OPINIÓN

A este Betis le entran todos los trajes en una primavera para soñar

Marc Bartra celebra el empate ante el Barcelona./Reuters
Marc Bartra celebra el empate ante el Barcelona. Reuters

Se respira la primavera en Sevilla, época de las fiestas grandes de la ciudad, y este Betis quiere sumarse a las celebraciones. Con las mejores galas cuando la ocasión lo requiere o con el traje de faena, como le tocó lucir en Montjuïc para sumar un punto de un regusto muy dulce. El Betis tiene la confianza por las nubes. A las seis victorias seguidas le añadió un punto de valor en la Ciudad Condal. Ni este Barcelona de Hansi Flick, que peleó hasta la extenuación para intentar aprovechar el tropiezo del Real Madrid, dobló la rodilla de los heliopolitanos. Con un imperial Marc Bartra, renacido ante el equipo en el que creció, o con un Adrián San Miguel que se vino arriba en el mejor escenario.

El tempranero gol de Gavi, otra vez pidiendo perdón por su pasado verdiblanco, hubiera supuesto el inicio de la desconexión en otras visitas del Betis a la Ciudad Condal. Pero el equipo de Manuel Pellegrini ha mudado su piel en apenas mes y medio. Hasta sin Isco Alarcón, su líder sobre el césped, los heliopolitanos respondieron a este Barcelona. Un córner botado por Lo Celso le valió a Natan para redimirse de su error en el tanto azulgrana. Un Betis que salía respondón para demostrar que su dinámica positiva no es fruto de la casualidad.

Fue un Betis guerrero. Con un compromiso que exhibió esa ambición de pelear por un puesto de Champions. Lo que otras veces fue un discurso para la galería, esta vez sí encontró una respuesta en la contienda. Ni esa marcha más que el Barcelona metió tras el intermedio le sirvió para romper la muralla bética. Quizá a los de Pellegrini les faltó un poco más de balón tras el intermedio para amenazar la portería azulgrana, pero tampoco era tarea sencilla. Sin Isco por sanción y con Lo Celso todavía falto de ritmo competitivo, los verdiblancos supieron agarrarse al partido para acabar desesperando al líder.

Multiplicado en las tareas defensivas. Hasta con los cambios realizados por Pellegrini, que quiere tener a toda la plantilla enchufada para el esprint final. Buscar la Champions vía LaLiga y pelear en la Conference League para superar la barrera histórica de los cuartos de final requerirá de todos los efectivos. Y ahora nadie quiere bajarse de este barco que dirige el capitán Pellegrini. Sonreía el chileno tras el partido, tras comprobar que su equipo respondió como esperaba. Aplicado en las tareas defensivas, que era el guión que tocaba para tutear a este Barcelona que parecía imparable.

En el palco también brillaba la sonrisa de Joaquín, quien tantas veces brillase ante el Barcelona y que ahora miraba con orgullo la respuesta de los que fueron sus compañeros hasta hace bien poco. Trajeado como requería la ocasión, como también su Betis sobre el terreno de juego. Las fiestas sevillanas suelen significar la etiqueta, pero también saber adaptarse al momento. Bajarse a la tierra, como realizó el omnipresente Bartra para aburrir a Lewandowski o al que pasara por allí. Un Betis al que le entran todos los trajes y que se ha ganado el derecho a soñar en grande.