El Betis frena al Real Madrid de Bellingham en la fiesta del Villamarín

El Real Madrid pudo llevarse los tres puntos de Sevilla. Pero esas formas de ganar ya no interesan a nadie. Los triunfos sencillos, holgados, sin complicaciones. El partido reclamaba ese destino cuando Rodrygo cayó en el área tras la entrada de Ruibal en los primeros minutos. Pero ni hubo penalti ni hubo triunfo. Sí un partidazo que seca al Madrid en el liderato y eleva aún más a Bellingham.

El Betis también pudo llevarse los tres puntos del Villamarín. En un final impresionante en el que Isco pudo vengarse de su pasado con un remate de cabeza en el minuto 90. El resultado salió empate, con actuaciones sensacionales de Rodrygo, Chadi Riad y Fede Valverde.

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Han pasado dieciocho partidos y aún ningún rival se ha dado cuenta de que Jude Bellingham juega de delantero centro. Contra el Betis no lo pareció. Se movió por todo el campo, como un centrocampista más, como un centrocampista único, y en el minuto 53 tiró un desmarque del mejor killer, un control de pecho de número uno y una definición del máximo goleador del año.

Ya no extrañan tantos goles. Cada encuentro que pasa Bellingham es mejor. Lo que sorprendería es que dejase de marcarlos. En el Villamarín volvió a dejar su sello con un tanto precioso, tras una asistencia de pura amistad de su íntimo Brahim.

Cuando peor estaba el Betis, cuando el choque parecía vendido, apareció un gol de otro partido. Un misil. El de Aitor Ruibal. El lateral diestro del Betis, que llevaba sufriendo cada minuto los intentos de Rodrygo, se sacudió el mal rato con un derechazo que derribó la segurísima muralla de Lunin. Como si fuera un grito.

Su derechazo cambio el choque y el destino. El Betis se armó de valor, superó su tramo de necesidad y estuvieron muy cerca de llevarse el triunfo, con el remate de cabeza de Isco al poste en el descuento.

Fue Ayoze y no Isco el que guió al Betis de Pellegrini. Siempre que agarró el balón llevó peligro, y acercó a los suyos al gol hasta en los momentos que deambulaban más lejos. El equipo andaluz se repuso al factor Bellingham y demostró ser mucho más que una suma de nombres muy interesantes.

Si Ayoze fue el mejor del Betis en ataque, Chadi Riad lideró la zaga local en el Villamarín. El central procedente del Barça sigue creciendo en cada partido, y contra el Real Madrid se salió con un partido que le impulsa aún más como una de las revelaciones de esta Liga.

Luka Modric regresó a la titularidad en un escenario inmejorable. El Villamarín lució ideal para la ocasión. Volvieron los pases de exterior, los regates de control orientado y los disparos desde fuera del área. Modric jugó como si nunca hubiese salido del once.

Firmó una primera parte espléndida, custodiado por las ayudas de Fede Valverde y con el tempo de Kroos. En la segunda mitad, menos protagonismo, cuando el encuentro viró a un continuo ida y vuelta en el que el uruguayo recogió el timón del cuadro blanco. El Madrid volvió a 'pinchar' con Modric y Kroos de titulares.