El cambio de Gavi que lo acerca más a su ídolo: así ha crecido su impacto en el Barça
El interior azulgrana está jugando más cerca de la base y su participación en el juego ha crecido notablemente.

Cuando el Barça fichó a Joao Félix en el último día de mercado, muchos leyeron este movimiento del FC Barcelona como un portazo a la progresión de Gavi, que venía siendo el interior que daba superioridad como falso extremo. La llegada de Ilkay Gündogan sumaba a un efectivo más en la medular, y con Pedri y De Jong como fijos, las dudas sobre qué papel jugaría en el equipo aumentaron. Pero no para el staff técnico, que ven en Gavi a uno de los líderes competitivos y emocionales del equipo. Y tampoco el jugador dudó ni un segundo. Lo que mueve al andaluz es el poder de la convicción.
Su inicio de temporada está siendo el mejor desde que debutase hace dos temporadas. El más completo. Con las lesiones de Pedri y De Jong, Gavi ha ido abandonando la parte alta del cuadrado para empezar a vivir en la base, bien sea como interior o como parte de un doble pivote. Desde el staff de Xavi, se cree que la mejor versión del andaluz pasa por ahí, por convalidar el instinto futbolístico de Gavi, que es salvaje y obedece a su intuición, con sus aptitudes, que sobre todo nacen desde el contacto con la pelota, el giro y la habilidad para eliminar rivales. Las bajas exigían a Gavi mostrar una faceta más madura, y el canterano ha respondido sobradamente. "Ha mejorado mucho en la toma de decisiones", apuntan desde dentro.
Los datos avalan este crecimiento de Gavi en ausencia de Pedri y De Jong. Está dando 10 pases más por partido (de 39 a 49), pasando del 86 al 93% de acierto, una subida considerable teniendo en cuenta que tiene más responsabilidad en el juego. Gavi la ha asumido con naturalidad, comprendiendo mejor el entorno que le rodea porque el punto de partido le es más natural a sus virtudes; tiene más compañeros cerca, puede participar más y su dinamismo le regala matices al Barça.
Esa secuencia ilustra la mejoría del Gavi más pasador, el que más incidencia tiene en lo que sucede en el juego del Barça. Su ídolo, como ha dicho en muchas ocasiones, es Verratti, un futbolista al que Gavi se le parece a la hora de girar e ir al suelo, dos jugadores talentosos pero agresivos. Este curso solo le roban 0,93 balones por cada 90 minutos con una entrada, una cifra sensiblemente más baja que los 1,41 de la pasada temporada. Teniendo en cuenta que toca muchos más balones, es una forma de corroborar que el Gavi actual es más pulcro y fino con la pelota, una tarea pendiente que tenía el pasado curso.


En situaciones bajo presión, Gavi ha atado su instinto en corto. Desde el staff de Xavi se señalaba el pasado curso que al andaluz le quedaba mucho margen de mejora en situaciones de recepciones a espaldas de la portería rival, porque el mayor talento de Gavi es intuitivo, no cerebral, y eso le llevaba a chocar con el rival en muchas ocasiones. Este curso ha pasado de acertar el 81% de los pases en los que está presionado, al 89%.
Las dudas a la hora de situar a Gavi en el verde residen en que tiene una virtud que lo hace destacar por encima del resto: su actividad sin balón. Es el futbolista más agresivo, el que más presiones gana, el que empuja y permite romper la salida del rival. ¿Dónde es más valioso Gavi cuando el Barça pierde la pelota? El juego muestra que cuanto más arriba esté, mejor será la presión del equipo. De ahí que Xavi optase en muchas ocasiones por situar a Gavi en la parte alta del cuadrado, porque su actividad defensiva es uno de los principales motores del Barça campeón de Liga.
Sin Raphinha, el Barça ha perdido al atacante que mejor presiona del equipo. Lewandowski y Joao Félix carecen de ese plus en primera línea y el Barça lo está notando, porque presiona menos y con más desgaste al tener que hacer más recorridos. Con un Gündogan que es de los centrocampistas menos agresivos de las cinco grandes ligas, Gavi se vuelve vital compensando la falta de agresividad del teutón. Desde el staff se cree que el equipo le necesita más arriba a la espera de que regrese Raphinha, porque no se puede quemar a un Lamine Yamal que ya ha empezado a notar el peso del primer equipo con sus primeras molestias.
Con todo, el inicio de Gavi es ilusionante porque une lo que se imaginaba del jugador cuando estaba en el Juvenil al futbolista que es ahora, todavía incompleto, lleno de espacios en blanco que solo el tiempo y la madurez llenarán. Pero el jugador que se está construyendo, de seguir con esta progresión, apunta a un techo desconocido, porque junta una capacidad defensiva propia de un "stopper" con la calidad en el giro y la gestión del juego de un centrocampista mandón. Lo mejor que se puede decir de Gavi es que responde únicamente a él mismo, a unos instintos que le convierten en único, aunque cada vez su juego se asemeje más al de su ídolo Marco Verratti. Como Jack-Jack en Los Increibles, ni Gavi sabe todavía el poder que atesora en sus botas.