El Barça aprieta con burofaxes a una Nike que se agarra al caso de Vinicius
Los blaugrana siguen presionando a la empresa americana para negociar una mejora del contrato.

La relación entre el Barcelona y Nike sigue tensándose. Desde que se unieran en 1998, viven una crisis en la que desde el bando blaugrana no se descarta el divorcio definitivo. Será complicado que se rompa porque el contrato se extiende hasta 2028 y el Barça debería pagar una penalización de algo más de 300 millones de euros, pero incluso Laporta ha mostrado su decepción en público.
La comunicación entre el club y la marca estadounidense es por burofax. Aunque pueda parecer un formato demasiado formal -con el de Messi todavía marcado en el imaginario culer- es una vía habitual en este tipo de 'relaciones'. El Barça aprieta a Nike para renegociar el contrato mientras que valora posibles escenarios futuros sin la marca. Desde cambiar a Puma hasta vestirse ellos mismos.
Las declaraciones de Laporta en RAC-1 fueron el último detonante. "Tenemos unas inquietudes con Nike que no son las adecuadas. No han repuesto, han incumplido condiciones y porque el mercado paga el doble", declaró un presidente que añadió que "en los momentos de dificultad, no han estado". Según pudo saber Relevo, Nike le paga al Barça entre fijos y variables unos 80 millones de euros por temporada. El contrato se firmó en 2016, todavía con Neymar y Messi en Barcelona y la Champions recién levantada. El escenario actual es muy distinto pero Laporta asegura que tienen sobre la mesa ofertas superiores.
Más allá del dinero, otro de los puntos de discordancia entre el Barcelona y Nike es la falta de stock en las tiendas. Desde la marca americana dan la razón al Barça, tal y como contamos en Relevo, y señalan a las consecuencias de la pandemia y el aumento del precio en las materias primas y el transporte desde Asia, donde se fabrica gran parte de su producción.
En Nike están relativamente tranquilos porque, conociendo la posición en la que se encuentra el Barça, ven todavía lejos que el contrato pueda romperse. Ahora bien, en las oficinas de la ciudad condal existe cierto nerviosismo porque en caso de 'perder' a los blaugrana se tambalearía la estrategia mundial de Nike y perdería su posicionamiento en la capital catalana.
El caso de Vinicius tranquiliza a Nike
Nike, no obstante, se agarra al precedente de Vinicius. Un año atrás, desde el entorno del brasileño llegaron a afirmar que su relación con la marca que le patrocinaba se había roto. Se ponía fin, de esta manera, a un contrato que había nacido en 2018 y tenía una duración hasta 2028. Vinicius tenía una sensación de abandono por parte de la marca y sus abogados se pusieron a trabajar para ponerle fin, con Adidas y Puma siguiendo de cerca el caso.
La marca norteamericana llevó a juicio la decisión que, según apuntaron conocedores del caso, se tomó de forma unilateral desde el lado de Vinicius. Los términos no se acordaron entre las partes y la ruptura no se cerró. El juicio se llevó a cabo en Holanda, donde se encuentra la sede de Nike en Europa, y se dictaminó que el contrato se mantenía vigente, por lo que Vini seguiría vinculado a Nike hasta 2028, después de que en 2018 firmase un contrato de una década.
Durante los últimos años, Nike ha variado su hoja de ruta y ha apuntado hacia las grandes estrellas -Mbappé y Haaland como referencias- y hacia su estrategia mundial con doce ciudades clave. Barcelona está entre ellas y en caso de romperse peligraría el posicionamiento de Nike en la ciudad condal. Con contrato hasta 2028, Barça y Nike tratan de reencontrarse mediante burofaxes. Si el caso desemboca en los juzgados, mucho tendrían que cambiar las cosas para que el Barça no tuviera que abonar 300 millones por quererse separar de su patrocinador.