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El Betis tiene ahora una manta muy corta en el Villamarín

Los de Pellegrini recuperaron la eficacia ofensiva el día que encajaron cuatro dianas 15 meses después. Dos puntos de 15 en los cinco últimos encuentros como local.

Manuel Pellegrini le pide explicaciones a Del Cerro Grande./AFP
Manuel Pellegrini le pide explicaciones a Del Cerro Grande. AFP
Samuel Silva

Samuel Silva

El Betis de Pellegrini tiene cita en el diván. Dos puntos de los últimos 15 en disputa en el Benito Villamarín -empates ante Sevilla y Athletic y derrotas frente a Atlético de Madrid, Barcelona y Celta- apuntan a una mini-crisis, por más que siga en zona europea (a la espera del Rayo). El equipo bético recuperó el volumen ofensivo, como pedía Manuel Pellegrini en la previa, pero a costa de ofrecer una fragilidad defensiva olvidada desde hace tiempo en Heliópolis. La teoría de la manta, que ahora luce corta en verdiblanco.

"Ofensivamente hicimos el mejor partido del año, sobre todo en el primer tiempo, en el que pudimos marcar algún gol más. Pero también fue el peor en lo defensivo. Nos llegaron cinco veces, marcaron cuatro y salvamos una en la línea", reconoció el propio Pellegrini, apuntando a esas dos caras que el Betis ofreció ante el Celta. Ni los tropiezos del Villarreal, con su derrota en Elche, y el Atlético de Madrid, que igualó como local ante el Getafe, llevaron al Betis a dar un golpe en la mesa.

15 meses después el Betis de Pellegrini volvió a encajar cuatro tantos. Después de mejorar sus registros defensivos durante la primera vuelta del campeonato, el equipo verdiblanco recordó al de otros tiempos. El Bayer Leverkusen, en la fase de grupos de la Europa League del pasado año, fue el último equipo que le marcó esa cifra de goles al equipo de Pellegrini, que nunca los había recibido como local desde que llegase al Betis.

Aunque el equipo siga metido de lleno en la pelea por Europa, su dinámica es negativa. De los 15 puntos sumados en las seis primeras jornadas de esta Liga -con la única derrota en la visita al Real Madrid- a las 16 que ha conseguido en las 14 jornadas posteriores. Un descenso de rendimiento que debe encender las alarmas, por más que Pellegrini trate de ver siempre la botella medio llena. Su Betis se parece ahora más al de sus inicios en la entidad, con irregularidad y debilidad atrás, que al que se disparó el pasado año hasta proclamarse campeón de la Copa del Rey.

"El fútbol es así, no estuvimos atrás con la chispa suficiente, era el tercer partido de la semana. En el primer tiempo pudimos asegurar el marcador y luego acusamos el 2-2. Al final tuvimos ocasiones para haber al menos empatado el partido. Estamos pasando un momento complicado de resultados, nos mantenemos expectantes, pero debemos mejorar el juego si queremos pelear arriba", reconoció el entrenador chileno, que tiene que arreglar ese problema con la manta que padece ahora su equipo si quiere seguir peleando por la Champions.

La próxima cita verdiblanca será ante el Almería de Rubi, una nueva oportunidad para recuperar las sensaciones en un mes de febrero que apuntaba alto y que ahora llega con dudas. Pellegrini tiene trabajo por delante para que el Betis vuelva a tener ese pulso competitivo que exhibió en los últimos tiempos para colocarse como una alternativa seria a la zona Champions.