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El Blind más sincero deja a un lado sus dos paros cardiacos: "He aprendido a salir al campo pensando solo en el partido"

El futbolista neerlandés habló sobre la cardiopatía en el 'Diari de Girona'.

Blind durante un encuentro con el Girona./AFP
Blind durante un encuentro con el Girona. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Cuando Daley Blind sufrió un paro cardiaco en 2019, no lo supo hasta que le hicieron pruebas médicas tras el partido. Tuvo miedo de no poder volver a jugar a fútbol. Un año después, otro paro cardiaco. Ya han pasado cuatro años y el central neerlandés se ha erigido como uno de los pilares del Girona de Míchel. Aunque le ha costado mucho trabajo, las cicatrices psicológicas ya están sanadas.

Está encantado con su nueva vida en Catalunya, también su familia, y escucha las lecciones de su entrenador. También sigue los consejos de su padre, con quien analiza los partidos y sigue sus recomendaciones, como no comer nunca postres. En una entrevista para el Diari de Girona ha reflexionado sobre los problemas que tuvo en el corazón y la vida en la élite con un desfibrilador.

"Cuando sufrí mi primer paro cardiaco no tuve miedo porque mi cuerpo se recuperó solo. Me implantaron un desfibrilador y pude seguir jugando con el visto bueno de los médicos. Pero cuando me volvió a suceder la temporada siguiente sí que tuve mucho miedo. Me preguntaba constantemente qué me pasaría si me esforzaba de más…", revela Blind en el periódico catalán.

Con el tiempo y mucho trabajo personal, ha ido paliando aquella voz interna que le hacía dudar. "Antes, sí que pensaba durante un rato antes de los partidos. Ahora, en cambio, no. Creo que se nota. Yo mismo me martirizaba y me impedía dejarme ir. Después de mucho trabajo y esfuerzo, he aprendido a salir de nuevo al campo pensando solo en el partido", reconoce el central. Blind explica que habla de la situación para ayudar a la gente con el mismo problema: "Sobre todo, quiero que sepan que no tienen que tener miedo", señala.

Disfrutar partido a partido hasta clasificar a la Champions

Con el miedo a volver a recaer superado, durante este curso el Girona está disfrutando del mejor Blind. Cuando el defensa zurdo no ha estado, la salida de balón de Míchel ha titubeado. El neerlandés confiesa en la entrevista que estuvo cerca de fichar por los catalanes un tiempo atrás, pero la llamada del Bayern de Múnich cambió sus planes. Aunque hizo un esfuerzo económico para llegar a Montilivi, no piensa en ello. "La clave fue que quería ir a un sitio en el que me sintiera valorado. Nunca sabes si serás importante y tendrás minutos, pero el club me transmitió buenas sensaciones. Míchel me quería de verdad", revela.

Blind no se esperaba una temporada tan buena, histórica. "Creo que nadie", apunta. Y aunque en un primer momento pensó que el objetivo sería lograr una salvación cómoda, ahora no siente vértigo al señalar hacia Europa. "Podemos decir abiertamente que jugaremos seguro la Europa League y que tenemos el gran reto de clasificarnos para la Champions. Sería increíble, pero tampoco debemos ponernos presión añadida. Pase lo que pase, será una gran temporada. Pensamos en el partido a partido, intentamos disfrutar del camino, que es muy duro", comentó al Diari de Girona.

El rendimiento del central está siendo de notable alto. Y es querido por la afición: su camiseta es una de las más vendidas. Tanto él como su familia están encantados en Girona. De hecho, una de las primeras cosas que hizo al llegar fue comprarse una casa. Ahora mismo, solo se centra en disfrutar. "Aquí soy muy feliz, veremos cuántos años puedo quedarme", cierra.