El Barça transforma el Camp Nou en un estadio de Lego

Las obras del Camp Nou van a cien por hora, incluso con un mes de adelanto a lo previsto, según ha explicado esta semana el propio FC Barcelona. Una remodelación liderada por Limak Constructions, un holding con sede en Turquía que se ha encargado de otras obras grandiosas como la del aeropuerto de Kuwait. El conglomerado se pone como reto que en un año exacto el equipo azulgrana vuelva a jugar sus partidos en el estadio y las obras se finalicen por completo en agosto de 2026. Si la demolición se está realizando en tiempo récord, la construcción será, cuanto menos, innovadora.

El Barcelona construirá el Camp Nou como un Lego, pieza a pieza. Con tal de abaratar costes y de buscar la máxima eficiencia, Limak utilizará sus numerosas sedes en Europa para dar forma a las distintas partes que formarán el hueso del estadio, y las transportarán a Barcelona, donde únicamente habrá que colocarlas. Este sistema innovador, "que no se suele utilizar", según explican fuentes del club, servirá para que se reduzcan los costes y fue un punto clave a la hora de escoger la constructora.

Al no tener que darle forma a las piezas en Barcelona, el club se ahorrará la estancia y la manutención de centenares de operarios, que harán ese trabajo en Alemania, Italia o Turquía, distintos países en los que Limak tiene sedes o ha subcontratado los servicios. El Barcelona celebró precisamente el miércoles una reunión con un grupo de socios para explicar más detalles sobre el proceso de construcción del nuevo estadio.

Para poder colocar las piezas, el Camp Nou, que en esta segunda fase triplicará el número de operarios que trabajaron en la primera fase, contará con hasta seis grúas de grandes dimensiones que han llegado desde Kuwait. Uno de los puntos que sigue en el aire es la capacidad total. A diferencia de lo estipulado en un primer momento por la entidad (104.600 espectadores), ahora no se puede fijar una cantidad exacta, por lo que puede variar pero mínimamente.

No solo por abaratar costes, sino también para ser autosuficiente y ecológico, la construcción del Camp Nou contiene otras innovaciones, como el uso de los escombros que se han generado de la demolición de las graderías. Todos ellos son introducidos en camiones que suben la calle doctor Gregorio Marañón para llegar al Mini Estadi, donde unas máquinas las trituran y las devuelven para reutilizarlas como material que se utiliza con el cemento para los forjados.

El Camp Nou nuevo estará hecho del Camp Nou viejo, otro de los aspectos que destacan en la entidad y que ponen en valor como ejemplo del proyecto sostenible que debe dar como resultado uno de los mejores estadios del mundo.