La apuesta estratégica mundial de Nike que se tambalea por su crisis con el Barça
Si la empresa norteamericana no logra mantener su acuerdo con el club blaugrana, Barcelona podría 'caerse' de su programa de doce ciudades.

"Tenemos una situación que no es la deseable, porque no nos reponen material, y porque los competidores nos pagan el doble de lo que nos paga Nike", aseguró Laporta en una entrevista en RAC1 . Ya hacía un tiempo que se especulaba que la relación entre la firma americana y el Barcelona no pasaba por un buen momento, aun teniendo contrato hasta 2028. El presidente blaugrana llegó incluso a plantear posibles futuros sin Nike. "En los momentos de dificultad, no han estado", espetó. Para la empresa estadounidense, dejar caer el contrato con el Barça tendría grandes consecuencias.
En 2017, Nike anunció una reestructuración que se llevó por delante a más de mil trabajadores. Por otro lado, reveló que se centraría su negocio en 12 ciudades. Estas son: Nueva York, Londres, Shanghái, Pekín, Los Ángeles, Tokio, París, Berlín, Ciudad de México, Seúl, Milán y Barcelona. En el momento del anuncio, la estrategia de Nike se basaba en que el 80% de sus planes de crecimiento pasaran por estos 12 puntos clave.
Barcelona no está entre las ciudades más 'importantes' para la empresa, pero según cuentan fuentes contrastadas, en caso de romper su contrato con el Barça, lo más probable es que cayera como uno de esos doce puntos clave. Este sería el impacto directo, pero a nivel de posicionamiento de marca perdería intangibles difíciles de calcular a nivel económico.
Laporta, además de asegurar que una de las opciones que barajaba el club era rescindir con Nike, mostró su enfado por la falta de stock. Desde la empresa no le quitan la razón al presidente. Lo reconocen y marcan el punto de inflexión en la pandemia, cuando las restricciones en Asia -desde donde llega gran parte del material- ralentizaron todo el proceso y además elevaron el coste tanto de la materia prima como del transporte. Cuentan que también le sucede, en mayor o menor medida, a sus competidores.
Un "ambiente enrarecido" en Nike
Barcelona, en el marco de las doce ciudades, es uno de los puntos donde Nike tiene oficinas. Quienes conocen la situación aseguran que desde que salieron las primeras informaciones que apuntaban a un hipotético divorcio entre Barça y Nike existe un "ambiente enrarecido" en las oficinas de la marca americana en la ciudad condal. A principios de enero, el club catalán sacó un comunicado para desmentir la publicación del diseño de la segunda equipación culer para el curso que viene.
"Barcelona es una ciudad Nike del mismo modo que Madrid es una ciudad Adidas", explica a Relevo un experto en el sector. Añade que el acuerdo con el Atlético de Madrid es un "contrapunto" al peso blanco en la capital. En la capital catalana, además de vestir al Barça, se hacen con frecuencia torneos callejeros o de freestyle. En ello radica parte de la estrategia de posicionamiento, en salir de los terrenos de juego y acercarse a otro tipo de públicos. Nike no se centra solamente en vender 'una camiseta de fútbol'. El acuerdo del Barça con Patta lo evidencia.
La apuesta de Nike en Londres, por ejemplo, les llevó a 'atacar' Chelsea y Tottenham. En clave Premier League, el acuerdo con el Liverpool se cerró por una tercera vía, por el impulso de Lebron James. El jugador de los Lakers tiene un porcentaje de acciones de Red Bird, que a su vez tiene una parte del pastel del club de Merseyside. Por otro lado, en París 'unieron' al PSG y Jordan.
Nike ve a Puma como un posible competidor por el Barça
Puma es la tercera gran marca tras Nike y Adidas. Fuentes de la empresa americana reconocen que les cuadraría que Puma intentara vestir al Barça. "Porque no es solo el patrocinio, sino todo lo que implica", justifican. Durante los últimos años, Nike ha virado su estrategia. Ha desinvertido en algunos jugadores, clubes y federaciones para ir a por "los peces gordos" -con Haaland y Mbappé como ejemplos-.
El Barça y Barcelona se enmarcan en este plan. Pero si Nike termina perdiendo a los culers, caería una pieza del tablero. Aun así, el contrato les une hasta 2028 y romperlo le supondría al Barça una multa de 300 millones. A día de hoy es un precio inasumible para el club, pero en Nike no dan por sentado que llegarán de la mano hasta 2028.