Bellingham coge el '9' y el 'brazalete' del Madrid

Cuatro goles y una asistencia. Tres jornadas de competición. El jugador más joven de LaLiga en todo el siglo XXI en alcanzar estos números. Y en todas las citas su aportación sirvió para que el Real Madrid sumase los tres puntos. Jude Bellingham es el nuevo icono del club blanco, tan sólo dos meses después de su llegada en verano, ya con un valor insustituible en este nuevo equipo de Ancelotti.

Con el británico, el Madrid aún no ha sufrido en la tabla su déficit en la delantera. Tres atacantes: Vinicius, Rodrygo y Joselu, tras la ausencia de Benzema. Un número escaso para sobrevivir en la temporada, pero con un 'killer' sorpresa. Bellingham marcó en su estreno en San Mamés, confirmó su calidad con el doblete en Almería y su gol decidió en Vigo.

"Los goles no son su calidad más importante, pero lo está haciendo bien, se mueve bien, es inteligente y llega en el momento justo al sitio justo. Tiene una gran habilidad para el desmarque". Fueron las palabras que le dedicó Ancelotti en rueda de prensa tras el triunfo contra el Celta. El italiano detectó su punto fuerte en Dortmund, llegando al área desde segunda línea, y lo explota con goles en el Madrid.

Jude Bellingham es el pichichi de LaLiga y del Real Madrid. Desde el club se confía que junto a Vini y Rodrygo eleven el techo goleador del equipo, y siguen descartando acudir al mercado, según repitió el entrenador. "No hace falta nadie en ataque, está cubierto. Ahí están los datos, llevamos seis goles sin Karim, sin Vini…".

Además, el '5' blanco se está erigiendo como uno de los líderes del vestuario. Desde la pretemporada se comentaba en los pasillos de Valdebebas. "Bellingham lo hace todo bien. Y es una buena persona". Con el curso arrancado, las sensaciones con el inglés se refuerzan. En Vigo, un nuevo detalle.

Al término del encuentro, Bellingham acompañó a Kepa y le señaló ante los aficionados madridistas desplazados a la ciudad gallega, para que aplaudiesen al meta vasco tras su debut con el Real Madrid. Y más tarde, Jude comentó en Instagram que para él Tchouameni había sido el MVP del partido.

En Almería, otro gesto. Cuando la grada apretaba a Vinicius para desestabilizarle, mientras el brasileño protestaba al árbitro, Bellingham le cogió y le tocó la cabeza con cariño. En aras de calmar al '7' blanco y que tuviese la mente fría, con el objetivo de que los contrarios no le sacasen del partido. Un líder dentro y fuera del campo.