Baraja, vuelve a callarnos la boca a todos

Ya es oficial. Rubén Baraja ha renovado hasta 2026 tras una negociación que se ha alargado tres semanas y que, en ocasiones, no ha sido tan tensa como lo ha parecido desde fuera. Nunca tuve dudas de que Rubén renovaría, entendí que su representante se lanzara al cuello de la dirección deportiva antes de atar a su entrenador teniendo en cuenta como han acabado sus precedentes en el cargo. También, entendí que al Pipo no le gustara que Peter Lim se tomara el mismo tiempo para responder sobre renovar al entrenador que le ha salvado del descenso, como el que se toma para responder sobre si hay que renovar a un jugador con poco peso (sea quien sea).
Pero lo cierto es que cuando pulsabas las vías importantes de la negociación, las que de verdad deciden si seguir o no, todas trasladaban lo mismo: tranquilidad, seguridad en llegar a buen puerto y que las exigencias (lógicas) de un agente se resolverían. Baraja quería seguir y aunque tuviera sus peticiones, él lo tenía claro.
Así ha sido. Confieso que me sorprendió que Rubén quisiera renovar antes del mercado de fichajes de verano. Yo reconozco que si fuera él, me habría esperado a septiembre a ver cómo transcurrían estos fatídicos meses de julio y agosto que durante tantos años han desgastado a los Bordalás, Gattuso o Gracia. Pero él no lo ha hecho y quiero y deseo con todo mi corazón que haga lo mismo que hizo cuando firmó por el Valencia CF: callarme a mí y a muchos la boca.
Baraja nos calló la boca a los muchos que temíamos que su fichaje no solucionara el problema del descenso que vivía el club en 2023. Nos la calló cuando en verano supo equilibrar las exigencias públicas a Peter Lim, con no matar a sus jugadores (un error que sí cometieron sus predecesores). Y ahora deseo que me la calle con dos cosas muy concretas que él sabe mejor que nadie: la plantilla y el verano.
Rubén Baraja está convencido de que con pequeños retoques en su plantilla y que, si solo le quitan a una pieza de su columna vertebral, puede repetir lo que ha conseguido esta temporada, que no es otra cosa que llegar a la jornada 35 con opciones matemáticas de Europa. El Pipo cree que sin Mamardashvili (por dar un nombre), pero con Rioja, un delantero mejor que Yaremchuk, otro portero junto a Dimitrievski y, si es posible, un centrocampista físico, puede repetir la machada. Él lo sabe mejor que nadie que pasa 24/7 con su equipo.
Con respecto al verano, lo siento, pero no voy a tomar a Baraja por idiota. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Es un tipo serio. Me cuesta pensar que renovara con el Valencia CF si tuviera claro que Lim y la dirección deportiva van a hacerle un 'destrozo' en verano. Y eso que yo temo con que ocurra. Podemos seguir tratando de dibujar que Baraja y la dirección deportiva son dos entes diferentes que no se hablan, pero lo cierto es que decisiones como la de Peter Federico, Rivero o Jesús Vázquez, llevan semanas tomadas en consenso, porque se reúnen semanalmente las partes.
Baraja habla de "seguir creciendo juntos". El Valencia de "renovación estratégica" y de "construir proyecto para los próximos años". Todos sabemos que con Lim, en sus 10 años aquí, cuando ha habido algo parecido a un proyecto, ha volado por los aires. Y, sin embargo, Baraja ha firmado. Por ello, esa firma estampada por El Pipo en su contrato me tranquiliza en cierta manera. No porque no piense que puede ocurrir lo que pasó otros veranos (el que no lo pensara no ha vivido en Valencia los últimos años), sino porque opino que si la ha estampado es porque él cree que no será así. Y ojalá tenga razón. Ojalá me calle la boca.