La tanda de penaltis contra el Real Madrid denota el subidón de personalidad en la plantilla del Valencia
Ante el Real Madrid sobraron voluntarios para lanzar los 5 penaltis, todo el equipo quiso dar un paso al frente.

La tanda de penaltis volvió a condenar al Valencia. Como en la final de Copa del Rey, las penas máximas volvieron apartar al equipo che de tocar la gloria -en este caso, de llegar a una final-, y así como ocurrió en Sevilla el 23 de abril de 2022, la tristeza y penuria se apoderaron del equipo tras cuajar un gran partido ante un rival con más calidad.
Pese a que el resultado de la Supercopa y la final de Copa fue el mismo, el orden de los factores cambió y mucho. Cuando el equipo hizo piña para motivarse antes de los penaltis, sobraron voluntarios que querían lanzarlos. Más allá de los habituales Gayà o Guillamón, que era evidente que iban a lanzar, jugadores como Ilaix o Cömert dieron un paso al frente. Cavani, ni que decir tiene, fue el primero en dejar claro que quería patear uno.
Además de los cinco lanzadores, otros futbolistas también quisieron haber tomado la responsabilidad y se veían con la motivación y las ganas necesarias para hacerlo, pero lamentablemente Courtois evitó que la tanda llegara más lejos. ¿Y qué tiene de especial que todos los jugadores quieran tirar penaltis? Pues que hace nueve meses la cosa fue diferente.
En la final de Copa del Rey hubo también voluntarios para lanzar las penas máximas, si bien en un momento dado José Bordalás tuvo que preguntar en un par de ocasiones quién se encargaría del cuarto penalti. El cual asumió de manera voluntaria y con valentía un jovencísimo Yunus Musah que finalmente erró.
En cualquier caso y sin que sirva como señalamiento a lo que ocurrió en Sevilla el 23 de abril, lo que queda claro es que en la noche del miércoles todos los jugadores del Valencia dieron un paso al frente. Lo dieron durante los 90 minutos de juego, e igualmente al término del encuentro, en los penaltis, cuando si por los jugadores hubiera sido, todos habrían tirado uno.