El Barcelona, contra todos en el aplazado ante Osasuna: quiere jugar en mayo... y el Real Madrid puede ayudar

FC Barcelona, CA Osasuna, LaLiga y la RFEF tomaron la decisión más sensata y lógica ante un hecho tan trágico como la muerte de una persona, en este caso, del doctor Carles Miñarro. No estaban reunidas las condiciones para la disputa de un partido que fue suspendido oficialmente a falta de 20 minutos para la hora del comienzo. Que las partes colaboraran y actuaran correctamente no quita que ahora no exista un problema con el calendario para reubicar el encuentro.

Como ya explicó Relevo, ahora mismo, solo hay dos fechas libres sin tener en cuenta posibles eliminaciones o reajustes del calendario: jueves 27 de marzo o el miércoles 21 de mayo. Este último día corresponde a la semana previa a la última jornada de LaLiga EA Sports, la fecha que, como ha podido saber este medio, quieren evitar todos... menos el Barça.

El Juez de Competición, en su resolución del pasado sábado confirmando el aplazamiento del encuentro, dio un plazo de cinco días hábiles a Barcelona y Osasuna para formular sus alegaciones y definir sus preferencias. Según ha podido conocer Relevo, todas las partes, a excepción de la entidad azulgrana, consideran que disputarlo entre las jornadas 37 y 38 supondría una adulteración de la competición, al encontrarse dos equipos con tres puntos más por jugar que los otros 18 del campeonato. Además, reubicarlo en una fecha tan lejana en el calendario significaría quedarse sin ese hueco libre en caso de que se produjera un imprevisto en esas semanas previas.

El Barça se decanta por mayo y no por el 27 de marzo porque, de ese modo, podría contar con los internacionales sudamericanos; esto es, Ronald Araujo (Uruguay) y Raphinha (Brasil). Mientras Osasuna no perdería a muchos internacionales —en la ventana de noviembre tan solo se marcharon Enzo Boyomo con Camerún y Ante Budimir con Croacia—, el Barça no solo vería cómo un buen puñado de futbolistas se va con su selección, sino que, en el caso de los sudamericanos, ninguno de ellos llegaría a tiempo para jugar ese duelo aplazado en caso de fijarse ese jueves 27 de marzo.

Eso sí, existe un precedente ya de esta temporada que juega en contra el Barça. Se trata del Jove Español - Real Sociedad. La RFEF, en aquella situación y ante la falta de fechas disponibles por la premura que existía para realizar el sorteo de Copa, programó el duelo de la primera eliminatoria en un jueves al regreso del parón por las selecciones, escenario idéntico que se daría con el Barça - Osasuna. El Juez lo argumentó de la siguiente manera: "Teniendo presente también que, aunque uno de los equipos pueda tener futbolistas convocados con sus selecciones nacionales durante el referido periodo, el artículo 262.3 del Reglamento General de la RFEF establece que el hecho de no poder alinear a determinados futbolistas por haber sido llamados para intervenir en sus selecciones nacionales no es invocable para aplazar un encuentro y, por tanto, menos aún lo sería la disposición de un escaso periodo desde el regreso de los futbolistas internacionales a su club".

Incluso, el Comité Nacional de Segunda Instancia respaldó la postura del Juez con un informe pormenorizado del Área de Licencias donde exponía cuántos jugadores de la primera plantilla estarían disponibles para Imanol Alguacil en aquel partido. En el caso del Barça, solo perdería a dos, mientras que el resto de internacionales europeos disputa su segundo partido, como muy tarde, el lunes 24, con la salvedad de aquellos que pudieran ser citados por España Sub-21 (juega el martes 25), aunque en noviembre Santi Denia solo convocó a Pablo Torre.

En definitiva, la última palabra será del Juez de Competición, que, analizadas las posturas de los dos equipos, decidirá qué es lo mejor teniendo en cuenta todos los factores. Ahora mismo, el escenario es ese, aunque podría aclararse el panorama si el Barça cae en octavos de Champions ante el Benfica. Eso sí, hay más.

Más allá de las dos alternativas mencionadas con anterioridad, hay un tercer escenario que se encuentra sobre la mesa. Tal y como ha podido saber Relevo, el lunes 31 de marzo sería, también, una opción, aunque, desde luego, más enrevesada y que requiere de favores de RFEF y hasta de UEFA.

Esta posibilidad solo se abriría y sería considerada por el Juez de Competición si, en primer lugar, el Real Madrid apea al Atlético de Madrid en los octavos de final de la Champions League. Dando por hecho que el Barça consumaría su clasificación ante el Benfica, quedarían Madrid y Barça vivos en la máxima competición europea. De ese modo, por cuestiones televisivas, ambos tendrían que jugar en días distintos los cuartos de final (8/9 de abril la ida, 15/16 de abril la vuelta).

De cumplirse ese escenario, LaLiga y la RFEF elevarían una petición a UEFA para que accediera a que el Madrid jugara la ida el 8 de abril (sería en el campo del Arsenal), mientras que el Barça recibiría en Montjuïc al ganador del Borussia Dortmund - Lille el 9 de abril. Por lo tanto, el calendario del Barça al regreso del parón de selecciones sería de vértigo y quedaría configurado de la siguiente manera:

Este escenario, en el que el Barça disputaría un total de siete compromisos cada tres días, sería inviable si el Atleti elimina al Madrid este miércoles en el Metropolitano. Al enfrentarse Atleti y Barça en la eliminatoria de Copa, ambos quedarían condenados a jugar los cuartos de Champions el mismo día, algo que no se daría por razones puramente televisivas. De todo este embrollo puede conocerse el desenlace ya este sábado, al vencer este viernes el plazo de Barça y Osasuna para formular alegaciones. Visto lo visto, sea cual sea, no va a llover a gusto de todos.