El cambio de negocio de Jorge Mendes y su relación con el Real Madrid: "Ahora está interesado en asuntos de otra dimensión"
El superagente portugués 'ficha' a Lunin y recupera su presencia en el primer equipo. Puede jugar un papel importante en otras operaciones: Yoro, Paulo Iago…

Andriy Lunin (25 años) viajó recientemente hasta Oporto, sede del cuartel general de la empresa Gestifute, para firmar su contrato con su nuevo agente: Jorge Mendes. El fichaje del ucraniano supone una incorporación de peso en forma y fondo para el todopoderoso representante portugués, que presumía de una cartera casi infinita de jugadores (Lamine, Rúben Dias o Bernardo Silva)... pero ninguno del Real Madrid.
Mendes, que durante la época de Mourinho controló a un cuarto de la plantilla y al cuerpo técnico, perdió peso progresivamente con la salida del entrenador y ahora vuelve a recuperarlo a través de la base y a menor escala. Durante la pandemia colocó su foco en la cantera y se hizo con una de las perlas de Valdebebas: el juvenil Paulo Iago, considerado casi de forma unánime como uno de los jugadores con mayor proyección del fútbol europeo. Ahora, con su futuro en el aire y defraudado con el club, le tocará negociar la renovación o la salida del atacante.
Los tentáculos del luso llegaron hace poco a categorías mucho más bajas. Hace exactamente 12 meses firmó a Guillermo Ponce, portero entonces de 14 años (cumplió 15 este marzo) y que jugaba en el Infantil A (esta temporada milita en el Cadete B). El guardameta de ascendencia cubana es otro de los grandes proyectos de La Fábrica y Mendes tuvo que remangarse para reclutarlo ante el interés de otros actores como Andrés Palop (colabora con Arturo Canales, agente de Kepa o Lucas Vázquez).

Gestifute no se quedó ahí: desde hace algún tiempo también ayuda a Hugo Fernández, del ¡Alevín B! A sus 11 años, el centrocampista dejó prendados a los representantes de Gestifute en un torneo disputado en Alcobendas en el que el Madrid se enfrentó al Sporting de Portugal. Es sólo un ejemplo del cambio de política de Mendes y del resto de agencias, que cada vez detectan antes el talento y tratan de adelantar la fidelización de los jóvenes cracks, conscientes de que, cuanto más crezca su nivel, más difícil será captarlos porque la competencia es feroz.
Con sus tres perlas en la cantera (todas de diferentes edades) y la última incorporación de Lunin, el exrepresentante de Cristiano Ronaldo recobra paulatinamente una pequeña parte del dominio perdido en el Madrid. De hecho, desde la salida de Asensio al PSG el pasado verano, se había quedado de nuevo sin jugadores en la primera plantilla, una tónica inimaginable hace sólo unos años.
Más de un lustro de control
El idilio de Mendes con la entidad del Bernabéu empezó en 2007. El traspaso de Pepe fue su primera operación de peso y el primer puñetazo sobre la mesa: estuvo rodeada de críticas por el alto precio (30 millones, un buen pellizco en aquel momento) y porque el central todavía no gozaba de un cartel destacadísimo después de sólo tres campañas en el Oporto. Antes había destacado en el Marítimo de Funchal. El rendimiento del zaguero dio la razón a Mendes (le tenía una fe ciega) y a Pedja Mijatović, entonces director deportivo y que aconsejó su fichaje a Ramón Calderón.
Pepe fue el primer 'golpe' de Mendes en el Real Madrid. Después llegaron Cristiano, Di María...
Mendes ya era una de las figuras más respetadas en los despachos del Viejo Continente. En 2008 trajo a Garay (todavía con Calderón y procedente del Racing) y en 2009 dio el golpe con el desembarco de Cristiano Ronaldo, Balón de Oro y el mejor activo entre su cartera de clientes. Cerró con Florentino el trasvase más costoso de todos los tiempos hasta la fecha -96 kilos- y empezó con él un período de poder absoluto en Chamartín.
Al año siguiente llegó Mourinho, previo pago de ocho millones al Inter; y por petición del técnico se firmó a Di María (Mendes trabajó de forma conjunta con el agente argentino Eugenio López) y a Ricardo Carvalho. La guinda la puso en 2011 con Coentrao (ayudó a desatascar unas negociaciones difíciles con el Benfica) y con Pedro Mendes, un castillista recordado porque Mourinho le hizo debutar en Champions ante el Ajax por delante de otros canteranos que tenían bastante más relevancia en el filial. A comienzos de julio de 2011 y sin contar a Pedro Mendes, Gestifute contaba con seis jugadores con contrato en el Real Madrid, además de Mourinho.

