VALENCIA CF

Los secretos de Diego López: su no salida a la Cultural Leonesa, su peculiar vendaje, su mote ganado a pulso...

El de Turón suma más goles con el primero equipo de los que metió en 2ª RFEF jugando más partidos.

Diego López celebrando su gol con España. /RFEF.
Diego López celebrando su gol con España. RFEF.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

365 días pueden suponer mucho o poco en el mundo del fútbol. Hace 365 días, Mamardashvili ya dominaba la meta che, algo que no ha cambiado. Hace 365 días, el Valencia mantenía una crisis social-estructural, algo que no ha cambiado. Sin embargo, hace 365 días, Diego López militaba en el filial valencianista y además como jugador de banquillo, algo que ha cambiado y mucho.

En un año la vida puede dar un giro y eso es lo que ha ocurrido con el talentoso extremo del Valencia. El '16' che vive su segunda convocatoria con España Sub-21 y en el Valencia poco a poco ha cogido galones hasta el punto de ser titular, tener el respeto de sus compañeros y haberse ganado el mote de 'Guaje' en el vestuario, una palabra tremendamente significativa por lo que fue 'El Guaje' Villa en el club che.

La vida le sonríe porque se lo ha ganado. Tanto es así, que justo hace un año, cuando era suplente en el filial del Valencia empezó a cocerse una posible salida que de haberse ejecutado habría supuesto una gran diferencia para el de Turón. La Cultural Leonesa estuvo detrás de él varios meses, hasta fue a verlo al Antonio Puchades y le aseguraron un rol importante en un equipo que iba a pelear por subir a LaLiga Hypermotion.

Diego López tuvo casi cerrada su salida a la Cultural Leonesa hace poco más de un año en calidad de cedido.

Todo parecía encaminado a marcharse allí, el jugador lo aceptaba de buen grado y el Valencia lejos de lo que se pensaba, sí tenía en mente ejercer su cláusula de renovación automática por 2 años más, pero para tener controlado al jugador por si más tarde explotaba. En los últimos días de enero, cuando solo faltaba la firma, llegó el terremoto de la dimisión de Gattuso y en el club se impuso una máxima: no salía nadie ni del filial ni del primer equipo.

Lo que podría haber sido un fiasco para el 'Guajín', lo tomó como una motivación. Poco a poco Diego empezó a convencer a Rubén Baraja. Con el paso de los meses se ha encandilado de él por dos razones: la primera, su polivalencia a la que acompaña con un olfato innato de gol; la segunda, la sangre fría del jugador para no temblarle el pulso en los momentos importantes pese a su escasa experiencia en la élite, algo de lo que el equipo no iba sobrado el curso pasado.

Un paso al frente que demuestran los goles

El asturiano ha dado un paso al frente que ha sorprendido a casi todos, salvo al Pipo Baraja, que apostó por él, y al propio Diego, que tiene una confianza en sí mismo intachable. Números en la mano, el paso adelante que ha dado al jugador se puede ejemplificar: la campaña pasada en Segunda RFEF disputó 22 partidos en los que anotó 5 goles y dio una asistencia, mientras que con el primer equipo del Valencia acumula 19 partidos (en varios de ellos habiendo jugado 10 minutos) y ha anotado los mismos 5 goles y dado 1 asistencia también.

David Villa es el ídolo de Diego López, por eso el mote de 'Guaje' o 'Guajín' puesto en el vestuario le llena de orgullo

Diego ha mantenido sus registros pese al aumento de la exigencia, a lo que hay que sumarle el gol con la Sub 21 que anotó en el día de su debut. El jugador vive el mejor momento de su corta carrera y apoyos no le faltan. Ni en el banquillo, con Baraja que fue quien apostó por él. Ni en el vestuario, con jugadores como Sergi Canós que, pese a compartir posición, ejerce de veterano y le apoya en todo momento. Ni con leyendas che. De hecho, su ídolo David el Guaje Villa se ha dejado caer en alguna ocasión por la Ciudad Deportiva de Paterna para darle consejos.

Una celebración icónica y un curioso vendaje

Es pensar en Diego López y automáticamente a la mente vienen su celebración icónica agarrándose en señal de frío y el curioso vendaje que lleva en la mano. Con respecto a lo primero, Relevo ya desveló que se trataba de una imitación a Trae Young, jugador de la NBA, quien destaca por ser 'ice man' y no temblarle el pulso en los momentos difíciles -virtud que también tiene el de Turón-.

Con respecto a lo segundo, se trata de un curioso vendaje que se coloca el jugador en su muñeca izquierda antes de jugar cada partido. Diego sufrió un golpe en dicha zona cuando era pequeño, concretamente en su etapa en el 'Mareo' club donde empezó y desde entonces se protege la zona porque cuando cae y apoya fuerte la mano en el suelo le molesta. Afortunadamente, Diego brilla en el Valencia por sus pies, los cuales están intactos, y no por sus manos.