El Barça le pone un parche a sus tropiezos con el éxito abrumador de Lamine Yamal
El jugador de 16 años ha pasado a ser indiscutible, el jugador al que todos buscan incluso el que dio la cara para las televisiones.

Agonizaba el Barça, perdiendo 2-3 en Montjuïc ante el Granada, penúltimo clasificado de la Liga con solo 13 puntos, y todos los balones iban para Lamine Yamal, un chico de 16 años que tiene magia en sus botas y que ve el fútbol mejor que el resto. El extremo azulgrana, que dio el salto del juvenil al primer equipo sin pasar por el filial, recuperó un balón en la frontal del área, se giró y sorprendió a Batalla con un golpeo duro y seco al palo corto (3-3). Después, a la desesperada, los Gundogan o Lewandowski lo buscaban a él y no a Raphinha para desatascar otro partido donde a los azulgrana se le vieron las costuras. De nuevo. No hay nada más expresivo que el fútbol, y Lamine atrae las jugadas porque pone luz a la oscuridad.
"Es difícil que gane duelos con 16 años", decía Xavi, "aunque ya gana alguno", proseguía. El internacional ha pasado de jugar puntualmente, con fases de titularidad y otras de suplente, a ser ya un indiscutible en las alineaciones del técnico por su extraordinario rendimiento: acumula cinco partidos seguidos jugando los 90 minutos y siendo el futbolista más destacado. Las necesidades azulgranas, con las bajas de Raphinha o Joao Félix, pero también su determinación, lo han llevado ya al 'once'.
La vida le ha cambiado a Lamine Yamal, salvador de un Barcelona que no encuentra liderazgo sobre el césped en otras figuras como Raphinha, que regresó tras su lesión pero que anteriormente dejó dudas, el propio Lewandowski o Frankie de Jong o Gundogan, los jugadores franquicia del equipo azulgrana que alternan destellos con momentos de sombras. Todos viven en la intermitencia menos Lamine.
Incluso, después del encuentro, para las televisiones habló el canterano, que se lamentó por el resultado pese a sus dos goles y a seguir agrandando un primer curso en la elite totalmente ilusionante. Las redes sociales azulgranas se llenan de la imagen del chico de 16 años, que destacan que es el jugador más joven en hacer un doblete, y que juega con la naturalidad de siempre pero se expone como en su día le ocurrió a Bojan Krick o Ansu Fati. También Leo Messi, quien desde los 17 años fue nombrado heredero de Diego Maradona. Y cumplió las expectativas con creces.
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— LALIGA (@LaLiga) February 11, 2024
El auge de los canteranos, también de Pau Cubarsí pero especialmente de Lamine Yamal, pone un parche a los tropiezos de un Barcelona que sigue sin mejorar su imagen pese al anuncio de la marcha de Xavi, y cada vez tiene la temporada más hipotecada.
Entre medias de ese desaguisado, y al margen de las penurias económicas que han impedido los refuerzos en el mercado de invierno al margen del ya pactado de Vitor Roque, Lamine Yamal se ha convertido en el gran estandarte del club en cuanto a imagen y juego, tan importante en los medios como sobre el césped, con un nuevo contrato con Adidas mientras el club discute a Nike y flirtea con Puma. La Masia siempre al rescate del Barça que sigue de tropiezo en tropiezo.