El boom se terminó después de la incorporación de Fabinho (vino cedido del Rio Ave en la 12-13 para reforzar al Castilla) y, sobre todo, el aterrizaje de James Rodríguez en la 14-15 a cambio de 80 millones. Después, el peso de sus futbolistas acabó por diluirse (James pasó a un segundo plano después de su primera campaña, Cristiano y Di María salieron…) y Mendes se quedó sin ningún integrante del primer equipo en el verano de 2020, cuando se acordó la desvinculación definitiva del colombiano y su marcha gratis al Everton.
Desde entonces, y hasta abril de 2022, Gestifute dejó de tener presencia en el Madrid. Su sequía finalizó con el 'fichaje' de Marco Asensio. El balear afrontaba un momento clave en su trayectoria (quedaba libre en 2023 y se debatía entre renovar o cambiar de aires) y decidió dejar de trabajar con su exrepresentente, el respetado Horacio Gaggioli. Con su salida en dirección París, el extremo volvió a dejar un vacío que ahora rellena Lunin. Hasta ahora, el meta se movía bajo el asesoramiento de su padre y con la colaboración de varias empresas del sector.
Un papel crucial y un cambio en la vía de negocio
Pese a las idas y venidas, Gestifute y el Madrid mantienen una buena sintonía, especialmente a través de hombres fuertes de la agencia como Luís Pinto y Vasco Noronha. Ambos salen en la foto con Lunin y son dos de las personas de confianza de Mendes que suelen viajar a la capital de España para cuidar a sus futbolistas y mantener reuniones con el club cuando toca. El contacto entre Mendes y la cúpula blanca resulta más bien escaso.
Eso sí, el portugués tiene en su poder a otro de los posibles objetivos a futuro del Real Madrid: Leny Yoro, central de 18 años del Lille. El francés termina contrato en 2025 y la dirección deportiva ya se ha acercado al futbolista y a su entorno, que le ha transmitido la predisposición de Yoro a recalar en el Bernabéu.
Los destinos de Mendes y la dirección blanca, por tanto, estarán condenados a encontrarse en los próximos años. Aunque acapara a numerosas estrellas (João Félix, Darwin Núñez, Zaïre-Emery o Cancelo, además de los mencionados), la empresa del portugués ha experimentado recientemente un cambio en su modelo de negocio, como explican desde el propio entorno del representante.

"Ahora, más que en jugadores, está interesado en asuntos de otra dimensión, en gente que quiera invertir en el fútbol y en un club. Si aparece un crack, como por ejemplo João Félix, eso sí, porque es dinero, pero su preocupación no es tener a un número infinito de futbolistas. El mejor ejemplo es el Valencia". Mendes mantenía una relación excepcional con Peter Lim cuando este aterrizó en la capital del Turia. Lo hizo con tres jugadores del Benfica bajo el brazo: Rodrigo Moreno, André Gomes y Cancelo. Todos ellos pertenecían a Meriton Holdings, un fondo de Lim y en el que Mendes "tenía voz y voto". Los tres llegaron por 60 kilos y se fueron por 137,4 después de revalorizarse.
"Mendes es un negociante puro: comercia, compra, vende y lo hace bien. Sabe negociar, tiene amistades e influencia en muchos sitios y, si hace falta, te ayuda. No es el tipo de representante que te exige y te pide que le pagues mañana una comisión; busca negocio y también publicidad a través de Polaris", cuenta una figura próxima a una de sus últimas operaciones. Polaris Sports, la empresa que gestiona los derechos de imagen, los contratos publicitarios y el marketing de numerosos clientes de Mendes, tiene al frente a su sobrino Luis Correia, licenciado en Economía en la Universidad de Oporto y que antes fue su contable.
Diversificando sus frentes y siempre pegado al teléfono (en ocasiones a varios), el superagente reconquista su parcela en Chamartín y se mantiene a la cabeza del sector. Según Transfermarkt, ninguna agencia con más de 10 futbolistas aglutina piezas con más valor de mercado de media que la suya. Lunin, con un coste estimado de 16M€, es su penúltima joya y el culpable de que Mendes y el Madrid retomen relaciones.