El balón ya no es la manzana prohibida: Gol-Ball sortea todas las pelotas de LaLiga
Su CEO, Andrés Felipe Rodríguez, explica en Relevo la naturaleza de la idea: "Queremos democratizar el fútbol".
Estadio de Vallecas. Fría tarde de invierno. Las masas salen por el fondo y se sorprenden al observar a los operarios bloquear la salida. Un pequeño hueco entre los trabajadores del campo para pasar y una frase repetida en bucle: "Perdona, ¿puedes abrirte el abrigo?". Buscaban un balón, lo prohibido. Minutos antes, había caído en la grada en un lance del juego y se había perdido entre la multitud. Ni siquiera en esa situación tan anómala un seguidor podía llevárselo a casa. El protocolo, natural. Pues ahora es posible. ¿Cuánto pagaría un argentino por la pelota que paga el Dibu Martínez?, ¿y un devoto por el balón de la mano de Dios?, ¿el gol de Ramos de la Décima?, ¿el de Godín en el Camp Nou?, ¿el de Iniesta en Sudáfrica? Tú, al otro lado de la pantalla, piensas que es imposible. De coleccionistas. Subastas millonarias, claro, de millonarios. Una fruta prohibida. Con Gol-Ball ya es una realidad. (Ahora GolBall incluye un trivial en lugar de un sorteo, si quieres conocer todos los detalles puedes leerlos aquí).
El fútbol es de los aficionados. Una frase que ya es un clásico. ¿Y es cierta?, ¿hasta qué punto están dentro de la industria? Gol-Ball llega para democratizar el deporte rey con una propuesta innovadora. ¿Te imaginas poder conseguir el balón con el que un ídolo ha marcado en la jornada de LaLiga Santander? O lo que es mejor, ¿llevarte el de un gol que decide una Liga? Andrés Felipe Rodríguez, CEO de Gol-Ball, habla con Relevo para contar su innovadora idea: "A muchísima gente se la ha tenido que pasar por la cabeza lo que podía hacer con el balón. El gol es definitivamente la vertical que hace que todos amemos este deporte como lo amamos. Los balones están vinculados a un pedazo específico de la historia de un equipo o de un jugador. Ahora, LaLiga tiene la posibilidad de identificar estos balones".
Hasta ahora, si tu sueldo anual bajaba de las seis cifras era utópico conseguir un balón icónico: "Es un coleccionable único y especial. Antes, lo veía siempre en una subasta. ¿Para quién era, para el más rico? Era una puja de ricos. Pero el fútbol es el deporte de todos, el deporte de la base. Y es lo que estamos haciendo nosotros. Es invertir la lógica y permitir que por pocos euros puedas tener el balón físico en tu casa".
Gol-Ball, que ya cuenta con un acuerdo con el campeonato, es un sistema basado en la adquisición de un coleccionable digital, un balón online que representa el esférico con el que se ha marcado un gol de LaLiga y que reúne todas las características del tanto. Y lo mejor: la compra de este coleccionable supone un gasto actual de cinco euros y permite entrar en el sorteo del balón real con el que el protagonista ha cambiado el marcador.
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Paren un momento a pensar en lo rocambolesco de la situación: por cinco euros, posibilidades reales de ganar el balón de LaLiga. Como toda idea, requería de una mediación. Del momento en el que Gol-Ball tuvo que sentarse con el campeonato español a proponerlo: "Siempre cuando explicas lo que quieres hacer hay una pausa. Aquí tuvimos una recepción inmediata. El momento en el que se ve la oportunidad que hay aquí y de lo que va a implicar para los aficionados. Ha sido un apoyo impresionante el que hemos recibido de LaLiga y de los jugadores mismos. Era algo absolutamente inexistente en el fútbol. LaLiga es la primera en el mundo que lo ve y lo abraza".
¿Cómo conseguir el balón real?
Gol-Ball lleva desde la Jornada 16 del campeonato recogiendo cada balón que termina en gol en LaLiga Santander. Minutos después de la conclusión del choque, se publica en su página web el coleccionable digital. Hay un total de 50 (por el momento) para cada uno de los balones. Ahí se pueden comprar por cinco euros y, por tanto, adquirir una participación para el sorteo del balón real. Cuando se completan las 50 compras, se procede con el sorteo que permite a cualquier aficionado obtener la pelota efectiva, la que ha supuesto un gol en un estadio del campeonato.
Las características del balón
Existen dos balones: el coleccionable digital y el real. El digital reúne una serie de características más allá de una imagen del balón. Al comprarlo, Gol-Ball comparte todos los detalles del gol, un certificado digital, el esférico en 3D y diversas funcionalidades como 'dar vida' a la pelota a través de la pantalla o el dibujo táctico de la acción. Contribuye, además, a completar la colección de las pelotas de un equipo, como si de la clásica colección de los cromos se tratase. Adquirir todos los de un club otorgará privilegios a los que lo logren, aún por conocer.
Sabéis de quien es esta firma? ✍🏽⚽️#LaLigaSantander #GolBall #OwnTheBall pic.twitter.com/v2ZdXy6cIy
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Y el más importante: el balón real. Este es el que se utiliza en el partido en el momento en el que se marca el gol. El más valioso. El que se ha vendido por cientos de miles de euros a lo largo de los tiempos. El que antes estaba solo en las subastas, prohibidas para el aficionado medio. Ahora, tiene una serie de iconos que garantizan que, efectivamente, es el que conectó con la bota del goleador. Guarda un código QR para acceder directamente a su coleccionable. También una serigrafía con los escudos y la fecha del partido en cuestión y la firma del goleador o un implicado directo.
