Calentura, cuentas pendientes y urgencias en el Metropolitano

No está el horno para bollos. Ni en el Atlético de Madrid ni en el Barça. Caídos ambos en Champions, ambos se agarran a la competición doméstica para intentar subsanar las heridas. Al margen de lo estrictamente numérico -al fin y al cabo son solo tres puntos más-, el choque de este domingo en el Metropolitano mide la estabilidad de dos proyectos. Uno en su fase inicial, el de Xavi, y otro más cerca de llegar a su final, el de Simeone. Para el técnico egarense, el envite supone una oportunidad para dar un golpe encima de la mesa y, de paso, lograr la primera gran victoria del curso.

El primer objetivo del Barça no es otro que llegar líder a la Supercopa de España. Ganar ante el Atlético lo garantizaría y daría moral de cara al que podría ser el primer título de la era Xavi. El empate frente al Espanyol liquidó los dos puntos de ventaja respecto al Real Madrid, pero para un club todavía frágil mentalmente no es asunto menor el verse en lo más alto de la tabla.

No han podido, los azulgranas, ni frente a Real Madrid, ni ante el Inter ni contra el Bayern de Múnich. Cero victorias en cinco partidos 'grandes' en lo que va de curso. El duelo en el Metropolitano supone, pues, una magnífica oportunidad para Xavi para dar un golpe encima de la mesa. En Madrid empezó la mejoría culé el curso pasado con el 0-4 en el Clásico, y en Madrid puede cambiar el mood enrarecido que vive el barcelonismo después del titubeante arranque de 2023.

Lo sabe bien Luis Enrique, buen amigo de Xavi, que una sola victoria puede suponer un click, pues en el curso 2014-15 la campaña del Barça se vio relanzada tras un triunfo por 3-1 contra el Atlético. Aquella foto de Messi, Neymar y Luis Suárez juntos supuso un antes y un después. Este domingo, el conjunto azulgrana buscará algo similar, aunque la irregularidad de los tres de arriba impide saber cuál es hoy el tridente titular.

Para más inri, el técnico azulgrana tendrá delante a Simeone, abanderado de un estilo totalmente opuesto del que defiende el catalán. "Xavi comentaba que el fútbol del Atlético de Madrid no era para los estilos de los equipos grandes. [...] Cuando uno convivió solamente con una situación en su vida no entiende de otras situaciones. Cuando uno tuvo la posibilidad de girar y tener diferentes situaciones en su vida, entiende que no todo es una sola cosa", aseguraba el entrenador argentino en la previa de un Barça-Atlético la temporada pasada.

En medio del ruido generado por el caso de Joao Félix, Simeone sabe que su equipo está obligado a responder para acallar las voces de quienes hablan de fin de ciclo. Pero quien más se juega es Xavi, obligado a ganar la Liga tras reconocer sin miramientos, tanto él como el presidente Joan Laporta, que el objetivo no es otro que conquistar el campeonato doméstico.