FC BARCELONA

El secreto del Barça está en la mente... y en un lema que en cada partido recorre el vestuario: "Nosotros, más hambre que ellos"

Más celebrado que otras victorias, el equipo de Hansi Flick marcó en rojo el partido de Leganés, un paso hacia el título y un test de ambición.

Pau Cubarsí y Eric García se abrazan después de la victoria ante el Leganés. /GETTY
Pau Cubarsí y Eric García se abrazan después de la victoria ante el Leganés. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Hasta Frenkie de Jong, que no acostumbra a calentarse, se las tuvo con Munir en el tramo final del partido de Butarque. Saltaban chispas. El Barça ganaba 0-1, pero el Leganés había encontrado la fórmula para hacerle daño a los azulgrana, y cercaba la portería de Szczesny en busca de al menos sumar un punto que les acercara a la salvación. Pero el equipo de Hansi Flick no se relajó. El corte de Iñigo Martínez en el minuto 92 es el ejemplo de la mentalidad y el compromiso de los azulgrana, quienes habían marcado en rojo este partido.

"No siempre se puede ganar por cinco", dijo Iñigo Martínez, en un mensaje realista que explica cómo, entre la eliminatoria ante el Borussia Dortmund de Champions, al Barça le tocaba bajar al barro y torear en una plaza complicada. Y lo hizo. De ahí los saltos de Hansi Flick y sus palabras tras el encuentro. Acostumbrado a no darle mayor trascendencia a las victorias, en este sí que se atrevió a calificarla de "muy importante". Los jugadores se abrazaron y lo celebraron con los aficionados que viajaron. Estar a siete puntos del Real Madrid, no dar síntomas de debilidad y mantener la dinámica era clave. Y la plantilla, que va paso a paso, lo sabe.

Más allá del libro de estilo de Flick, de la presión, del fuera de juego, de las rupturas de los Raphinha y Fermín, del rol de Pedri o de la asimetría de los laterales, lo que marca la diferencia es la gestión y la mentalidad. Y una imagen de DAZN captó uno de los lemas del vestuario desde el comienzo de curso, que es el hambre de títulos después de todo lo que pasó el curso pasado con Xavi Hernández, y teniendo en cuenta la juventud de jugadores como Pau Cubarsí, Pedri, Fermín López, Gavi, Lamine Yamal, Alejandro Balde... o las ganas de reivindicarse en otras etapas de su carrera como Raphinha, De Jong o Iñigo Martínez.

Después del calentamiento, Pepe Conde, uno de los preparadores físicos y hombre clave del cuerpo técnico, reunió a los jugadores. Todos se abrazaron formando un corrillo y él llevó la voz cantante. "En estos partidos se pierden o se ganan campeonatos y ellos están luchando por no bajar. No tengamos menos hambre que ellos, nosotros más hambre que ellos. Estamos trabajando por ganar el campeonato. No tiremos por tierra todo el trabajo hecho", comentó Conde, hurgando en ese lado motivacional que ha inculcado Flick desde el primer día en Can Barça. "Vamos al lío", zanjó.

El hombre de hierro con mano de seda que los tiene «enchufados»

El entrenador, hombre de hierro con guante de seda, ha sido capaz de aunar la disciplina -la puntualidad es un ejemplo- con la generosidad, como resumió el propio Eric García tras el encuentro: "El técnico nos dio la oportunidad a todos y la supimos aprovechar. Estamos todos enchufados". Ronald Araujo -que de nuevo solo jugó media parte- y el propio Eric se han convertido en especialistas, mientras que Gerard Martín, ahora que deberá suplir al lesionado Balde, ya ha participado con asiduidad este curso. "He ido de menos a más. Creo que era un cambio grande pero me he adaptado y estoy mejor", dijo.

Flick ha ido aprendiendo la lógica de LaLiga y de su entorno, en no meterse en debates mediáticos y en ir paso a paso con un discurso ambicioso pero realista, consciente de que las grandes cosas se consiguen ganando las pequeñas batallas como las de Butarque. Este Barça sigue sin perder en 2025, año en el que ha remontado, ha goleado -y mucho- y también ha ganado con sufrimiento. Y ninguna de esas victorias le ha generado dudas. Más hambre que ninguno.