FC BARCELONA

El bocadillo italiano en honor a Szczesny con doble ración ahumada atrae a sus fans en un mítico restaurante de Barcelona

Por las paredes se respira tradición, pero en la carta... juega el FC Barcelona. Así es El Roure, el bar de Gràcia que ha encontrado una fórmula tan original como deliciosa para hablar de fútbol: bocadillos con nombre propio.

La presentación del bocadillo en honor a Szczesny./RELEVO
La presentación del bocadillo en honor a Szczesny. RELEVO
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

En una esquina tranquila de la Plaça Sant Miquel, a un costado del barrio de Gràcia (Barcelona), se encuentra El Roure, un bar que desde el 2010 mantiene viva la esencia de la clásica 'Tasca catalana', pero con un giro inesperado: bocadillos inspirados en los jugadores del FC Barcelona. Lo que empezó como una idea anecdótica en diciembre con un bocadillo dedicado a Lamine Yamal ha ido creciendo hasta convertirse en todo un fenómeno viral entre los culés más foodies. Hoy por hoy, no solo se va a El Roure a ver los partidos del Barça, sino también a comerse al equipo, literalmente. El negocio se ha convertido en un espacio donde la pasión por el fútbol se saborea, donde cada ingrediente cuenta una historia y cada bocadillo tiene su propia narrativa, conectada al jugador que homenajea. 

"Hicimos un bocadillo en diciembre de Lamine Yamal, un bocadillo de Gavi, de Cubarsí… y ahora estamos con el de Szczesny. Son especiales. En el caso del bocadillo del de Girona, lleva salsa romesco, calçots i botifarra, en un pan de coca muy bueno y patatas de guarnición", cuenta Diego a Relevo, director del Roure desde hace más de 14 años.

Una tradición catalana con un giro 'futbolero y barcelonista'

Uno de los más populares ha sido el de Szczesny. "¿Por qué él? Pues la idea surgió en la feria de hostelería de Madrid", dice Roberto, responsble comercial del negocio. "El jefe dijo: 'Szczesny lo está petando. ¿Por qué no hacemos un bocadillo con su nombre?' Y claro, como se hizo famoso por su gusto por fumar, decidimos hacerlo de ahumados", afirma Roberto. "El resultado, un contundente bocadillo con pan de coca, jamón y queso ahumados, salsa de ceps y rúcula, que además de estar delicioso, tiene ese aire italiano por su pasado en la Roma y la Juve", afirma Roberto.

Y es que Szczesny está de moda y su relación con el tabaco viene de lejos. Se hizo pública en 2015, cuando fue sorprendido fumando en las duchas del vestuario del Arsenal tras una derrota ante el Southampton. El entrenador Arsène Wenger, al enterarse, sancionó al portero con una multa de 25.500 euros y lo apartó del equipo titular, lo que marcó el inicio de su salida del club londinense. En entrevistas posteriores, Szczęsny ha defendido su derecho a fumar, argumentando que es una elección personal que no afecta su rendimiento en el campo. "Si fumo no es asunto de nadie, no afecta a lo que hago en el campo". En su llegada al Barça, no se le ha visto fumando, de hecho lo ha evitado por imagen. 

Lo que sí no ha ocultado, es su gran temporada en su primer año en el FC Barcelona. Regresó del 'retiro', se puso los guantes y ahora sostiene una racha de 4 meses y 15 días sin perder desde el inicio del 2025. Los aficionados del Barça disfrutan del portero polaco y del equipo, tanto que esta temporada muchos de ellos salen a cenar y se reúnen para ver el fútbol. El Roure, es uno de los puntos de encuentro. Eso sí, en días de partido, el local se transforma. "Acogemos hasta 80 personas. Se llena. Incluso hay gente que se cuela por ver el Barça aquí. Se ha convertido en un ritual", comentan entre risas. "Y no solo es un punto de encuentro para ver los encuentros: se ha consolidado como una peña no oficial que vibra especialmente en noches de Champions", afirma Roberto.

Un punto de encuentro de aficionados 'culés' y periodistas

El Roure no olvida sus raíces. A pesar de esta creatividad moderna, sigue siendo un bar tradicional y con un ambiente de comunidad que solo un bar de barrio sabe ofrecer. El bar de Gràcia acoge a aficionados culés, pero también es conocido por ser un punto de encuentro de algunos periodistas para almorzar. "Es un local que la empresa adquirió en 2010. Antes era un local familiar, de menús, una clásica 'Tasca Catala'. No ha cambiado nada hasta ahora, sigue siendo un bar con su variado de la casa, con un platitos con ensaladilla rusa, boquerones, la clásica salsa espinaler…", dice Diego.

Sin embargo, el negocio se ha reconvertido y en días de partido se nota. "Con el tiempo las cosas se han modificado, hemos ido modificando la carta sin perder la esencia. Por ejemplo, los bocadillos en los días de partidos. Es un bar donde vienen muchos aficionados del Barça a ver el fútbol. Hemos hecho una buena peña, sobre todo de Champions ahora que el Barça está muy bien. De ahí surgió la idea de los bocadillos con los nombres de los jugadores", explica.

Un 'menú Raphinha' si el Barça se clasifica para semifinales

Y como en el fútbol, aquí tampoco hay descanso. Ya están preparando el bocadillo para las semifinales: el de Raphinha. "Será un 'Pepito de Picaña', con ese toque brasileño que tiene él, pero sin perder la esencia catalana del Barça. Habrá que pensar también uno para la final, si llegamos", dicen desde la cocina.