de esta historia, Manu García también piensa que como delegado, Sendoa ha encontrado "el lugar en el que más cómodo se sentía". Como secretario técnico recuerda que "estaba más lejos de nosotros, en una posición más de superioridad, pero cuando bajó a ser delegado, se encontró más cómodo, más cerca del futbolista, del día a día, del trato, de poder ayudar, de hacernos la vida más fácil. Es donde más a gusto se encuentra y aparte le permite vivir el vestuario y el día a día, que es lo que le gusta", considera. Eso sí, estima Manu García que "una vez que dejó de jugar, podía dedicarse a lo que quisiera dentro del fútbol porque tenía capacidad y conocimientos para aportar y ayudar en diferentes ámbitos. Como delegado le veo más cómodo. Igual puede expresarse tal y como es", puntualiza el ex del Alavés, que se alegra de que Sendoa esté disfrutando "en el club de sus amores". "Se quedó cerca de debutar y ahora viviendo todo, siendo participe de ello, claro que es especial", declara.

En ese Alavés que consiguió el ascenso también militaba un imberbe Borja Viguera, que solo tiene palabras de agradecimiento hacia la figura de Sendoa Agirre, con el que también mantiene una estrecha relación de amistad. "Es una persona súper educada y respetuosa. Solo puedo hablar bien de él en todos los sentidos tanto cuando fue compañero de batallas, cuando estuvo de secretario técnico echándole a una mano a Javier Zubillaga y después como segundo de Alberto, el exportero de la Real. Siempre estaba predispuesto, ayudando y siempre muy respetuoso y súper detallista. Ese es el rasgo que mejor le define", resalta el riojano.
"Si a cualquier persona que le conozca un poco, le preguntas por Sendoa Agirre te va hablar de una persona detallista, trabajadora, educada y respetuosa. Es lo que es él", reconoce Viguera, que guarda una anécdota de su fichaje por el Athetic Club: "Una de las primeras cosas que hace es llamarme para contarme que va a fichar por el Athletic. Yo ya no estaba pero había estado y me llamó para interesarse por la dinámica que tenía, para cuando llegase el momento de aparecer en Lezama, no hacerlo sin saber nada, que lo tuviera un poco controlado", ensalza el exfutbolista, consciente de que "el trabajo que hace en Lezama es muy distinto al que hacía en Ibaia porque no es lo mismo ser delegado del Alavés, que tienes a muchos jugadores de fuera, que en el Athletic, que te hacen sentir pronto como uno más…", valora de alguien que "siempre está en un segundo plano".
"Si quiero ir, por ejemplo, a la final de Copa y le pido una entrada, ya sé que es difícil que me la consiga, pero seguro que hace todo lo que está en sus manos por conseguírmela"
Excompañero en el AlavésSu grado de entrega y compromiso es tal que Viguera está seguro de que Sendoa movería cielo y tierra para conseguirle un billete para la final de La Cartuja: "Si quiero ir, por ejemplo, a la final de Copa y le pido una entrada, ya sé que es difícil que me la consiga, pero seguro que hace todo lo que está en sus manos por conseguírmela".