Jesús Vázquez ya ve la luz: un tatuaje de esperanza, el temor a la silla de ruedas y los Juegos como sueño de verano
El jugador del Valencia avanza tras un problema neuromotor que casi le aparta del deporte.
Jesús Vázquez Alcalde lo pasó muy mal durante el mes de septiembre. La extrañísima sensación que tuvo en el calentamiento ante el Atlético de Madrid cuando, de repente al ir a esprintar, notó que el cuerpo no le respondía bien, se confirmó cuando le diagnosticaron un problema neuromotor. Ahí llegaron los peores días, una odisea que él mismo explicó en sus redes sociales y que casi le llevan a retirarse del fútbol profesional.
Cuando peor pintaba su situación y más oscuro parecía, hasta el punto de temer que tuviera que usar silla de ruedas para hacer vida normal, el cuerpo de Vázquez empezó a responder a los tratamientos. Eso le evitó una operación que habría tenido mucho riesgo y poco a poco clínicamente se fue confirmando que ese temor a dejar el fútbol se alejaba. En esos días de incertidumbre, Jesús se repetía a sí mismo que todo iba a salir bien, que era una prueba que la vida le ponía, un 'aviso', pero nunca perdió la esperanza. Rodeado de sus padres y de sus amigos, el jugador hizo suyas las palabras 'fe' y 'esperanza'.
Y de tanto repetirse a sí mismo esa última palabra, Jesús ha decidido pegarse dicha palabra a su piel. La palabra 'Hope' en mayúsculas, luce en su bíceps derecho, en un tatuaje que se hizo a los pocos días de que se confirmara que, dentro de la gravedad de su situación y si nada se torcía, iba a poder volver a jugar al máximo nivel. Jesús tuvo claro que si todo salía bien esa palabra adornaría su cuerpo el resto de su vida y cuando el médico le dijo que estaba fuera de peligro, no lo dudó.
Jesús está viviendo con sus seres más queridos todo el proceso de recuperación y rehabilitación al que se está sometiendo, de hecho son sus amigos y familiares quienes más le ayudaban a aferrarse a esa 'esperanza' en que todo mejoraría cuando peor pintaba el tema. El jugador se ve ahora mismo extremadamente fuerte de cabeza y se ha tomado toda esta situación como una oportunidad para ser mejor de lo que era antes de que ocurriera.
Su recuperación va mucho mejor de lo esperado
Nadie hubiera dicho hace apenas 12 días, cuando Jesús empezó su proceso de recuperación, que a día de hoy estaría ya corriendo a alta intensidad sobre el terreno de juego, pero así ha sucedido. Por primera vez, este martes Vázquez se calzó las zapatillas y ha podido correr sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Paterna. El jugador ya no siente dolor ni esa sensación extraña en el cuerpo y será el propio Jesús quien decida cuando vuelve.
No le dieron plazos para volver y actualmente combina rehabilitación del problema neuromotor con entrenamientos con el Valencia, cada día se ve mejor. Pese a que quiere ir sin pausa pero sin prisa para evitar tener que dar pasos hacia detrás, él mismo se ha sorprendido cuando se ha visto vestido de corto para correr sobre el terreno de juego. Todavía no sabe cuando volverá a ciencia cierta pero el proceso va a ser más corto de lo esperado si todo sigue por esta línea.
Su esperanza ahora es ser un nuevo Jesús... y los Juegos
Vázquez ha decidido dar un giro importante a sus rutinas futbolísticas, ha introducido cambios en sus hábitos porque quiere volver más fuerte que nunca. Alimentación, entrenamientos, mentalidad... Todo ha cambiado en un Jesús a quien todavía le cuesta ver los partidos de su Valencia porque le produce cierta morriña y ganas de acelerar el proceso más de lo que quizás debería.
Pero eso no le va a ocurrir. Tiene dos objetivos clarísimos en mente: volver mejor de lo que se marchó para conseguir ser importante en el Valencia y pelear por un hueco en los Juegos Olímpicos de París del próximo verano. No hay que olvidar que Jesús fue el lateral titular de la actual generación Sub-21 hasta hace un par de años y esa es la motivación que se ha marcado para volver más fuerte que nunca.