Los recovecos de una pelota de gol
La curiosidad mató al gato y antes le resolvió un sinfín de dudas. En un partido de fútbol se ponen en juego unos cuantos balones, de los cuales algunos son, desde la Jornada 16, propiedad de los aficionados. Concretamente, los que acabaron en gol. ¿Y cómo se consigue esa pelota? Lo más natural es pensar en el protocolo de máxima seguridad, agarrar el esférico nada más entrar en la red y guardarlo con recelo. Gol-Ball no quiere convertirlo en un ritual y, entonces, cuenta con dos operarios, situados cerca de las esquinas, que siguen, en estricta persecución visual, el balón hasta que vuelve a salir del terreno de juego: "La logística es todo un arte aquí. Tenemos comisarios Gol-Ball en todos los estadios de España. Fijan literalmente su mirada. Es un mecanismo visual".
Entonces, se acercan a los recogepelotas en cuestión (hay entre 12 y 20 en los estadios), que conocen el protocolo, para recoger el balón y colocarlo encima de un tótem, situado entre los banquillos y cercano a las esquinas. "Hay todo un protocolo. Le acercan el balón al comisario, ahí se le aplica directamente el parche", explica Andrés Felipe Rodríguez. Solo hay un soporte para los esféricos, por lo que, al siguiente gol, se retira el balón del primero, se coloca el nuevo y el inicial se guarda para ya proceder a su identificación con los diferentes parches. No hay problema de falta de existencias, ya que hay entre 15 y 20 por encuentro.
Claro que se pueden dar otros cientos de supuestos. Un jugador que se enfade y lance el balón a la grada; el futbolista que recoge el balón rápido para llevarlo al centro del campo y que siga el juego... Todas las circunstancias están estudiadas y todo balón que cambia su curso natural es recuperado por los operarios del campo.
Aun así, puede pasar: un despiste, un rebote... Y que no haya una total certeza de que el balón del gol sea, efectivamente, el que acababa sellando Gol-Ball. Es algo que no ocurrirá y más cuando los protocolos estén más interiorizados por todos los protagonistas. Pese a ello, sí ha sucedido en una ocasión y Gol-Ball decidió no publicar ese balón en su portal web, como muestra de transparencia: si no es claro que sea la pelota del gol, no entrará en juego.
También se dan supuestos paradójicos, conocidos por los responsables de Gol-Ball como "balones unicornio" o "balones imposibles". Por ejemplo, que con un mismo balón se marquen dos goles.
La magia de la firma
Si ya un balón de gol tiene de por sí un valor incalculable, más aún si el propio protagonista rubrica su firma sobre el esférico. Tras la finalización del encuentro, los encargados de Gol-Ball se acercan a los protagonistas para que plasmen su firma en el balón con el que han logrado el gol. Así, queda plenamente certificado que ese cuero fue el que acabó en el interior de la red.
Aunque haya una derrota de por medio, los futbolistas se han mostrado totalmente dispuestos de colaborar con esta iniciativa, que acerca más que nunca a los aficionados estándar al calor de sus ídolos. Gol-Ball busca también que firmen los asistentes, para dar valor al pase además de al goleador. ¿Y si es en propia puerta? No pasa nada, está todo pensado: firmarán de puño y letra los implicados del equipo que festejó el tanto todos aquellos que lo deseen.
Balón muy especial! Felicidades por esos 1️⃣0️⃣0️⃣ partidos @Pedri 🙌🏽🍾 pic.twitter.com/Vjcsh1MdfI
— Gol-Ball (@golball_) January 28, 2023
"Esto es tan novedoso para el aficionado que realmente puede costar digerirlo. Es que los aficionados históricamente nunca habían tenido acceso al balón del juego. Era un privilegio para el negocio, el jugador, el dueño del equipo, un directivo... Pero ahora es el fan el que está ahí. Es un mecanismo bastante asequible y que te permite que puedas pensar en tenerlo. No es un balón cualquiera, es el balón con el que tu ídolo hizo ese gol ese día que tú estabas en el estadio o viéndolo en la televisión", narra emocionado el CEO de Gol-Ball, Andrés Felipe Rodríguez.
Todo gol tiene su propia historia: estadística, victoria, primer gol de la carrera de un jugador, récords... Y el balón, vía sorteo, se puede conseguir por tan solo cinco euros, precio del coleccionable digital. Hay un total de 50 pelotas como coleccionables digitales, con la que se consigue una participación para el real. Por el momento, se mantiene así, aunque no se descarta aumentar esa cifra, que no el precio, en un futuro: "Estamos comprometidos y queremos hacer un esfuerzo para el precio sea siempre muy bajo. Queremos democratizar el acceso, es lo que nos parece lógico".
Cualquier aficionado del deporte querría contar con la pelota de un momento icónico de su equipo. De ahí surge la idea de Andrés Felipe Rodríguez: "A mí me apasiona el deporte. Parece increíble, es como la vida. Si tiras de memoria tienes flashes de momentos, no un recuerdo lineal. Es increíble el poder que tiene en la vida el momento del gol del equipo que amamos. Si haces una recopilación de momentos te puede salir el matrimonio, el bautismo, el gol de aquel día de tu equipo... Esto es por el deporte, por conectar con la gente. Es nuestra pasión". Y así cambiaron las reglas y llegó el día en el que el balón dejó de ser una fruta prohibida. La subasta millonaria del gol de leyenda ahora se cierra en un sorteo y cinco euros. La democratización del fútbol de los aficionados. Una reliquia al alcance de todos.