Benzema le quita un peso de encima al vestuario
El actual Balón de Oro regresa a su mejor versión después de su lesión en el tramo inicial del curso.

Benzema se ha convertido en un líder, en el referente ofensivo que sale al rescate del Madrid en cada momento complicado. Hasta su lenguaje corporal ha cambiado, siendo uno de los primeros que anima a sus compañeros en cada gol recibido. Es el mejor jugador del mundo y agarra la exigencia que eso conlleva con la misma naturalidad que hasta hace pocas temporadas asumía el rol de escudero de lujo para Cristiano.
Toda responsabilidad demanda regularidad, porque los bajones de los actores principales se notan demasiado en la actuación colectiva. Por eso, en el estado de felicidad que atraviesan los de Ancelotti había un 'pero': faltaba el mejor Benzema. Primero, un inicio tardío (fue el último en llegar a la pretemporada), y después, una inoportuna lesión, le impidieron alcanzar el pico de forma hasta este mes de octubre.
El inicio de temporada del Real Madrid ha sido brillante: todavía no conoce la derrota y sólo dos empates (Osasuna y Shakhtar) impiden el pleno de triunfos en los primeros 15 encuentros oficiales. Motivos de sobra para que no existieran dudas. Sin embargo, una frase se repetía en el vestuario: "cuando lleguen los días de la verdad necesitamos al mejor Karim".
Esa mejor versión del reciente Balón de Oro ya está aquí: dos tantos en los últimos dos partidos. Actuó con madurez tras la lesión sufrida ante el Celtic el 6 de septiembre, sin apurar para llegar al derbi frente al Atlético (18 de ese mismo mes) y esquivando así los dos partidos internacionales de Francia a finales de septiembre. El parón le dejó espacio para realizar una mini pretemporada que ahora da sus frutos.
Contra el Barcelona fue de los mejores, con tanto incluido, y ante el Elche regaló una exhibición que podría haber acabado en hat-trick en otra época, en la previa al VAR (le anularon dos tantos por fuera de juego tras la revisión).Él mismo se lo tomó a broma cuando a la tercera fue la vencida y un tanto suyo subió por fin al marcador del Martínez Valero tras una buena asociación con Rodrygo.
Mundial a la vista
Su buen estado de forma le llega en el momento idóneo, a las puertas de un Mundial que significa mucho para él. Cumple 35 años el día siguiente a la final del torneo, en la que probablemente será la última Copa del Mundo de su carrera. Después de perderse la de 2018, aquella que los franceses conquistaron en Moscú, este campeonato supone una oportunidad de oro para que Karim se saque aquella espina que le dejaron los años alejado de la selección.