Borja Iglesias manda menos en el área y vuelve a la casilla de salida con Pellegrini
El gallego acumula dos suplencias seguidas en LaLiga casi dos años después, tras un inicio de temporada sin gol y entre dudas. Interviene menos cerca de la portería rival y dispara desde más lejos.
![Borja Iglesias, entre Willian José y Guido, tras el partido en Glasgow./Reuters](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202309/26/media/cortadas/borja-glasgow-reuters-RcbHMpq9AGPiKCTq1EEjRCK-1200x648@Relevo.jpg)
Casi dos años después, Borja Iglesias repitió suplencia en el Betis en dos jornadas seguidas de LaLiga. La falta de gol que está exhibiendo en el equipo verdiblanco en este inicio de campeonato está en consonancia con el mal momento que atraviesa el gallego, que también ha perdido relevancia en los planes de Manuel Pellegrini. Ante el Cádiz, y con el conjunto bético necesitando la remontada, el Panda sólo saltó a calentar en la banda del Benito Villamarín pero volvió a quedarse sin minutos.
Sí fue titular Borja el pasado jueves en la Europa League, dentro de esas rotaciones que impone el entrenador chileno, pero tampoco completó el partido ante el Rangers. Desacertado y, sobre todo, alejado de las zonas de peligro, el delantero fue sustituido después de que el Betis encajase el 1-0. Pellegrini optó por buscar otras alternativas en la recta final del partido, una cuestión que volvió a suceder el domingo ante el Cádiz, aunque esta vez sin protagonismo alguno de Borja durante el encuentro.
El contraste de este inicio de temporada con respecto al año pasado es absoluto. Entonces, Borja Iglesias anotó seis dianas en los seis primeros partidos de la competición, lo que le valió para debutar con la Selección de la mano de Luis Enrique e incluso para convertirse en candidato para disputar el Mundial de Catar. Precisamente, su ausencia en la lista definitiva coincidió con un bajón de rendimiento del gallego, que sólo anotó dos tantos en los dos primeros meses tras la cita de selecciones.
Los datos atestiguan ese menor rendimiento de Borja en esta 23-24 con respecto a las dos últimas temporadas. Para empezar, el Panda sólo acumula cuatro disparos y ni siquiera uno ha ido a puerta (0% de acierto), mientras que el año pasado el registro era de 35,9% y en la 21-22 fue de 50,6%. El problema no sólo está en esa menor búsqueda de gol, sino que la media de distancia de esos remates también ha aumentado, pasando de los 13,8 metros de la pasada campaña a los 22,3 de éste, casi diez más en sus lanzamientos. Además, el año pasado tocaba, de media, 4,55 balones por 90 minutos disputados en el área rival, mientras que en éste la media está siendo de 2,61, casi la mitad. De ese Panda que mandaba en el área rival a éste que se vislumbra sin confianza y peleado con el gol.
Esta diferencia de rendimiento lo ha llevado a perder relevancia en los planes de Pellegrini, que el año pasado lo utilizó en todos los partidos de LaLiga en los que estuvo disponible -se perdió uno por sanción y dos por lesión-. Willian José, que ha anotado tres de los seis goles del Betis en este inicio de campaña, y hasta Ayoze, que ante el Cádiz acabó como delantero centro, le han ganado terreno a Borja Iglesias, que necesita reencontrarse con su mejor versión.
Unas críticas ya conocidas
No es la primera vez que el gallego atraviesa una mala dinámica en el Betis. Su primera temporada, tras aquella complicada llegada al club verdiblanco tras abonar un traspaso que superó los 28 millones de euros, e incluso el inicio de curso tras la llegada de Manuel Pellegrini pusieron en cuestión su idoneidad para liderar el ataque bético. Como él mismo reconoció en una entrevista con Relevo, un partido de Copa del Rey le hizo cambiar el chip hasta destaparse como uno de los mejores goleadores nacionales de las tres últimas temporadas.
Ahora de nuevo la situación recuerda a aquella primera etapa en el Betis, cuando se convirtió en foco de las críticas por su bajo rendimiento deportivo. Más allá de los asuntos extradeportivos -su presencia en redes sociales es muy activa-, los datos refrendan que Borja Iglesias atraviesa un mal momento, lo que repercute en la eficacia ofensiva de un Betis de Pellegrini que sigue buscando alternativas para el gol.