El cambio de Tchouameni tras el Mundial de Catar pone en alerta al Real Madrid

Aurelien Tchouameni cayó de pie en el Real Madrid el verano pasado. Ni el peso de la mochila de lo que costó (80 millones de euros) ni su juventud (23 años) fueron un problema en el cambio tan grande que supuso pasar de la exigencia del Mónaco a la que se vive en el Bernabéu, mucho mayor. Además, la presión fue aún más elevada tras la venta inesperada de Casemiro en los últimos días del mercado. Se rompía aquel mediocampo para la historia al que el propio Ancelotti bautizó durante la última pretemporada como el 'Triángulo de las Bermudas' (el brasileño junto a Kroos y Modric). El joven mediocentro francés tenía por delante un reto de altura y respondió con creces a las expectativas, dejando un notable inicio de temporada antes de marcharse con Francia a Catar.

El problema está en que el jugador que se fue al Mundial no es el mismo que ha regresado. Ni dentro ni fuera del terreno de juego. La principal preocupación es deportiva, porque antes de la lesión que sufrió previa a la Supercopa de España no estuvo a su nivel (naufragó en la derrota contra el Villarreal) y al recuperarse ha vuelto aún más lejos de él (fue uno de los grandes señalados en el tropiezo contra el Mallorca). Es un futbolista que se apoya mucho en su poderío físico y ahora mismo no está en su mejor punto de forma. Debe apretar los dientes…

La otra inquietud con él es extradeportiva. Los más veteranos ya le han dado algún toque de atención y hasta los empleados de Valdebebas se han sorprendido por la actitud que ha tenido desde que volvió del Mundial. Su buena actuación en Catar, donde fue subcampeón, le ha hecho perder ese perfil bajo con el que aterrizó en el Real Madrid.

En este sentido, el episodio que más molestó fue su escapada para ver un partido de la NBA mientras el Madrid se jugaba el pase a cuartos de Copa en La Cerámica, aunque no el único. Desde que regresó de la cita mundialista se le ha visto en algún otro acto social, a pesar de que estaba en plena recuperación de su lesión. No era lo más adecuado en esos días en los que debía ponerse en su mejor tono físico. Ancelotti, consciente de todo esto, aprovechó una conferencia de prensa para darle un tirón de orejas público por aquel viaje para ver el baloncesto. "Se ha equivocado", dijo el entrenador.

En Valdebebas están atentos a todo lo que ocurre alrededor de Tchouameni. Aún no existe preocupación, porque estas distracciones entran dentro de lo previsible en un jugador al que le llega el éxito tan pronto, pero sí que es recomendable aconsejarle para que vuelva al buen camino que llevó en sus primeros meses. Es una pieza fundamental en el presente y el futuro del club, por eso es una prioridad que regrese a su mejor versión lo antes posible.