El Barça contempla desde su mundo feliz en el que todo sale de cara los temblores del Real Madrid
El equipo azulgrana sigue invicto en 2025 y no para de ganar jugadores mientras se mantiene en la Copa y en la Champions.

Una vez se acabó el partido, apenas hubo celebración. Los jugadores del FC Barcelona disfilaban uno a uno, se abrazaban tímidamente, saludaban a sus compañeros de la Real Sociedad, Raphinha consolaba a un desacertado Lamine Yamal en los remates mientras que otros jugadores como Gavi o Pablo Torre se preparaban para empezar su partido, unas carreras de área a área para compensar la ausencia de minutos. Y Hansi Flick, siempre de pie en las buenas y en las malas en su área técnica, se marchó también con su cuerpo técnico después de una victoria plácida que permite al Barça recuperar el liderato y aventajar en cuatro puntos al Real Madrid. "Todo cambia rápido", matiza el técnico. "Al comienzo de temporada, nadie hubiera imaginado esto", repitió como en la previa. Su Barça sigue contemplando todo desde su atalaya. Y todo le sale de cara.
Después del "shit november" y de perder ante el Atlético de Madrid en el último encuentro de 2024 en Montjuïc, el Barça no sabe lo que es perder. Inició en Barbastro un camino en la Copa que le ha llevado a las puertas de la final -debe jugar la vuelta ante el Atlético en abril con el 4-4 de la ida-, alzó la Supercopa de España en Yeda después de golear al Real Madrid, recuperó el liderato en LaLiga pese a llegar a estar siete puntos por debajo y finalizó segundo la fase de grupos de la Champions. Los azulgrana llegan a los tres últimos meses de competición en una posición privilegiada donde, además, ha ido solventando los problemas que le ha ido planteando la competición y la propia plantilla.
"Flick nos exige mucho. Sabemos que hay muchos partidos y tenemos que estar todos enchufados", dijo Gerard Martín, goleador sorprendente. "Es importante tener una plantilla muy larga, que todo el mundo esté enchufado y el míster lo está gestionando muy bien. En el vestuario hay un ambiente increíble", añadió Casadó. E incluso Ronald Araujo, una de las patatas calientes de enero que resolvió la dirección deportiva, asintió: "Ya dije que era muy importante tener un equipo competivo y un buen banquillo, y el mister lo sabe gestionar bien". Unanimidad en una plantilla en la que los problemas no trascienden, y los que salen de esas cuatro paredes se solventan de un plumazo.
Nadie discute a Szczesny, ni a Eric Garcia ni ahora a Frenkie de Jong
El primero de ellos fue el cambio en la portería. Iñaki Peña le dio motivos a Flick para el cambio en la semifinal de la Supercopa, al incumplir la sagrada norma de la puntualidad, y el técnico puso a un Szczesny al que le tenía más fe desde el comienzo por su currículum y experiencia. Pese a las dudas de Lisboa, de ese famoso 4-5 ante el Benfica, nadie discute ahora al polaco, quien no ha perdido. También protagonista ese día fue un Eric García que podía haberse ido al Girona en enero, pero cuya operación la frenó Flick, quien sabe que le iba ser útil en esta carrera de fondo. Desde entonces, ha jugado más que Araujo incluso, ha goleado y también disputó sus minutos ante la Real Sociedad. Frenar la marcha del uruguayo, tras su conversación con Deco, y hacerle ver que debía asumir un rol secundario, pero también trascendental, fue otro de los problemas resueltos sin estridencias.
El cuarto asunto está en proceso. Y es la permuta en mediocampo de Frenkie de Jong por Marc Casadó. El holandés, con más cuajo, calidad y experiencia, va sumando minutos y en este mes de febrero se ha producido el sorpasso sin que Casadó merme su rendimiento. Incluso ya golea, como un Gerard Martín que cumple cada vez que sustituye a Balde, al igual que Héctor Fort. Entre medio, Dani Olmo fue el más determinante ante la Real Sociedad y acumula dos titularidades, y su mejor versión, que se ha visto a cuentagotas por las lesiones, se espera para este tramo de temporada. El ascenso del de Terrassa ha coincidido con el descenso de Gavi, quien ahora ha bajado del cielo en el que se encontraba antes de la lesión y vive a la sombra de Pedri y Olmo, pero ha mostrado su lealtad a Flick con actos como su detalle con Pablo Torre ante el Valencia o los gestos de aprecio mutuo en público.
El líder Raphinha y el contraste con Mbappé y Vinicius
Lamine Yamal está impaciente porque no marca pero nadie le señala porque tiene 17 años y es el motor del equipo, mientras que Lewandowski persigue el pichichi, Ferran es un suplente de lujo y Raphinha ejerce de primer capitán por cómo asiste, golea y corre. Incluso esos momentos en los que el Barça no baja el ritmo y le igualan como el Atlético en la Copa, de 4-2 a 4-4, se relativizan porque Flick no va a renunciar a ese ADN que va acorde al de la entidad. "Siempre atacan, marcan tres y quiere seguir", advirtió Imanol Alguacil en la previa.
El hombre gol del líder:
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) March 2, 2025
🔥 Robert Lewandowski. #LaCasaDelFútbol #LALIGAEASPORTS pic.twitter.com/HNhVP6ZptU
Como vasos comunicantes, el Barcelona sonríe ahora mientras ve que el Real Madrid de Vinicius y Mbappé va a trompicones, con buenas rachas pero con temblores como el del Villamarín, y con avisos de Ancelotti -"hemos bajado el ritmo"- que nunca se producen en Can Barça. En LaLiga lo miran a cuatro puntos, en la Copa del Rey ambos pueden citarse en la final y en la Champions las sensaciones son distintas al Atlético de Madrid, su próximo rival. "Todo cambia rápido", insiste Flick, consciente de que su equipo puede ganarlo todo o ganar nada de lo que está en juego, pero que, mientras eso llega, su Barça sigue mirando LaLiga desde esa atalaya en la que todo sale de cara. Su mundo feliz.