La factura que asfixia a Jude Bellingham por la fórmula 'obligatoria' de Carlo Ancelotti con los cuatro fantásticos
El inglés, esta temporada con el rol de interior, ha perdido presencia en área rival y se vacía defensivamente durante los partidos.
Jude Bellingham (21 años) no termina de encontrarse. Después de una 23-24 marcada por su innovadora posición, como falso 9 y encargado de finalizar las jugadas, en la que anotó 23 goles y repartió 13 asistencias, el inglés atraviesa uno de sus momentos más complicados de la temporada. Este curso, ya como interior, se ha convertido en el encargado de ejercer de pegamento entre el centro del campo y la línea de ataque. Sin embargo, el 5 no ha logrado recuperar sensaciones, tampoco su mejor versión, y aunque sí mantiene la jerarquía que ya mostró la pasada campaña, avalado por unas cifras goleadoras propias de un ariete, su lenguaje gestual y no verbal ha cambiado.
El ejemplo más reciente se remonta al encuentro ante el Arsenal. El cuadro gunner pasó por encima de los de Ancelotti (3-0), que finalizaron el encuentro con evidentes rostros de resignación, superados por un equipo compacto y bien trabajado que apenas concedió. Precisamente en el Emirates, Bellingham se vació y trató de revertir la situación... sin suerte. Durante el choque, además, se acercó en numerosas ocasiones a la zona técnica para recibir instrucciones de Carletto. Una de ellas, la que protagonizó junto a Camavinga y el técnico italiano, se viralizó en redes, con el internacional por Inglaterra visiblemente en desacuerdo (negó con la cabeza varias veces) con su entrenador. Algo que el curso pasado podría haber sido una situación aislada y puntual, condicionada por un mal resultado en un momento delicado del curso, esta temporada resulta sintomático.Y no es la primera vez.
Todo se remonta a septiembre, con el Real Madrid apostando por un nuevo sistema de juego con motivo de las salidas (Kroos) y llegadas (Mbappé). La contratación del delantero llevó a Ancelotti a retrasar la posición de un Bellingham que, además de jerarquía, también había destacado por su versatilidad. En una demarcación más exigente en aspectos como la salida de balón, el británico se siente cómodo y también ha demostrado ser decisivo. No obstante, el lunar aparece en el repliegue: mientras la temporada pasada el 5 quedó libre de tareas defensivas más allá de ser el encargado de morder al equipo rival en la presión, este curso su lista de obligaciones aumentado.
Bellingham es el encargado de cerrar la banda izquierda por delante del lateral (y también de frenar a los hombres de banda del rival), con Rodrygo haciendo lo propio por el sector diestro y Mbappé y Vinicius con mayor libertad. El inglés cumple con sus obligaciones defensivas, pero se vacía por completo y afronta los últimos minutos completamente desfondado, sin apenas fuelle y con evidentes muestras de fatiga. Ya ocurrió en el Emirates frente al Arsenal y, previamente, contra el Valencia en Liga y ante el Atlético de Madrid en Champions, sobre todo en el envite de vuelta. En el feudo colchonero, el británico recuperó fuerzas y energía durante la prórroga, pero acusó el cansancio en los instantes finales del tiempo reglamentario.
El 'peaje' de los cuatro fantásticos
Ancelotti, por su parte, mantiene su apuesta por la tripleta de ataque y Bellingham como centrocampista más ofensivo, con llegada y presencia en el área rival, apartados en los que, pese a no prodigarse tanto como el curso pasado, sigue marcando la diferencia. Lo hace, eso sí, más cansado que de costumbre, obligado a no fallar en el repliegue y con mayores responsabilidades en la salida de balón. De hecho, su zona de influencia se ha retrasado esta campaña, fruto, entre otras muchas cosas, de la ausencia de Kroos.
Sin el teutón, ya retirado, el internacional por Inglaterra retrasa todavía más su posición y parece, por momentos, el metrónomo del equipo en una demarcación que, aunque le sea de sobra conocida (desempeñó un rol similar en el Borussia Dortmund), le priva de cargar el área y de mostrar la voracidad que le permitió superar con creces los dobles dígitos la pasada campaña, su primera en el fútbol español. De cara al encuentro de vuelta, Ancelotti necesita la mejor versión de un Bellingham que, por el momento, continúa 'pagando' la fórmula de los cuatro fantásticos.