Benzema está en modo Cristiano... también en el vestuario

Karim Benzema ha entrado en una nueva fase de su carrera. Los problemas físicos que sufrió entre septiembre y enero han provocado que apueste por una dosificación, descansando en partidos de menor exigencia para llegar en plena forma a los más importantes. Su entidad en el vestuario, tanto para sus compañeros como para el cuerpo técnico, le permiten hacerlo. De hecho, está replicando una gestión de su físico que realizó la última estrella del Real Madrid: Cristiano Ronaldo.

El portugués, acostumbrado a jugarlo todo, pactó con Zidane en su última temporada de blanco (2017/18) medir los esfuerzos. Quedó liberado de disputar varios partidos, casi todos ellos fuera de casa (Leganés, Espanyol, Las Palmas, Málaga…). Su participación se limitó a la Champions y a los duelos en el Santiago Bernabéu. En el horizonte estaba el Mundial de Rusia, al que llegó en plena forma pero en el que no pudo pasar de octavos.

Karim imita ahora esa práctica. Llegó a un acuerdo con Ancelotti, consciente de que a sus 35 años es clave controlar al máximo su físico. El italiano, al que le gustaría poder contar con el delantero en todos los encuentros, entiende que es lo mejor para él y para un equipo que se ha acostumbrado a sobrevivir sin su estrella. Este año son 12 partidos sin él en los que se han cosechado nueve victorias, dos empates y una derrota.

Esa dosificación la acepta el resto del vestuario. El respeto hacia el capitán es total y su ayuda va más allá de lo que puede aportar en el campo. Ha apadrinado a varios jóvenes en el vestuario, a los que aconseja día a día. Camavinga, Rodrygo o Ceballos son algunos de sus protegidos. Todos ellos vieron los problemas físicos que sufrió a principio de curso y prefieren contar con él al 100% en los duelos más importantes que correr el riesgo de perderlo por jugarlo todo.

Hay otro motivo por el que se acepta esta política. La renovación es un hecho ya que su contrato se amplió hasta 2024 de forma automática una vez ganó el Balón de Oro. Sin embargo, en el club hay cierto temor a que Karim decida adelantar su marcha al próximo verano. Por ello, se le está mimando, empezando por respetar una dosificación que él mismo pidió.

La suculenta oferta que llega desde Arabia Saudí y la posible salida de Ancelotti si el Madrid no logra alguno de los tres títulos por los que está en la pelea son dos puntos claves que podrían precipitar su marcha. Pero en el Real Madrid entienden que, mientras no se diga lo contrario, Benzema respetará el vínculo que le une a la entidad hasta 2024. Se trata de un caso que ha generado una calma tensa en los despachos de Valdebebas, donde esperan que la duda de su estrella se despeje lo antes posible.