Rubén Baraja renueva con las ideas claras: dos puntas inamovibles y un medio físico si hay una venta
Hoy se ha oficializado la renovación del Pipo hasta 2026 que se acordó el viernes. Baraja ya ha trasladado sus inquietudes.

Ya es oficial, Rubén Baraja ha renovado hasta 2026 firmando así un contrato en el que, como adelantó Relevo, no hay cláusulas para poder marcharse (el que se vaya, deberá abonar un dineral correspondiente al salario restante al otro más una penalización) y donde ha quedado claro el papel que tendrá El Pipo con los fichajes. Más allá de todo ello, de los entresijos de la negociación que puedes leer aquí, Baraja ha fijado dos máximas futbolísticamente que este medio ha podido conocer.
Más allá de que Baraja pida jugadores con poso, que quiera un banda (Luis Rioja es la prioridad máxima), la premisa que ha marcado el entrenador es que quiere jugar 4-4-2... con dos puntas. Ni Almeida, ni Sergi Canós ni, en su defecto, Javi Guerra como enganche. Baraja quiere poder jugar con dos puntas de manera habitual y no de manera excepcional. No en vano, este año lo raro ha sido cuando han salido de inicio Yaremchuk y Hugo Duro debido a las lesiones del ucraniano y su tardanza en adaptarse. Pero, cuando han coincidido, el nivel del equipo ha sido mejor.
¿Y qué tiene que pasar para esto? Que el Valencia sume delanteros y pronto. Además de Hugo Duro, el Valencia busca en el mercado otro delantero que pueda acompañar al getafense. A ellos se les sumaría un Diego López al que Baraja ve como chico para todo en ataque, tanto para jugar de enganche como en banda. Alberto Marí será la última incógnita, pues habrá que ver como rinde en pretemporada, oportunidades de cesión, si se ficha a otro... En cualquier caso, por cantidad, los che ya tendrían cuatro delanteros.
Esas intenciones, la dirección deportiva ya las conoce. De hecho, las conocía el año pasado pero no fue posible brindar al entrenador el suficiente número de jugadores para practicar un 4-4-2 habitualmente con dos puntas y, a la postre, terminaron rotando los diferentes 'enganches' en esa posición. Este año todas las partes esperan que no se produzca eso.
Por otra parte, el centro del campo no es una de las prioridades hoy por hoy para reforzar porque se considera bien cubierto, pero si se diera el caso de que saliera Javi Guerra (por quien no hay ofertas) u otro jugador, véase Almeida o Guillamón, Baraja quiere un centrocampista diferente a lo que es el valenciano. El Pipo ha comentado en el club que de salir el de Gilet le gustaría un centrocampista físico, que liberara a Pepelu, y no tanto un centrocampista estilo Guerra. Piernas más que vistosidad, aunque si se pueden juntar ambas, bienvenido sea.
Con esas dos máximas arranca el Valencia de la 2024/2025, que contará con Rubén Baraja al frente blindado y bien atado. El siguiente paso natural es el de lanzarse a por Luis Rioja, con quien está todo pactado y solo queda hablar con el Alavés. La renovación que le dará fuerza en el vestuario, dentro del club, pero que evidentemente no evitará que si llegara una buena oferta por alguno de los jugadores considerados 'imprescindibles' para el club, sea únicamente Peter Lim quien decide qué hacer.