Otro héroe de A Madroa para rozar la salvación
Hugo Álvarez fue el gran héroe de la remontada ante el Athletic, que aleja al conjunto vigués a cinco puntos del descenso.
Celebra Vigo. Y lo hace por rozar la permanencia, pero sobre todo por la manera de hacerlo. Con nervios, remontando y con un chico de Ourense y criado en la cantera como héroe de un partido inolvidable. Hugo Álvarez se convirtió en el ídolo local construyendo los dos goles que permitieron remontar al Athletic para dar un paso de gigante hacia la salvación pese a que en la previa del choque había llegado el duro golpe que supuso el triunfo del Cádiz.
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Los rojiblancos, por su parte, se despiden matemáticamente de la Champions -lo habían hecho ya mentalmente- tras dejar una muy mala imagen. Únicamente el gol olímpico de Berenguer es motivo de orgullo en clave bilbaína. La portería a cero de Unai Simón, que fue cambiado a la hora de juego para su lucha por el Zamora, fue un gesto extraño que sorprendió y que se le volvió en contra al equipo, aunque Julen Agirrezabala no tuviese ninguna responsabilidad en los goles locales.
Nervios locales
Comenzó mejor el Celta, empujado por los que nunca fallan. Esa afición que está sufriendo en el año del Centenario pero que volvió a responder en un día clave, dejando imágenes inolvidables con Balaídos repleto y cantando el famoso himno a pleno pulmón. Ni siquiera los cinco cambios que introdujo Giráldez en la alineación parecían desdibujar a los locales, que avisaron con Larsen y después con un buen golpe de Carles Pérez, pero apareció Berenguer y lo cambió todo.
El navarro está en un momento en el que le sale todo y lo demostró en Vigo con un golazo y un primer tiempo en el que volvió locos a Manquillo y Starfelt. También a Iván Villar. Es cierto que el golazo de Berenguer tiene mucho mérito, pero también que el portero local pudo hacer mucho más. Midió mal, reaccionó tarde y ni siquiera se acercó a poder despejar el gol olímpico del extremo navarro.

El tanto hizo mucho daño al Celta, que desapareció del césped, incapaz de superar la presión del Athletic y la ambiental. Había demasiado en juego, más aún tras el triunfo del Cádiz en Sevilla, y los gallegos volvían a tener que remontar. Desde que llegó Giráldez al banquillo vigués han comenzado perdiendo en siete de los ocho encuentros, un evidente déficit que lo hace todo mucho más complicado.
Revolución de A Madroa
El paso por vestuarios lo cambió todo. Mental y futbolísticamente. La entrada al campo de Mingueza y, sobre todo, de Iago Aspas y Hugo Álvarez dieron otro aire al equipo, que se abalanzó sobre el Athletic desde el comienzo de la segunda mitad. La afición pedía a Aspas como héroe de la remontada, pero el elegido fue otro canterano. No importa cuándo, la cantera del Celta siempre brilla y siempre aparece en los momentos más importantes.
Lo personificó Hugo, que saltó al césped como carrilero izquierdo y cumplió en esos primeros minutos, pero explotó cuando cambió a la banda derecha. Allí 'aplastó' a un débil Imanol García de Albéniz, incapaz de parar las arrancadas del joven de Ourense. Antes de su exhibición, eso sí, ya habían avisado los locales con un larguero de Larsen y una serie de centros al área que incluso llevaron a Ernesto Valverde a cambiar a Unai Simón por Julen Agirrezabala para que el portero de la selección mantenga su puerta a cero en su lucha por conseguir el Zamora. Esas cosas salen mal.
Saltó al césped el héroe de La Cartuja y menos de diez minutos después ya había remontado el Celta. Hugo colocó el balón en el corazón del área para que Swedberg ganase la pugna en el área pequeña y pusiese el empate. Tres minutos después, el canterano encaró a Paredes y soltó un derechazo que se coló por la escuadra defendida por Aguirrezabala, que nada pudo hacer. El primer gol en Primera del nuevo ídolo local. Y qué gol.
Enloqueció Balaídos, que cantó el himno a capela para celebrar la cuarta remontada de la era Giráldez, que si algo ha demostrado es una confianza máxima en la cantera. Y ahí, en A Madroa, siempre hay talento para salvar al Celta. Qué mejor manera de rozar la salvación en un año tan importante. Respira Vigo: decimoquinta posición, con cinco puntos de margen a falta de seis por jugarse.
- Ficha técnica:
2 - Celta: Iván Villar; Manquillo, Starfelt, Carlos Domínguez; Carles Pérez (Mingueza, min. 45), Damián, Beltrán, Manu Sánchez (Hugo Álvarez, min. 33); Bamba (Aspas, min. 33), Larsen (Douvikas, min. 72) y Williot Swedberg (Cervi, min. 77)
1 - Athletic: Unai Simón (Agirrezabala, min. 62); Lekue, Yeray, Paredes, Imanol; Prados (Ruiz de Galarreta, min. 74), Dani García (Vesga, min. 74); Berenguer, Unai Gómez, Adu Ares (Iñaki Williams, min. 62); Villalibre (Raúl García, min. 62)
Goles: 0-1 Berenguer (min. 23); 1-1 Williot Swedberg (min. 68); 2-1 Hugo Álvarez (min. 71)
Árbitro: García Verdura (comité catalán). Amonestó con tarjeta amarilla a Starfelt (min. 80) y Cervi (min. 95) por parte del Celta.